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Ei leon y el raton
1. EL LEON Y EL RATON
Después de un largo día de caza, un león se echó a descansar debajo de un
árbol. Cuando se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir
de su madriguera y se pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, el más
travieso tuvo la de esconderse entre la melena del león, con tan mala suerte
que lo despertó. Muy malhumorado por ver su siesta interrumpida, el león atrapó
al ratón entre sus garras y dijo dando un rugido:
-¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, insignificante ratón? ¡Voy a
comerte para que aprendáis la lección!-El ratón, que estaba tan asustado que
no podía moverse, le dijo temblando:
- Por favor no me mates, león. Yo no quería molestarte. Si me dejas te estaré
eternamente agradecido. Déjame marchar, porque puede que algún día me
necesites –
- ¡Ja, ja, ja! – se rió el león mirándole - Un ser tan diminuto como tú, ¿de qué
forma va a ayudarme? ¡No me hagas reír!.
2. LA REFLEXION
Iba un ratón en busca de comida por la selva africana cuando de pronto se
encuentra frente a frente con un león.
El ratón por su instinto tuvo la intención de escapar pero se quedó petrificado por el
miedo que invadiò su cuerpo.
El león al verlo, sin pensarlo dos veces, pega un salto poniendo su gran zarpa
encima del pobre ratón sin dejarle tiempo a reaccionar.
Entonces el raton le dice con voz llorosa:- no me comas, no tendrás conmigo ni
para un diente, soy muy pequeño, solo tengo huesos, ten misericordia de miEl león
al escuchar el razonamiento del ratón se vio movido a misericordia y decidió dejar
ir al ratón, aún contra sus propios instintos de depredador.
Pasó un tiempo y el león paseando por la jungla se vió atrapado en una red que
unos cazadores pusieron estratégicamente situada.El león luchaba para deshacerse
de su prisión, pero contra más se movia más se enredaba en su trampa.
Luchaba y luchaba hasta quedar extenuado.
Allí estaba el rey de la selva indefenso, inmóvil, esperando una muerte segura. Ya
estava convencido que no tenía remedio ni salvación, su destino era morir. A esto
que por allí pasaba el mismo ratón al que días anteriores le había perdonado la
vida.