Conferencia presentada en un congreso de la FAECE (Santiago del Estrero), por Alejandro Agostinelli, 1988.

1. S-0,s- A LA UFOLOGIA
Por Alejandro C. Agostinelli (*)
1. ULTIMAS IMAGENES DEL NAUFRAGIO.
El aAo entrante van a cumplirse diez años de la
fecha en que el ufólogo francés Michel Monnerie anunció el naufragio
de los extraterrestres, en un libro que, con &se título, quiso
cerrar de una vez y para siempre la vertiginosa historia de los
platillos voladores ( ) Para algunos de los asistentes que ya
1.
oyeron hablar de este tema al mismo conferencista (2) quisiera
avisar que son varias las razones que justifican el recuerdo de una
efeméride en apariencia "extraña", y acaso la más importante
tiene que ver con la comparación que se me ocurrió hacer entre
la manera que ha evolucionado la ufología europea y el estado
de situación que vive la misma disciplina en nuestro pais, que
por el momento me abstendré de calificar.
9
Partidario explicar desde un enfoque psico-social la
totalidad de informes que dieron origen a los fenómenos OVNI, Michel
Monnerie fue uno de los primeros ufólogos (3) que se sintió con
la suficiente autoridad para argumentar en contra de la real magnitud
de las "evidencias físicas" quejhasta que hizo público su alegat
9
hablan estado al servicio de dar legitimidad a la posibilidad
de que, detrás de esta clase de testimonios, existiera una
manifestación de naturaleza original, cuando no directamente
desconocida.
Asi como sucede en muchos otros paises de habla hispana,
quienes se ocupan de este tema en la Argentina ignoran
los argumentos manejados por Monnerie antes de inclinarse por
este modelo explicativo, especialmente debido a que son muy pocos los
que tienen acceso a las publicaciones extranjeras y muchos menos aún
los capaces de entender el idbma en que son difundidos estos textos,
con la consiguiente desactualización que esto trae aparejado.
Sin embargo, lo que en verdad vale la pena conocer, incluso más que
el pensamiento del propio Monnerie, es que la extendida difusión
que obtuvieron sus ideas fueron en gran medida eclipsadas por sus
consecuencias. La tesis escépica del ex-redactor de la revista
francesa Lumieres Dans La Nuit" ( 4 ) , quien provenia de las filas de
la ufologia ortodoxa, provocó un profundo shock en la comunidad
platillista europea, y se equivocaron los que preveian que el
sindrome psico-sociologista no cruzaria las fronteras galas. Tanto es
( i ) seere(dfio General de
w ) , C . C . 2 6 , ~ . as-
u.
la C. Id
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4 2 5 - $ 0 e m J k ~ sA 4Ik-N
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2. asi que puede hablarse de un "antes" y un "después" de Monnerie en
paises como Italia, Alemania Federal, Inglaterra y Bélgica. En
España, acaso por razones lingiiisticas, esa influencia demoró en
llegar y los ufólogos congregados por la revista Cuadernos de
Ufologia (5) ahora tienen que padecer la Incómoda cornpañia del
"colectivo escéptico" del grupo Alternativa Racional a las
Pseudociencias, que desde una posición rayana en el dogmatismo
combate fanaticamente a los ufólogos que hasta hacia poco eran sus
camradas en la tarea de incorporar el método científico en el campo .
de la investigación de los fenómenos OVNI. ( 6 )
Bien puede afirmarse que en Francia no ocurrió lo mismo con
Monnerie debido a que, si bien su discurso era netamente
reduccionista, habfa tenido la precaución de sembrar -laduda antes de
dar a los extraterrestres cristiana sepultura. Antes del inapelable
veredicto que constituyó su segundo libro h a b i a publicado
dos años atrás "¿Y si los OVNI no existieran?" (7), obra en la que ya
habia trazado el perfil de la tesis que más tarde reafirmaría:
A- El mito e x t r a t e r r e s t r e , pefectamente creíble y tecnológicamente
posible, forma un cuadro universalmente aceptado,
- su existencia autoriza a explicar c i e r t a s observaciones, ciertos
relatos. como manifestaciones de e s t a posibilidad considerada como
segura,
- por un e f e c t o d e resonancia, el mito induce nuevas observaciones que
lo amplifican e n un infernal círculo vicioso.
