Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) establecen los requisitos mínimos de higiene y procesamiento para asegurar la producción de alimentos seguros. Las BPM incluyen requisitos para el personal, edificios e infraestructura, equipo y utensilios, así como controles de producción y procesos, con el fin de garantizar prácticas higiénicas en todas las áreas de fabricación y procesamiento de alimentos.