1. Se había dejado arrastrar por el viento. Llevaba dando tumbos varios días
buscando un lugar dónde quedarse. Cansado de haber adornado vestidos
de fiesta, regalos… para después quedarse olvidado dentro de un cajón
pensaba:
- Podría atarme muy fuerte a la cola de un avión y viajar por todo el
mundo...No, no, no …en los días de lluvia estaría empapado, pasaría
mucho frío…
Yo quiero hacer algo importante…algo diferente… algo que me guste
tanto que no me importe quedarme allí mucho tiempo.
Se había posado en la terraza de la azotea de un edificio de 18 plantas y
seguía pensando:
- ¿ Y si me pusiera en el pelo de una niña y fuera al colegio ? Así podría
aprender muchas cosas y sería importante… No , no , no… porque todos
2. los días tendría que hacer lo mismo… ¿ Y si me fuera volando al acuario?
Podría jugar con los peces y me vería todo el mundo a través de esos
enormes cristales…No, no, no … ¡que allí hay tiburones y me dan miedo !
¿Al espacio? ¡Podría jugar con los planetas! No, no, no… que en Mercurio
hace muchísimo calor…
Pensando, pensado, llegó volando a un parque y una niña que por allí
pasaba lo encontró y lo utilizó para adornar el pelo de su muñeca.
Él seguía pensando, en viajar a Benidorm o a Puerto Rico, en ir a un
restaurante a comer y a un hotel a dormir…
La niña, lo llevaba a todos los sitios: a un cumpleaños, a una fiesta de su
pueblo y en Navidad, el lazo quería dibujar un muñeco de nieve y estudiar,
hacerse grande y hacer deberes, pero la niña, lo adornó muy bonito,
brillaba mucho y se lo puso en su vestido.
Cuando llegó la Pascua, lo colocó en el cesto de los huevos pintados, para
seguir así la tradición de los pueblos, como en Valencia, en Asturias, en
Lleida, en Galicia… y llevó la cesta a una caseta y allí merendó con sus
amigos, y también había huevos de chocolate, con regalos y juguetes
3. dentro, y el lazo estaba muy contento por ayudar así a mantener las
tradiciones…Estaba haciendo algo importante.
Así que decidió ser el lazo que adornaría la cesta donde viajaban los
huevos de Pascua, y empezó a viajar de un pueblo a otro repartiendo
huevos de Pascua a todos los niños y niñas. El lazo estaba muy contento,
estaba haciendo aquello que le gustaba, viajar y conocer niños y niñas.
Un día pasó por delante de una tienda y sintió como la tendera decía que
estaba preparando una cesta de huevos de Pascua para enviarlos hacia
Galicia y entonces nuestro lazo no se lo pensó dos veces, se anudó al asa
de la cesta y emprendió un nuevo viaje.
Al llegar la cesta de huevos a Galicia, el lazo cayó en el suelo. Y una niña
que estaba en el parque, lo encontró y lo llevó para su casa y lo limpió con
agua y jabón porque estaba muy sucio. Después de lavarlo, el lazo brillaba
mucho porque estaba muy limpio y la niña quiso llevarlo a su colegio. Así
fue como el lazo llegó al cole de Aguiño, y allí el lazo pintó un caballo
azul, jugó con los muñecos, con los caballos y demás juguetes de los
niños.
4. Al final de la mañana la niña regresó a su casa y el lazo con ella, quedó tan
agotado que durmió la siesta, y empezó a soñar, soñar, soñar... que le salía
primero una pierna y después otra... soñó que le salía una cabeza con ojos
y pelo, que le salían brazos y manos, que se ponía un pijama y se echaba a
dormir, pero cuando despertó se dio cuenta de que no había pasado nada,
que todo había sido un sueño.
Esa tarde, la niña cogió el lazo, lo puso en la cabeza y se fue a la casa de
sus padrinos a recoger su regalo de Pascua. Mientras iba por el camino, el
lazo le cayó del pelo y el viento comenzó a soplar, así el lazo empezó a
volar de un lado para otro iniciando otro viaje que quién sabe a dónde lo
llevará...
