El derrumbe de las seis plantas del complejo empresarial Rana Plaza, en las afueras industriales de Daca, el 24 de abril de 2013 dejó al descubierto los cuerpos sin vida de 1138 trabajadores bangladesíes entre las pilas de ropa destinadas al mercado europeo y americano. Esta vez con final mortal, la más grande catástrofe industrial asiática después de Bhopal no sólo destapó una construcción deficiente del edificio, sino también mostró la 'caída libre' del sector textil. ¿Cuál es la respuesta de las autoridades, de las empresas, de los sindicatos y de las ONG un año y medio después? ¿El consumidor dispone de alternativas sostenibles?