B- Una observacibn describe (casi) siempre una escena o un objeto real,
vulgar o extraño, no reconocido y no identificado.
- influenciado por e l mito-ovni, e l testigo transmite su observación y los
detalles según s u conocimiento corisciente o no del fenómeno,
-a partir d e un cierto nivel d e extrañeza, d e emoción, d e angustia,
el observador se desliza hacia un segundo estado donde el inconsciente
va a ser e l maestro que procede a la elaboración d e una escena ovni más
o menos alejada d e la realidad. Llevando e s t o a l extremo, nos
encontramos con las alucinaciones y visiones. ( 8 )
En su segundo libro Monnerie pasaria de la pregunta a la
respuesta, sorprendiendo a sus amigos de la Sociedad Parisina
para el Estudio de los Fenómenos Espaciales (entidad que entonces
presidia), para quienes plantear la inexistencia de los ovni
sólo podia hacerse mediante argumentos tan antojadizos como los que
son necesarios para afirmaclo contrario ( )
9.
Mientras algunos ufólogos de convicciones frágiles
creyeron que el segundo golpe asestado por Monnerie bastaba para.
asistir a las "tiltimas imágenes del naufagio" --permitase esta
parodia a Subiela, aunque esta vez no haya filmado una pelicula
relacionada con los extraterrestres (lo)-- una nueva generacibn

3. de investigadores recibió el impacto con una benevolencia que nadie
--y menos el mismo Monnerie-- hubiera esperado,^ transformaron a su
controvertida iniciativa en una excusa inmejorable para someter a la
i
ufología a una exhaustiva revisión crítica.?Esta "neo-ufolcgia"
resolvió adherir --aunque con reservas-ala Hipótesis "
Psico-Sociológica (HPS) y, tanto como para que su equidistancia quede
fuera de sospechas, acusó a Michel Monnerie de haber tratado al
problema de los OVNI con un reduccionismo exce~ivo~ya habla
que
articulado su modelo teórico partiendo de muy pocos elementos de
juicio, que lo inhabilitaban para postular leyes que hicieran
entrar a cada una de las piezas del rompecabezas y , definitivamente, W
i
insuficientes para descartar el conjunto de la casuistica OVNI como
si apenas se tratara de una mera colección de malentendidos
culturales.
Cuando parecía que el barco de la ufología empezaba a
hundirse, los ufólogos de la "nouvelle vague" decidieron
construir la balsa que rescatara del naufragio a buena parte de sus
tripulantes.
11. LOS CONTRADICTORES DEL MITO.
La corriente psico-sociologista inspirada en Monnerie, por
lo tanto, trataria de demostrar qué tan posible sería llegar a e . b b
mismas conclusiones partiendo de un cuidadoso estudio de conjunto. La
Última palabra del Gran Refutador pronto fue reforzada con la
aparición en el mercado editorial de un nuevo libro que echaba
abajo la oleada del otoAo francés de 1954. Se trataba de "El gran
temor marciano", de Gérard Barthel y Jacques Rrucker (ll), quienes
tras conducir las encuestas que j m s ' % habian efectuado debido a h
a4F¿ k
que la mayor parte de los casos de esa oleada habian pasado( sin el
menor tamiz previo) de los recortes a los catálogos, concluyeron que
Monnerie tenía razón: el hecho de investigar los casos 25 anos
después de ocurridos permitió que los fabuladores y los graciosos
confesaran sin reticencias, puesto que no tendrza sentido sostener
una broma por tanto tiempo, la cantidad de fraudes era sorprendente,
los periodistas habían deformado groseramente los relatos de
fenómenos fugaces transformándolos en aterrizajes complejos de
sólidos aparatos y el porcentaje de fenómenos observados en tierra
era muy inferior al 5% (12).