Se había dejado arrastrar por el viento. Llevaba dando tumbos varios días
buscando un lugar dónde quedarse. Cansado de haber adornado vestidos
de fiesta, regalos… para después quedarse olvidado dentro de un cajón
pensaba:
5. - Podría atarme muy fuerte a la cola de un avión y viajar por todo el
mundo...No, no, no…en los días de lluvia estaría empapado , pasaría
mucho frío…
Yo quiero hacer algo importante…algo diferente… algo que me guste
tanto que no me importe quedarme allí mucho tiempo.
Se había posado en la terraza de la azotea de un edificio de 18 plantas y
seguía pensando:
- ¿ Y si me pusiera en el pelo de una niña y fuera al colegio ? Así podría
aprender muchas cosas y sería importante… No , no , no… porque todos
los días tendría que hacer lo mismo… ¿ Y si me fuera volando al acuario?
Podría jugar con los peces y me vería todo el mundo a través de esos
enormes cristales… No, no, no… ¡que allí hay tiburones y me dan miedo !
¿Al espacio? ¡Podría jugar con los planetas! No, no, no… que en Mercurio
hace muchísimo calor…
Pensando, pensado, llegó volando a un parque y una niña que por allí
pasaba lo encontró y lo utilizó para adornar el pelo de su muñeca.
Él seguía pensando, en viajar a Benidorm o a Puerto Rico, en ir a un
restaurante a comer y a un hotel a dormir…
6. La niña, lo llevaba a todos los sitios: a un cumpleaños, a una fiesta de su
pueblo y en Navidad, el lazo quería dibujar un muñeco de nieve y estudiar,
hacerse grande y hacer deberes, pero la niña, lo adornó muy bonito,
brillaba mucho y se lo puso en su vestido.
Cuando llegó la Pascua, lo colocó en el cesto de los huevos pintados, para
seguir así la tradición de los pueblos, como en Valencia, en Asturias, en
Lleida, en Galicia,… y llevó la cesta a una caseta y allí merendó con sus
amigos, y también había huevos de chocolate, con regalos y juguetes
dentro, y el lazo estaba muy contento por ayudar así a mantener las
tradiciones…Estaba haciendo algo importante.
Així que va decidir ser el llaç que adornaria el cistell on viatjaven els ous
de Pasqua, i va començar a viatjar d’un poble a un altre repartint ous de
Pasqua a tots els nens i nenes.
El llaç estava molt content, estava fent allò que li agradava, viatjar i
conèixer nens i nenes.
Un dia va passar per davant d’una botiga i va sentir com la botiguera deia
que estava preparant un cistell d’ous de Pasqua per enviar-los cap a Galícia
7. i llavors el nostre llaç no s’ho va pensar dos cops, es va lligar a l’ança del
cistell i va emprendre un nou viatge.
Ao chegar a cesta de ovos a Galicia, o lazo caeu ao chan. Unha nena que
estaba no parque, atopouno e levouno para a súa casa, limpouno con auga
e xabón porque estaba moi sucio. Despois de lavalo, o lazo brillaba moito
porque estaba moi limpo, e a nena quixo levalo ao seu colexio. Así foi
como o lazo chegou ao cole de Aguiño, e alí pintou un cabalo azul, xogou
cos bonecos, cos cabalos e cos demáis xoguetes dos nenos.
Cando rematou a mañá, foi para a casa e durmiu a siesta, e empezou a
soñar, soñar, soñar... que lle saía primeiro unha perna e despois outra...
soñou que lle saía unha cabeza con ollos e pelo, que lle saían mans, que se
poñía un pixama e se botaba a durmir, pero cando despertou douse conta
de que non pasara nada, que todo fora un soño.
Esa tarde, a nena colleu o lazo e o puxo na cabeza e marchou a casa dos
seus padriños a recoller o seu regalo de Pascua. Mentres ía polo camiño o
lazo caeulle do pelo e o vento comenzou a soprar, así o lazo empezou a
voar dun lado para outro iniciando outra viaxe que quen sabe a onde o
levará...