La crisis internacional comenzó en 2001 debido al auge de los préstamos hipotecarios y se agravó en 2007 cuando los bancos comenzaron a colapsar. La curva de préstamos económicos superó la curva de ingresos personales, lo que llevó a consecuencias como la falta de compradores e ingresos altos para pagar los préstamos. Para salir de la crisis se propuso evitar los excesos del mercado, la dominación de países y crear fondos internacionales de salvamento, además de adoptar políticas neokeynesian