En contra de toda previsión, las investigaciones del nuevo
dúo escéptico no fueron tomadas muy en serio por los ufólogos
franceses y, sobre todo, merecieron la indiferencia en el caso del
notable estudioso belga Jacques Scornaux (13) o, si no, la crítica
despiadada. El mejor lector argentino de este libro, Rubén "Gurú"
Morales, sostuvo que así como los encuestadores que están a favor
-de la Hipótesis Extraterrestre (HET) son criticados por llevar al

4. testigo a su terreno, los autores padecen del mismo mal, que
consiste en picanear al inocente protagonista de una experiencia OVNI
para que denuncie una supuesta farsa, al mejor estilo de los
inquisidores medievales. Morales, que no es precisamente un
favorecedor de las hipótesis fantasiosas, advirtió que no seria él
quien habria de tomar en cuenta cualquier conclusión que proviniera
de investigadores que, por ejemplo, desconfían de los humanoides que
no tienen escafandra porque la atmósfera terrestre para ellos podria
no ser respirable. . . (14)
Si bien nadie llegó al punto de arrojar a un cesto de
basura el libro de Barthel y Brucker (de hecho se tomaron un trabajo
que hasta ahora nadie ha repetido), los nuevos ufólogos prefirieron
sostener la mirada sobre las críticas de Michel Monnerie, y aplicar
sus enseflanzas primero en el plano epistemológico para luego
integrarlas a los métodos de investigación en uso,
Entre los desafíos que surgieron a partir de esta renovada
pasión revisionista, apareció una de las pistas que,desde entonces
hasta hoy se discute con más vehemencia en los circulos ufológicos ya
3
no tan sólo europeos sino en los del resto del mundo: la cuestión de
la indistinguibilidad, es decir, la falta de elementos que
diferencien los casos ya explicados de los que permanecen etiquetados
como OVNI. Aunque poco más tarde las correlaciones estadisticas
descubiertas por el norteamericano Allan Hendry pusieron
definitivamente al descubierto las notables similitiides existentes
entre los OVI y los OVNI (15), los razonamientos iniciales de
Monnerie provocaron una justificada preocupación: posiblemente los
ufólogos habrfan estado todo este tiempo entreteniéndose con una
misma categoria de fenómenos, esta es, la de los Objetos Voladorese
Identificados, que por distintas razones no habrían sido reconocidos
por los eventuales testigos.
Otro de los dramáticos cuadros bosquejados por Monnerie
(6
para mostrar las últimas imágenes del naufragiG
de la ilusión de los OVNI como fenómeno independiente de los testigos,
fue explicado del siguiente modo: por cada experiencia OVNI puede
,,w5,9.>
delinearse una serie de caracteristicas "medias" o mas probables que
otras" en lo que concierne a los parámetros básicos que configuran el
fenómeno aparentemente percibido, como lo son sus dimensiones,
sus colores, su velocidad, etc. Aunque cada uno de estos parámetros
se concentran alrededor de esa serie de "valores medios",
en ocasiones alguno de esos fenómenos se apartan lo suficiente de
ellos debido a la variabilidad in@rinseca de los mismos fenómenos,
de las malas condiciones en las cuales tuvo lugar la observación o
a causa de una interpretación errónea del testigo. Por lo tanto,

5. cuanto más se alejan las caracteristicas del fenómeno de los "valores
medios", tanto menor será la posibilidad de reconocer la verdadera
naturaleza del objeto percibido.
Aquella apretada sintesis de lo que Monnerie entiende por
experiencia OVNI fue formulada para demostrar "la continuidad
28
existentre entre lo banal y lo extraordinario". Para el escéptico
francés, los OVNI están situados en los extremos de la función de
distribución. La mayor parte de los fenómenos que integran esa
curva en forma de campana está ubicada en la zona más central
de la misma. Alli están los fenómenos menos extraños, que son
identificados por el mismo testigo o por investigadores de campo. Los
ufólogos --dice Monnerie-- llaman arbitrariamente "OVNIs falsos" a @
los errores de interpretación de menor importancia, y "OVNIs í 8
verdaderos" a aquellos de mayor entidad, sin darse cuenta que tanto
una como otra categoría siguen una continuidad perfecta y que, entre
ellas, la diferencia consiste no en su naturaleza, aunque sí en la
intensidad con que se manifiestan. A la pregunta de por qué una
persona razonablemente equilibrada llega a intepretar un fenómeno que
no ha reconocido como una experiencia con OVNI de una gran extrañeza,
Monnerie responde que puede verificarse una disminución de la
atención del perceptor o bien el testigo puede ponerse ansioso,
viviendo una especie de "sueno con los ojos abiertos". El observador
distorciona su visión del fenómeno, el cual resulta - a s u s o
&npet
bajo la influencia inconsciente del mito regido por la creencia en
los extraterrestres ( 1 6 ) .
