Un niño llamado Carlos desobedeció a sus padres y cruzó al otro lado de la selva, donde se perdió. Pasó varios días solo hasta que hizo amigos con un loro, una tortuga, un flamenco y un cocodrilo. Finalmente fue encontrado y pudo regresar a casa, aprendiendo la lección de no desobedecer.

1. EL NIÑO
PERDIDO
DE LA
Autora: ARELI NOEMÍ DÍAZ GÁLVEZ

2. EL NIÑO PERDIDO DE LA SELVA
Una vez hubo un niño desobediente que no les
hacía caso a sus papás, ese niño se llamaba
Carlos, él vivía en la selva, pero sus papás
Carmen y José, no le dejaban pasar al otro
lado de la selva porque ahí había los animales
salvajes, pero Carlos como era desobediente,
cruzó sin que nadie se diera cuenta al otro
lado del bosque y caminando curiosamente
para ver que había, se perdió completamente
solo y hambriento en el bosque, y sus padres
muy preocupados pensaban que alguien se lo
había llevado.
Voy a aprovechar
que nadie me está
viendo

3. EL NIÑO PERDIDO DE LA SELVA
Carlos vio una cuevita pequeña para dormir y se
acostó de frío y hambriento, se durmió y al día
siguiente despertó para buscar comida y encontró
un árbol con mangos, y vio un loro muy bello que se
llamaba Pedrito, y Pedrito se posó en su brazo y se
hicieron buenos amigos; luego conoció a una
tortuga gigante y también se hizo amigo de ella.
Carlos ya llevaba ahí tres días perdido y él
extrañaba a sus padres, y con la tortuga y el lorito
iban juntos siempre y después al rato encontraron
a un flamenco con unas medias muy bonitas y
también se hicieron buenos amigos,

4. EL NIÑO PERDIDO DE LA SELVA
ellos buscaban día y noche frutas para comer
y esa noche encontraron una cabaña
abandonada, ellos entraron lentamente y no
había nada y había una nota que decía: jamás
volveré aquí; y Carlos vio que esa cabaña
parecía de un millonario, había una cama muy
bonita y pasto. Ahí se quedaron a dormir con
el loro, el flamenco y la tortuga, al día
siguiente encontraron un panal de abejas y en
la laguna a un cocodrilo y se hicieron buenos
amigos

5. EL NIÑO PERDIDO DE LA SELVA
y un día lo encontraron y él llorando de alegría
regresó a su casa y dejó la cabaña a sus amigos el
lorito, el cocodrilo, la tortuga y el flamenco.
- FIN -
Moraleja:
No hay que ser desobedientes para que no les
pase lo de Carlos.