2. RIESGOS DEL CONSUMO DE ALCOHOL PARA LA
SALUD
•
La cerveza, el vino y el licor fuerte contienen alcohol.
Si usted está bebiendo cualquiera de ellos, está
consumiendo alcohol. Puede que sus patrones de
consumo de alcohol varíen según con quién esté y lo
que esté haciendo.Beber una cantidad excesiva de
alcohol puede ponerlo en riesgo de problemas
relacionados con el alcohol si:Usted es un hombre que
toma 15 tragos o más a la semana, o a menudo toma 5
tragos al mismo tiempo.Usted es una mujer que toma 8
tragos o más a la semana, o a menudo toma 4 tragos al
mismo tiempo.Un trago se define como una cerveza de
12 onzas (355 mililitros, mL); 5 onzas (148 mL) de
vino, o 1 1/2 onza (44 mL) de un trago de licor.
3. ALCOHOLISMO
(ADICCIÓN AL
ALCOHOL):
CONSECUENCIAS
• Para mujeres: no beber más de 0,3 litros de cerveza, O BIEN 0,15 litros de vino/champán, O BIEN 0,4 cl de
licor al día; esto equivale a alrededor de 12 gramos de alcohol puro.
• Para hombres: no beber más de 0,6 litros de cerveza, O BIEN 0,3 litros de vino/champán, O BIEN 0,8 cl de
licor al día; esto equivale a alrededor de 24 gramos de alcohol puro.
• Para evitar la habituación, también es útil estar por lo menos dos o tres días a la semana sin consumir alcohol.
• Las posibles consecuencias del consumo excesivo de alcohol incluyen:
• Daños en el hígado: el hígado puede sufrir daños permanentes por el alcohol. Las consecuencias pueden ser
hígado graso (esteatosis hepática), cirrosis hepática o inflamación del hígado (hepatitis alcohólica). Dado que
el hígado de las mujeres metaboliza más lentamente el alcohol, sufre más daño que los hombres.
• Daños en el cerebro: cada borrachera destruye millones de células cerebrales y, en menor medida, también
la ingesta aunque sea moderada pero continua. Esto puede derivar en problemas de memoria, concentración y
la capacidad de discernimiento. Posteriormente las consecuencias pueden ir desde un deterioro cognitivo leve
hasta la demencia.
• Inflamación del páncreas, el estómago (gastritis) o el intestino.
• Cáncer: el consumo permanente de alcohol aumenta el riesgo de desarrollar cáncer en la boca,
garganta, laringe y cáncer de esófago.
• Problemas en la vida sexual: la potencia y la experiencia sexual se ven afectadas negativamente.
• Como consecuencia a largo plazo del alto consumo de alcohol o alcoholismo pueden aparecer efectos
negativos en la estructura de la personalidad. Los enfermos de alcoholismo son a menudo agresivos, irritables
y depresivos.
4. EFECTOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS DEL
ALCOHOLISMO
EFECTOS FÍSICOS
• El alcohol no está expuesto a ningún proceso de digestión por lo que en su
mayoría pasa primero al intestino delgado para después ser absorbido por el
torrente sanguíneo. Sólo una pequeña parte llega directamente a la sangre a
través de las paredes estomacales. En la sangre el alcohol es metabolizado
(descompuesto para ser eliminado o aprovechado por el organismo)
mediante el proceso de oxidación. Es decir, se fusiona con el oxígeno y se
descompone de modo que sus elementos básicos abandonan el cuerpo de
forma de bióxido de carbono y agua. El primer lugar de oxidación es el
hígado, el cual descompone aproximadamente el 50% del alcohol ingerido
en una hora. El resto permanece en el torrente sanguíneo hasta ser
eliminado lentamente.