En otras palabras, Monnerie habia propuesto un modelo que
pedia a gritos su refutación. Para rebatir sus argumentos los
neo-ufólogos se encontraron ante dos caminos: uno sugeria redoblar la
búsqueda de los casos "duros1'para esgrimirlos a titulo de "prueba"
de la realidad fisica de los OVNI, y otro hacia caso a la invitación
que promovía su tesis, -
e
n formular con mayor prolijidad
la Hipótesis Psico-Sociológica para confrontarla con los hechos,
La primera opción pronto comenzó a esfumarse: a medida que los
casos hasta entonces considerados "a prueba de bombas" eran
explicados, los ufólogos se acercaban peligrosamente a la advertencia
que había hecho el mismo Monnerie:
Por mucho tiempo ( o ufólogos) han dicho: 'a ufologla n puede
ls l o
basarse e u s l caso,l que cuenta e l cantidad de c s s . Pero cuando
n n oo o s a ao'
l gran cantidad de e l s reclamó como causa a l dimensión s c o ó i a d l
a lo a oilgc e
problema,entonces tuvieron miedo y fueron retornando a único caso
l
' n e t u t b e ... ( 17)
idsrcil'
Trabajar según el modelo de Monnerie no sólo equivalia a
recoger el guante, sino también a patear el tablero. Acaso fue
ese el motivo por .el.
hv.fi3 P"". l,r(í¿. dos de los ufóiogos parisinos más
y
cual
encumbrados de ieron escribir extensos trabajos para revelar
finalmente que de ahi en adelante intentarian someter a prueba* esa
hipótesis (18, 19).

6. 111. LA EVIDENCIA PERDIDA.
Sin dejar de tener presente la observación de Monnerie
antes apuntada, es curioso confirmar que cada vez resulta más
frecuente oir a los investigadores que hace algunos años hubieran
apostado su propia vida por hipótesis exóticas, asegurando que la
existencia de la ufologia estaria justificada,aunque tan sólo
pudiera defenderse la originalidad de un único caso OVNI.
A propósito de la ofensiva de la nueva corriente
racionalista, el propio Aimé Michel, retirado hace varios años de la
r(
ufologia activa, escribió una carta al Director de la Flyinq Saucer
Review (20) para hacer llegar su voz de protesta a raiz del auge de
la Hipótesis Psico-Sociológica. Quien fuera uno de los precursores en
la apliuación de ciertas pautas del pensamiento cientifico para la
comprensión de la temática OVNI se manifestaba en desacuerdo con esta
tesis mediante el siguiente razonamiento:
Según e t h p t s s todo caso e considerado "explicado"apenas
sa ióei, s
s descubre que l personalidad d l t s i o y/o d l investigador o d l
e a e etg e e
p r o i t es "desconfiable".L que equivale a d c r que s l personas
eidsa o ei óo
"confiables"pueden v r cosas i c e b e .Para l s demás,t l s cosas están
e nríls o ae
p o i i a . Naturalmerite,l prueba de que l s personas son desconfiables es
rhbds a a
e l s r f e e cosas i c e b e .
la e i r n nríls
9"e
Si Michel hubiera aplicado esta lógica para un caso
distinto.queel de los "nuevos ufólogos", tal vez habria que darle la
razón. Pero lo que ellos proponen hacer es justamente lo contrario de
lo que han hecho los aficionados al tema hasta ahora: esmerarse en
evaluar correctamente al testimoniante antes de juzgar la extrañeza
de su relato. La "confiabilidadW no es entonces asignada a partir de
del contenido de la experiencia que relata el testigo, sino que,
a diferencia de lo que ha venido haciendo la ufologia tradicional,
considerando a los perceptores de OVNI no ya como meros
informadores del "objeto" de su percepción, sino escencialmente como
transformadores del estimulo que procuran describir. El neblinoso
manto de sospecha que cubre todo lo que se ha hecho hasta el momento
encuentra su razón de ser en los vicios metodológicos que
se cometieron en la enorme mayorla de los estudios realizados
en el pasado, cuando todavia, incluyendo intelectuales brillantes
cten~a
como Aimé Michel, los investigadores no en cuenta que las
descripciones de los testigos no podian tomarse literalmente.
