La ley de conservación de la energía establece que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma de una forma a otra. En un ejemplo con un cubo de hielo deslizándose por una pista, su energía potencial debido a la altura se convierte en energía cinética a medida que aumenta su velocidad. Al calcular la energía y la velocidad en diferentes puntos, se demuestra que la suma total de la energía potencial y cinética permanece constante.