Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Escultura gótica
1. La escultura gótica
El albañil-escultor estaba por supuesto supeditado en todo lo que hacia el
maestro albañil o arquitecto, que a su vez era responsable ante un cuerpo
de canónigos encargados de la supervisión de la obra. La piedra franca
utilizada para la escultura arquitectónica es casi siempre la misma que la
del resto del edificio. Es posible que para grandes figuras se dieron
instrucciones a la cantera para que picara bloques del tamaño
adecuado, pero en numerosos casos hay pruebas que los escultores las
realizaron con los que tenían cortados. El bloque se reducía utilizando
herramientas variadas, que abarcaban desde el hacha de albañil hasta
diferentes tipos de cinceles, taladros y buriles. Las marcas de los cinceles
planos mayores han solido pervivir en la parte trasera de las esculturas,
mientras que los patrones de espinas de pescado de los buriles mas finos
aparecen a veces, por lo general ocultos bajo la pintura. Aunque la fina
rejilla dejada por el cincel de garra con frecuencia hubiera actuado como
una base apropiada para aplicar un fondo para la pigmentación, solía ser
una práctica usual acabar el tallado restregando la superficie con una
lima o escofina, y es esta apariencia pulida la que ahora nos encontramos
con mayor frecuencia. No cabe duda que las grandes figuras de las
jambas y la mayoría de las esculturas de los relieves asociada con las
portadas u otros conjuntos se hicieron casi invariablemente en el suelo de
los patios de los albañiles y no se esculpieron in situ, como se aprecia en la
fachada occidental del lado derecho de la catedral de Chartres así como
en otras catedrales de Francia. Después que las esculturas habían sido
instaladas, el andamiaje permanecía en su puesto mientras que eran
pintadas. Ciertas partes de la portada se tallaban in situ, sobre todo los
componentes arquitectónicos que formaban parte integral de la
construcción, como pueden ser las arquivoltas. La pintura de las esculturas
de piedra solían efectuarla especialistas y no los escultores que habían
realizado la obra hasta su estadio penúltimo. Para realizar el trabajo
primero se daba a las esculturas una capa selladora o aislante, por lo
general de cola de pescado o animal o caseina, para contrarrestar la
porosidad de la piedra se añadía una base que solía ser de yeso o blanco
de plomo con un aceite secante, sobre la que se aplicaba la pintura.Las
esculturas realizadas para emplazamientos interiores suelen conservar su
colorido de forma más completa que las del exterior. De estas, son las de
madera las que ofrecen las mayores muestras de labor policromada. Los
imagineros trabajaban en pequeños ateliers, solo con un aprendiz el cual
para convertirse en maestro debía transcurrir un periodo de por lo menos
siete años. Existían variantes en la confección de las tallas de madera de
un país a otro, de modo que en Italia, por ejemplo, las imágenes de los
crucifijos solían estar realizadas en cinco piezas: los brazos, las piernas y el
2. torso incluyendo la cabeza; se tallaban a parte y se unían antes de ser
pintados. Se utilizaron diferentes tipos de madera dependiendo de la
disponibilidad de cada lugar; en el norte de Europa predominaron el roble
y el nogal, y en Italia y España el pino o el álamo blanco y, como regla
general se evitó el duramen en las esculturas grandes para prevenir que se
rajaran. Si la queja habitual en cuanto a la escultura de piedra es que ha
sido despojada de su color original, el principal impedimento para apreciar
la escultura de madera es que se ha pintado varias veces, sobre todo las
de culto, de modo que su colorido actual suele ser muy diferente del
original. Al someter la talla a una restauración minuciosa para quitarle las
capas sobrantes, emerge una imagen cada vez más clara sacando a la
luz la pintura original.En el libro livre des metiers del preboste Etienne
Boileau en el capitulo dedicado a los ymagiers se dan consejos sobre los
procedimientos precisos para tallar figuras y crucifijos: Nadie puede o debe
trabajar en una festividad observada por la ciudad, ni por la noche,
porque la oscuridad no permite el trabajo de nuestra profesión, que es el
tallado.Nadie de la profesión mencionada puede hacer una imagen o
crucifijo, o cualquier otra cosa perteneciente a la Santa Iglesia, si no lo
hace del material apropiado.Ningún trabajador de esta profesión puede o
debe hacer una imagen de mas de una pieza, excepto la corona, si no se
rompe durante el tallado, entonces se puede dar por bueno; y excepto el
crucifijo, que se hace de tres piezas, el cuerpo de una pieza y los brazos.Si
los pintores de imágenes aplican plata sobre estaño, la obra es imperfecta,
si no se les ha ordenado hacerlo así o se ha declarado en el momento de
la venta; y si se vende sin decirlo, la obra debe ser raspada y hacerla de
modo apropiado y legal, y debe pagarse una multa al Rey a juicio del
preboste de París.No deben quemarse las obras imperfectas de la
profesión arriba mencionadas por respeto a los santos en cuya memoria se
realizaron.
Fuente: http: //www.catedralesgoticas.es/go_escultura.php