Sin embargo, era otra cosa la que interesaba extraer de la carta
enviada por Michel a la B:
Después de haber l í o alguna de estas 'demostacioness c o ó i a de l
ed oilgcs a
verdad' yo tengo que r c t r u personal ' n a c l a . ya que. en e curso de
eia n re u p ' l
l s años '50, cuando recogía documentación de l famosa oleada francesa
o a
d 1954,descarté u grupo íntegro de casos'a l s que t l é d r d c l s e
e n o id e i í u o
i c e b e . ¡Qué estúpido fuí! Ahora,demasiado tarde,s e t e deber de
nríls ino l

7. disculparme con aquellos milagrosos, incontaminados testigos, que entonces no
hablan leldo ningún libro sobre OVNI ni alguna 'fantasía periodística' sobre
el tema. ¿A dónde, hoy, podremos escuchar con humildad narradores tan
ingenuos como aquellos?
A diferencia de los nostálgicos lamentos del pensador
francés que se hizo famoso por descubrir la luego desechada
"ortotenia", el belga Jacques Scornaux maldice a los tiempos pasados
pero por razones bien distintas. El autor de " A la búsqueda de los
OVNI" (SO), que además publicó en 1981 una critica exhaustiva
a la tesis defendida por Monnerie en su segundo libro titulada
"Del monnerismo y de su buen uso" (21), confesó en una entrevista
A
personal que habi.dradicalizado su posición hasta el punto de verse
en la obligación de coincidir completamente con Michel Monnerie.
La única diferencia que Scornaux mantiene con aquel es que casi
secretamente confia en que dentro del enorme caudal de casuistica
recopilada desde 1947 "puede haber algún caso auténticamente OVNI,
s61o que por culpa de la gran confusión creada por los ufólogos va a
resultar muy dificil, s no directamente imposible, rescatar de esos
i
datos algo de valor" ( 2 .
2)
Finalmente, los ufólogos de la vieja guardia, partidarios
a ultranza de enfocar la cuestión de los OVNI desde la perspectiva de
las ciencias fisicas, tuvieron buenas razones para temer el
ventarrón critico que se avecinaba con la nueva ola. Con el avance de
esta corriente critica surgida &'
las mismas entrafías de la ufologla,
con un buen margen de seguridad, habria que renunciar a una parte
importante de los esplendores del pasado, cuando no costaba tanto
defender la idea de que los OVNI podian ser vehiculos que llegaban de
las estrellas para traer su mensaje de confraternidad universal.
IV ESTADO DE SITUACION.
Aunque últimamente se han generado formas de organización
alternativas, como las reuniones mensuales que tienen lugar en el
Café Tortoni de Buenos Aires (23), el Único marco que permite
seguir de cerca la evolución de la ufologia nacional es el que brinda
la Faece en sus congresos anuales. S610 quisiera hacer un par de
observaciones al respecto, con el sólo ánimo de ver s es posible ir
i
transformando a estos encuentros en experiencias que resulten
instructivas para todos los que nos sumamos a ellas a í tras a l .
fo fo
'
Con las reglamentaciones en vigencia para r
quienes aspiran participar desde el púlpito en estos congresos ha
venido ocurriendo un hecho verdaderamente llamativo. En ellas
suele recomendarse evitar discursos ya pronunciados o no extenderse
en disertaciones que hagan alusión exagerada sbuestiones tratadas
por otros autores: Es decir, que no se "refrite". Los encargados de

8. la organización de estos encuentros esperan que mediante tales
cláusulas los conferencistas aguzen su ingenio para que se den
la posibili roducir algún pensamiento original y logren
sortear el escrutinio de las autoridades gracias a la 3,)
presentación de trabajos cuya virtud resida en la novedad antes que
en la repetición de viejos argumentos. Pero año tras año, buena parte
de los ufólogos que asistimos a los congresos de la Faece
transgredimos el punto, y los organizadores, año tras año, se
empecinan en disculparnos,
Es-lógico: esa condición, indispensable para alentar
la producción de nuevas ideas, es muy d i f i c i l 6 que se mantenga
inflexible porque de lo contrario el despliegue de estas reuniones
deberla ser mucho menos imponente y los congresos deberian quedar
reduciaos a pequeños cenáculos, integrados por un puñado de
estudiosos del tema que estarian repartidos entre los pocos que
siguen dedicados a la encuesta, los escasos que reciben material
fresco del exterior ( y por lo tanto están actualizados) y la lisa y
llana minoria que, además, se encuentra llevando a cabo algún
proyecto de investigación original.
