1. Hernández Hernández Sofía Valentina
Estado, Gobierno y Sociedad de Norberto Bobbio
El libro destaca las dicotomías existentes en la sociedad, el gobierno y el estado, las
presenta de manera sucinta, pero al mismo tiempo con la complejidad inherente al tema.
Comienza con la distinción entre público y privado, y sociedad y sociedad civil, luego
examina el estado, el poder y el gobierno, y finalmente resuelve la dicotomía de
democracia y autocracia. Puede entender que existe una dualidad entre lo público y lo
privado y tomar esto en cuenta para considerar qué es lo más importante y por qué. El
autor señala que lo público y lo privado son opuestos, pero no necesariamente idénticos.
La supremacía de lo público y lo privado descansa en el hecho de que los intereses son
colectivos y no individuales, hasta que el segundo es finalmente suprimido por el primero;
por el contrario, la supremacía del individuo privado tiene como instituciones básicas a la
familia, la propiedad, el contrato y la voluntad.
La dualidad que inicia Bobbio se fragmenta entre una sociedad igualitaria y una sociedad
desigual. Afirma que la primera fue propuesta por los economistas y iusnaturalistas
clásicos, quienes la vieron como una serie de relaciones coordinadas, ejemplificando “la
comunidad de hermanos, parientes, amigos, ciudadanos, invitados y amigos”; todo lo
contrario muestra un tipo de sociedad en la que existe una relación de subordinación
entre el gobernante y los gobernados, por lo que se entiende "los que tienen el derecho
de mandar y los que aceptan la obligación con la sociedad intermedia". Una de las
rarezas se supone que tanto en sociedades iguales como desiguales existe una familia
nuclear universal y una familia nuclear. De un lado están los hermanos y parientes y del
otro lado está la familia (núcleo). Entonces surge la pregunta de cuál es la razón de esta
diferencia. La respuesta se puede ver en el hecho de que la familia opera en una jerarquía
similar al estado en términos de sus ciudadanos que tienen voz pero no voz, estatus y por
lo tanto tienen los mismos derechos y las mismas responsabilidades que sus padres
(singular), pero los niños mayores no (por lo general).