1. Homeostasis y sistemas de control
Una gran parte de la fisiología está relacionada con los mecanismos que
mantienen la constancia del medio interno. Mientras se mantengan las
condiciones normales en el medio interno, las células del cuerpo continuarán
viviendo y funcionando adecuadamente. Cada célula se beneficia de la
homeostasis y a la vez contribuye al mantenimiento de la homeostasis. Cuando
alguno de los sistemas del cuerpo falla, se pierde el equilibrio homeostático y
aparece la enfermedad. Así, la temperatura corporal, la glucemia, la
concentración de hidrogeniones y de diversas sales en la sangre, el número de
eritrocitos y de leucocitos circulantes, etc., son constantes o varían entre límites
muy estrechos, en caso de alterarse la homeostasis, la recuperación de dicho
varía dependiendo de la lesión, de la gravedad de la misma y de la ubicación
de la lesión. Otras características fundamentales de los sistemas de control
fisiológicos serían:en cualquier sistema en equilibrio dinámico las entradas y las
salidas deben ser iguales, la mayoría de los sistemas de control tienen una
retroalimentación negativa, aunque no se debe menospreciar la
retroalimentación positiva, algunos sistemas de control son adaptativos.
Para regular el equilibrio existen unos mecanismos reguladores de la
homeostasis de tipo:
LOCAL:Sucede a nivel del espacio intersticial y consisten en mecanismos o
respuestas vasculares de forma que ante un aumento de demanda se produce
una vasodilatación y ante menos demanda hay una vasoconstricción. Se van a
producir respuestas en el metabolismo y en los líquidos corporales. El índice
mitótico aumenta en ciertas situaciones. La adaptación celular también se ve
involucrada entre los mecanismos de control.
REGIONALES:Se ponen en marcha cuando los mecanismos locales no
garantizan el equilibrio. Están basados en los reflejos y hacen actuar el arco
reflejo.
CENTRAL:El pensamiento de la acción construyen teorías. Procesos de
retroalimentación: Puede ser positiva o negativa.