Esta es una realidad que es necesario modificar.
Como ha sido dicho, entre'los pocos ufólogos que consevan
su entusiasmo para proseguir, echando una balsa para salvar a la
ufologia del naufragio, figuran en un papel relevante quienes
están dedicados a revisar con un enfoque critico lo que otros,
e incluso ellos mismos, hicieron en el pasado. Para quienes el
presente de la cuestión OVNI no tenga nada interesante para ofrecer,
remover los cimientos de la antigua ufologia se ha constituido
en una excelente plataforma de lanzamiento para las ideas nuevas,
aunque algunas de ellas luego resulten descorazonadoras. A veces,
esta actitud inconformista ante el legado de los estudiosos que nos
precedieron puede ser confundida con un escepticismo caprichoso e
7
indisdiminado. A la inversa, otras veces convertirse
en un auténtico ufólogo cientificista basta con desacreditar,
sino directamente ridiculizar, el mensaje de 10s contactados.
No son pocos los analistas que tienen en claro que el discurso
de los movimientos mesiánicos que gira9en torno al mito OVNI merece
ser examinado en un pie de igualdad con los relatos de los
protagonistas de las clásicas experiencias OVNI. Fero aqui me
quiero referir a otra cosa. Es muy probable que ni los especialistas
que entienden con mas amplitud las posibilidades futuras que tiene el
m todo cientifico aplicado a la investigación de este tema se
& cuenta que los contactados, como todas las personas que se
sienten parte de una gran familia cósmica, disfrutan de una ventaja
nada despreciable con respecto a las que disponemos los
eternos perseguidores de la verdad cientifica. Ellos,

9. los contactados, blanco preferido de las criticas racionalistas,
tienen algo que nosotros no tenemos: una utopía. Los confidentes de
las voces del espacio tienen la misión de propagar una "realidadff
incoricebible pero clara como el agua. Más allá de la duda, fueron
iluminados por la repentina materialización de un mito. Tienen
un puaado de esperanzas y luchan por ellas sin pedir a cambio
mucho más que un poco de atención, que la obtienen con
facilidad gracias a la buena prensa que, paradójicamente, se le
brinda al pensamiento mágico en el país de la "modernización".
Para terminar: todo el mundo asiste a las reuniones en
las que se congregan quienes tienen inquietudes afines con la
secreta esperanza de distinguir una lucecita esclarecedora. Estaria
conforme si para cualquiera de las personas que me estuvieron
escul2hando ha quedado claro que,aunque los OVNI no existieran,
ellos seguirán siendo un apasionante tema de reflexión. Por cierto,
tomarse en serio,la investigación de los fenómenos OVNI puede
jc
resultar menos divertido que organizar expediciones al Uritorco.
Tal vez, la paciencia que reQuiere administrar un mismo cuestionario
a una decena de personas no será tan atractivo cokóintercambiar
J
señales de linterna con una luz misteriosa. Pero recuerde que
esa luz puede ser el planeta Venus y que cuando le llegue el momento
de dudar, de darse cuenta que muy probablemente los OVNI
s61o sean patrimonio de la necesidad humana de redención, volverá a
sentirse solo, como fue al principio.
-- -i
Pero que no se vaya a confundir esto que acabo de decir c&
lucecita esclarecedora. Se los digo yo, que hace ya ocho años
que asisto puntualmente a cada congreso con el exclusivo propósito
de encontrarme con un maestro que borre para siempre mis dudas-Yfdeí
...
h s f a 4 mornmto Si%r>e G n hace* p e s a t e
3