EFECTOS PSICOLÓGICOS :
• El alcohol afecta en primer lugar al Sistema Nervioso Central y su ingerencia excesiva y prolongada
puede provocar daño cerebral. Popularmente se cree que el alcohol incrementa la excitación, pero en
realidad deprime muchos centros cerebrales. La sensación de excitación se debe precisamente a que al
deprimirse algunos centros cerebrales se reducen las tensiones y las inhibiciones y la persona
experimenta sensaciones expandidas de sociabilidad o euforia. Por eso se dice, que el alcohol "anestesia
la censura interna". Sin embargo, si la concentración de alcohol excede ciertos niveles en la sangre
interfiere con los procesos mentales superiores de modo que la percepción visual es distorsionada, la
coordinación motora, el balance, el lenguaje y la visión sufren también fuertes deterioros. Fuertes
cantidades de alcohol reducen el dolor y molestias corporales e inducen al sueño. Pero su uso continuo
irrita las paredes estomacales llegando incluso a desarrollarse úlceras. Adicionalmente tiende a
acumularse grasa en el hígado, interfiriendo con su funcionamiento. En alcohólicos crónicos se
provocan graves trastornos cerebrales, hepáticos (cirrosis) y cardiovasculares (aumenta la presión
sanguínea y con ello el riesgo de un infarto). Incluso, está demostrado que el alcohol incrementa el nivel
de los triglicéridos (grasa no saturada o vegetal en las arterias) y con ello también el riesgo de un
infarto. Finalmente, como es ampliamente conocido, el alcohol provoca adicción física y dependencia
psicológica.
5. EL ALCOHOLISMO
EN LA
ADOLESCENCIA
El alcohol en los jóvenes
La adolescencia representa la transición de la
niñez a la edad adulta, es decir, es un periodo de
desarrollo donde la persona adquiere las
capacidades físicas y psíquicas que la
identificarán como desarrollada, especialmente las
sexuales, que le permitirán reproducirse. Al ser
una etapa de profundos cambios, está marcada por
la inestabilidad y, en la mayoría de las ocasiones,
el desconcierto y la confusión de los propios
jóvenes ante sus cambios.
¿Por qué los adolescentes empiezan a beber?
En las etapas inicial y media de la adolescencia (desde los 11 a los 17 años), los jóvenes desarrollan una imagen propia, un rol
que buscan proyectar y potenciar ante los demás. El desarrollo de la personalidad provoca en el adolescente la necesidad de
independencia frente al núcleo familiar y la búsqueda de integración en grupos sociales. Esta necesidad de pertenecer a un
grupo puede llevar a los jóvenes a desarrollar comportamientos de riesgo, como el consumo de alcohol. Los hábitos llevados a
cabo dentro del entorno de familia y amigos son cruciales a la hora de prevenir o fomentar el consumo de alcohol.
El adolescente también desarrolla en este tiempo una sensación de fortaleza e invulnerabilidad, lo que puede acarrear que el
joven desarrolle comportamientos de riesgo y comience a consumir alcohol y drogas.
Los adolescentes son más vulnerables al alcohol
Esto se debe a que todavía no se ha alcanzado la etapa adulta y el joven se encuentra en una fase de formación y desarrollo,
por lo que las consecuencias para la salud son mayores que para un adulto maduro. Además de los riesgos derivados de la
ingesta de alcohol en la salud física, los daños más perjudiciales a estas edades se producen en la salud mental.
El cerebro del adolescente se encuentra en constante desarrollo y crecimiento; durante la adolescencia el joven va a adquirir
todas las capacidades de razonamiento, planificación, procesamiento de la información, capacidad discursiva y todas las
propiedades del pensamiento abstracto. El consumo de alcohol durante esta etapa de adquisición y desarrollo de estas
habilidades puede estancar el proceso y dar como resultado un adulto que presente importantes carencias en el pensamiento
maduro.
El alcohol también perjudica las zonas del cerebro responsables de la memoria y del aprendizaje, que también se
encuentran en desarrollo y que dificultan sobremanera y perjudican la capacidad de crear y almacenar recuerdos, la atención y la
concentración. Estas habilidades son imprescindibles para el desarrollo de la educación y el aprendizaje, por lo que, a la larga, su
carencia o su desarrollo incompleto pueden traer graves consecuencias.
Además de los riesgos para el desarrollo del pensamiento maduro y la capacidad cognitiva, el consumo de alcohol en
adolescentes afectan sobremanera a la conducta, lo que puede provocar el desarrollo de un comportamiento agresivo que
dificulte el correcto desarrollo de las relaciones sociales.