1. El tejido nervioso comprende billones de neuronas y una incalculable cantidad de
interconexiones, que forma el complejo sistema de comunicación neuronal. Las neuronas
tienen receptores, elaborados en sus terminales, especializados para percibir diferentes
tipos de estímulos ya sean mecánicos, químicos, térmicos, etc. y traducirlos en impulsos
nerviosos que lo conducirán a los centros nerviosos. Estos impulsos se propagan
sucesivamente a otras neuronas para procesamiento y transmisión a los centros más
altos y percibir sensaciones o iniciar reacciones motoras.
2. El tejido nervioso es un tejido básico que está formado por dos tipos de células:
Neuronas y Neuroglias, es fundamental para la interrelación entre el organismo y el
medio que lo rodea, ya que se especializa en la conducción de estímulos que son
captados por los receptores localizados en todo el cuerpo, esta conducción se moviliza
a 100 metros por segundo.
3. Las células gliales (conocidas también genéricamente como glía o neuroglía)
son células del sistema nervioso que desempeñan, de forma principal, la función de
soporte de las neuronas; intervienen activamente, además, en el procesamiento
cerebral de la información en el organismo.
Las células gliales controlan, fundamentalmente, el microambiente celular en lo que
respecta a la composición iónica, los niveles de neurotransmisores y el suministro
de citoquinas y otros factores de crecimiento.
La proporción de neuronas y de células gliales en el cerebro varía entre las
diferentes especies (aprox. 10:1 en la mosca doméstica, 1:1 en el cocodrilo y 1:1050 en el hombre).
4. Son un tipo de células del sistema nervioso cuya principal función es la excitabilidad eléctrica de
su membrana plasmática; están especializadas en la recepción de estímulos y conducción del
impulso nervioso (en forma de potencial de acción) entre ellas o con otros tipos celulares, como
por ejemplo las fibras musculares de la placa motora. Altamente diferenciadas, la mayoría de las
neuronas no se dividen una vez alcanzada su madurez; no obstante, una minoría sí lo
hace. Las neuronas presentan unas características morfológicas típicas que sustentan
sus funciones: un cuerpo celular llamado soma o «pericarion» central; una o varias
prolongaciones cortas que generalmente transmiten impulsos hacia el soma celular,
denominadas dendritas; y una prolongación larga, denominada axón o «cilindroeje», que
conduce los impulsos desde el soma hacia otra neurona u órgano diana.
5. DENDRITAS:
Las dendritas son ramificaciones que proceden del soma neuronal que
consisten en proyecciones citoplasmáticas envueltas por una membrana
plasmática sin envoltura de mielina. En ocasiones, poseen un contorno
irregular, desarrollando espinas. Sus orgánulos y componentes
característicos son: muchos microtúbulos y pocos neurofilamentos, ambos
dispuestos en haces paralelos; muchas mitocondrias; grumos de Nissl, más
abundantes en la zona adyacente al soma; retículo endoplasmático
liso, especialmente en forma de vesículas relacionadas con la sinapsis.
6. Representa el centro trófico de la célula y es también capaz de recibir estímulos.
Diversos orgánulos llenan el citoplasma que rodea al núcleo. El orgánulo más notable, por estar
el pericarion lleno de ribosomas libres y adheridos al retículo rugoso, es la llamada sustancia
de Nissl, al microscopio óptico, se observan como grumos basófilos, y, al electrónico, como
apilamientos de cisternas del retículo endoplasmático. Tal abundancia de los orgánulos
relacionados en la síntesis proteica se debe a la alta tasa biosintética del pericarion.
Estos son particularmente notables en neuronas motoras somáticas, como las del u cerno
anterior de la médula espinal o en ciertos núcleos de nervios craneales motores. Los cuerpos
de Nissl no solamente se hallan en el pericarion sino también en las dendritas, aunque no en el
axón, y es lo que permite diferenciar de dendritas y axones en el neurópilo.
7.
El axón, cilindroeje o neurita es una prolongación de las
neuronas especializadas en conducir el impulso nervioso desde el
cuerpo celular o soma hacia otra célula. En la neurona adulta se trata de
una prolongación única.