1. IDENTIFICANDO PENSAMIENTOS QUE
ANTECEDEN A LA IRA
La ira es una de las emociones que más
frecuentemente experimentamos, que consiste en
un "enfado muy violento donde casi siempre se
pierde el dominio sobre sí mismo y se cometen
violencias de la palabra o de obra”. Esto sucede
porque usualmente no sabemos cómo manejarla
adecuadamente. Las maneras en que la expresamos
son aprendidas (en el hogar, tv, juegos, amistades).
Todos tenemos el derecho de sentir ira. Todos
somos responsables de cómo la manejamos. Pues
aunque resulte difícil de creer, es tanto positiva
como negativa. Solemos clasificar las emociones en
un extremo u otro, pero lo cierto es que todas son
adaptativas, todas existen porque cumplen una
función. ¿Incluso la ira? Sí.
¿Cómo suelo actuar?
Grito, discuto acaloradamente, insulto, amenazo,
empujo, tiro objetos, me marcho sin dar
explicaciones, doy un portazo, lloro, etc. el modo en
el que perciba la realidad estará distorsionado, pues
sólo me daré cuenta de lo que me conviene en este
momento, es decir, de cuán injusta es la gente, lo
mal que me tratan, lo enfadada que estoy… porque
serán argumentos que me den la razón. Mientras
que los aspectos positivos pasarán desapercibidos
para mí.
Pensamientos que anteceden a la ira:
Tomarse las cosas como algo personal:
Las personas que tienen problemas con la ira suelen
tomárselo todo como algo personal y, lógicamente,
se sienten heridos. Interpretan el comportamiento
de los demás como una crítica y en ocasiones están
esperando ser criticados. Si, por ejemplo, un
compañero no se dirige a ellos el trabajo tienen la
sensación de que no le gustan a esa persona en vez
de pensar que a lo mejor es tímida o que en ese
momento está preocupada por otra cosa. Si alguien
les mira lo que les viene a la cabeza es “este tipo
piensa que soy un estúpido” en vez de darse cuenta
de que esa persona está mirando lo que pasa a su
alrededor sin pensar nada en especial sobre ello.
“Pautas de Crianza para una familia feliz”
“PAUTAS DE CRIANZA PARA UNA
FAMILIA FELIZ"
EFECTOS Y
CONSECUENCIAS
DE LOS ESTALLIDOS
DE IRA
2. ¿QUÉ SIENTO EN MI CUERPO
Cuando la rabia se apodera de nuestro
cerebro
Cuando el estallido tiene lugar, estamos fuera
de nosotros y es precisamente entonces
cuando resulta más difícil poder controlarnos,
porque es lo que hemos estado haciendo hasta
ese momento. O al menos es lo creemos que
hacemos, pero ahogar, ignorar o enterrar
nuestras emociones no es controlarlas
realmente. Para poder llegar a hacerlo, antes
debemos conocerlas y comprenderlas
Consejos para manejar la ira y proteger tu salud
1. Tómate un tiempo para pensar lo que vas a
decir. Si estás en una situación tensa, busca las
palabras adecuadas para no generar un conflicto
mayor y no pasar a llevar a otros.
2. Sé empático y no juzgues antes de tiempo. Si
alguien no llegó a tiempo a una reunión o cometió
un error, puede haber razones de peso que lo
justifiquen. No te dejes llevar por la ira
anticipadamente.
3. Recurre al humor para disminuir la tensión.
Antes de gritar a otros, aprende a reírte de las
situaciones complejas sin ironía ni sarcasmo. Con
respeto, puedes ayudar a distender un ambiente de
conflicto y así evitar caer en el enojo.
4. Practica un deporte regularmente. Trota, anda
en bicicleta o al menos, da una pequeña caminata
diariamente. Esto ayuda a liberar las tensiones y a
tener una actitud más positiva.
5. Atrévete a probar terapias o técnicas de
relajación. Practica deportes como el yoga o
aprende técnicas de meditación que ayuden al
equilibrio mental y entreguen herramientas para
enfrentar de mejor forma las situaciones de estrés.
6. Perdona y no guardes rencores. Si vives una
situación difícil con una persona en particular,
intenta resolverlo y no guardar rencores que
puedan aflorar en el futuro. Aprende a dimensionar
los problemas y no darles mayor valor del que
merecen
El enojo es una reacción normal y defensiva del
ser humano, que no permite ver con claridad la
realidad del problema, lo que impide que se
pueda solucionar. Sin embargo, hay ciertas
técnicas que pueden ayudar a controlar de
mejor forma las emociones y a enfrentar los
momentos difíciles con más calma.