Este documento ofrece consejos para que los padres eduquen digitalmente a sus hijos y les enseñen a usar Internet de forma segura y saludable. Reconoce que las nuevas generaciones están familiarizadas con la tecnología desde pequeños. Recomienda establecer reglas sobre el uso y contenido adecuado para la edad, supervisar la navegación, enseñar sobre privacidad e identidad digital, y mantener un diálogo abierto para prevenir riesgos como el ciberacoso.
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Consejos para educar a los hijos en el uso seguro de Internet
1. Nuestros hijos están rodeados de herramientas digitales y es fundamental que como padres les enseñemos a
desenvolverse en el mundo virtual de una manera adecuada. Estos consejos nos ayudarán a prevenir problemas y
fomentar el uso sano de Internet.
2. Ver a un niño de dos años jugando en un celular o a uno de siete usando el computador
perfectamente, ya no es algo que nos asombre. Las nuevas generaciones nacen con una
predisposición especial hacia la tecnología, pues el mundo en el que están insertos no se
concibe sin ella.
Por eso, a los padres se nos presenta un nuevo desafío que nuestros padres no tuvieron: la
educación digital. Ya no solo basta con la alfabetización digital, es decir, que sepan usar y
manejar la tecnología que les permite desenvolverse en el mundo digital, sino que tenemos que
enseñarles a enfrentarse a ella con todas las bondades y riesgos que presenta.
Internet y las redes sociales son un arma de doble filo. Éstas acercan a las personas
fomentando la comunicación entre individuos, sin embargo, se produce la paradoja de que
pueden entorpecer y perjudicar esta misma comunicación que quieren acercar. Por eso urge
formar desde muy pequeños a los niños en cómo, cuándo y para qué usar esta poderosa
herramienta del siglo XXI. Los padres son quienes más influencia tienen sobre el
comportamiento y aprendizaje en el mundo online.
Estos son algunos consejos para considerar a la hora de la formación digital:
3. 1. Uso (y no abuso)
Es importante que desde que son pequeños se
establezcan reglas y expectativas sobre el uso de
Internet y exista un límite de tiempo para esto.
Navegar y jugar juegos en línea representa un gran
atractivo que puede ocupar gran parte del día de un
menor, por eso, los adultos deben poner ese límite,
pensando que cada minuto que pasa frente a la
pantalla, es tiempo que está dejando de hacer otras
actividades necesarias para su desarrollo, como por
ejemplo, jugar. Se debe evitar que por estar conectado
virtualmente, el niño deje de comunicarse
presencialmente y descuide las relaciones
interpersonales.
2. Contenido seguro
Internet ofrece un sinfín de herramientas y espacios
que entregan información a los niños sin ningún filtro
ni discriminación de la edad del menor. Por eso, es
fundamental que los padres estén al tanto de los
sitios por los que navega su hijo y se den el
tiempo de navegar juntos. Para ello, es
recomendable que el uso de Internet sea en un
lugar abierto, donde el niño sepa que un tercero
está supervisando el contenido y que conversen
sobre los sitios que visitan. Asimismo, los padres
deben enseñar a sus hijos y aconsejar sitios acordes
para su edad e intereses.
Es recomendable hacer el análisis de los juegos en
forma conjunta con el niño, de modo que vaya
aprendiendo a hacerse responsable de los
contenidos que elige. Por otra parte, es
recomendable tener filtros en el navegador que
limitan el acceso a cualquier sitio.
4. 3. Identidad virtual
Hoy, todo lo que una persona hace o deja de hacer
en las redes sociales va formando una identidad
virtual. Ésta es una presencia en Internet que afecta
la propia imagen y reputación real y que se
materializa en las redes sociales. Por eso, desde que
son pequeños, hay que enseñarles que con sus
acciones dejan una huella digital, lo que puede
ser bueno, porque es un registro para la vida,
pero también puede ser negativo y repercutir en su
vida posterior. Por ejemplo, es propio de la
adolescencia querer viralizar videos o fotos, que de
adultos, pueden arrepentirse que circulen en la web.
Además, deben aprender a dimensionar el alcance
que pueden tener los mensajes que dejamos por
escrito en el mundo virtual, por lo que hay que formar
la conciencia de mantener una sana imagen digital.
4. Privacidad
Las redes sociales y otros medios de comunicación
presentan riesgos para las personas, ya que no sabemos
el alcance que pueden tener ni quién está detrás del
computador. Por eso hay que hacer ver a los hijos desde
que son pequeños los riesgos que presenta Internet
y enseñarles a protegerse resguardando su
privacidad: saber con quiénes es prudente que
comparta sus fotos o información personal, no
conectarse con cualquier desconocido, no creer todo lo
que se dice, no aceptar contenido sexual, discernir a
quién se elige como “amigo”, no compartir sus claves,
cerrar sus sesiones, etc., en el fondo, entregarles
estrategias de un uso seguro de Internet. Es importante
que establezcan una edad en que se estime
conveniente para sumarse a las redes sociales, y que
los padres estén al tanto, manteniendo cierto grado de
supervisión, sobre sus interacciones para no exponerlos a
los peligros que éstas presentan.
5. 5. Ciberética
Otro de los peligros que presenta Internet es el
anonimato. Al “no dar la cara” es más fácil
caer en comportamientos agresivos,
discriminatorios o abusivos. Es por eso que
debemos enseñar a usar correctamente las
redes sociales y otras herramientas de
interacción, haciéndoles ver que hay que
respetar a todas las personas que están detrás
del computador aunque no las conozcamos. Por
eso debemos fomentar el respeto y el buen
trato, además de la conciencia del perjuicio y
las repercusiones que puede tener cuando
se descalifica o maltrata a alguien
virtualmente, sobretodo por el alcance que
tiene, la inmediatez de sus efectos y la
perdurabilidad. Decir “eres tonto”, solo lo
escuchan quienes estaban presenciando la
ofensa, y a pesar del daño que causa, se va
junto a las palabras. Pero al escribirlo a través
de una red social, queda grabado y lo puede ver
cuanta gente sea posible, por lo que el daño
puede ser mucho mayor.
6. Alerta a las amenazas
A pesar de que se enseñe a los hijos desde pequeños
sobre el uso seguro de Internet, el mundo online presenta
amenazas de las que nadie está blindado. Por eso, es
importante hablar sobre éstas con los hijos, por ejemplo,
del ciberacoso o ciberbullying , el “sexting” (envío de
contenidos eróticos o pornográficos) o el “grooming”
(acciones de un adulto para ganarse la confianza del niño
para luego abusar de él virtual o presencialmente), y hay
que enseñarles a cómo actuar ante estos casos. De todas
formas hay que estar siempre alerta al
comportamiento del niño, si se siente incómodo al
navegar o algo le inquieta, para poder determinar qué le
ocurre y ayudarlo a tiempo. Para ello es necesario
mantener un diálogo constante y que sienta la confianza
de hablar con sus padres sobre estos temas.