El documento discute cómo el cerebro procesa la información financiera de manera irracional, prefiriendo gastar billetes de menor valor y siendo influenciado por opciones que elevan el precio de un producto para hacer otro parecer más tentador, así como cómo las emociones modulan las decisiones sobre el dinero en lugar de la lógica. También menciona que el cerebro usa dos sistemas, uno guiado por la intuición y otro por el pensamiento lógico, y dilata las pupilas cuando realiza tareas que requieren esfuerzo mental.