la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
Perdonar demas
1. 1
PERDONAR A LOS DEMÁS
Si deseamos estar en paz con Dios y con los demás, debemos aprender a perdonar a
los demás. Una actitud de falta de perdón puede llevar a una persona a la ruina.
“Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34)
Jesús pidió a Dios que perdonara a la gente que le daba muerte: líderes judíos, políticos
romanos, soldados y espectadores, y Dios contestó esa oración al abrir el camino de
salvación aun para los asesinos de Jesús.El oficial romano y los soldados testigos de la
crucifixión dijeron: «Verdaderamente éste era Hijo de Dios» (Mateo 27.54). Pronto
muchos sacerdotes se convirtieron a la fe cristiana (Hechos 6.7). Ya que somos
pecadores, todos tuvimos parte en la muerte de Cristo. La buena nueva es que Dios es
bondadoso, que nos perdonará y nos dará una nueva vida a través de su Hijo.
21
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano
que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun
hasta setenta veces siete. (Mateo 18:21-22)
Los rabinos enseñaban que debíanperdonar tres veces a un ofensor.Pedro,procurando
ser generoso, preguntó si era suficiente perdonar siete veces, el número «perfecto».
Pero Jesús le contestó: «Setenta veces siete». Con esto daba a entender que no
debiéramos ni siquiera llevar la cuenta de las veces que perdonamos a alguien.
Debiéramos perdonarsiempre a los que se arrepienten de verdad, no importa las veces.
“No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y
seréis perdonados” (Lucas 6:37)
Un espíritu perdonador demuestra que una persona ha recibido el perdón de Dios. Si
somos críticos antes que compasivos, también recibiremos crítica en recompensa. Si
tratamos a otros con generosidad, con gracia y con compasión, sea como sea, estas
cualidades volverán a nosotros en mayor medida. Debemos amar a otros, no juzgarlos
2. 2
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también
vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
(Marcos 11:25)
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32)
Esta es ley de Cristo relacionada con el perdón tal como se enseña en los Evangelios
(Mateo 6.14, 15; 18.35; Marcos 11.25). También la hallamos en la oración del Señor:
«Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores».
Dios no nos perdona porque perdonamos a otros, sino por su gran misericordia. Al
entender su misericordia, sin embargo, anhelaremos ser como Él. Ya que hemos sido
perdonados, actuaremos de igual modo con otros. Los que no están dispuestos a
perdonar no llegan a ser uno con Cristo. Él estuvo dispuesto a perdonar aun a los que lo
crucificaron (Lucas 23.34).
Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra
otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
(Colosenses 3:13)
La clave para perdonar a otros es recordar lo mucho que Dios nos perdonó.¿Le es difícil
perdonar a alguien que se ha equivocado un poco, cuando Dios le ha perdonado tanto?
Pensar en el perdón y el amor infinito de Dios puede ayudarnos a amar y perdonar a
otros.