La comunicación es el proceso mediante el cual las entidades comparten información siguiendo reglas semióticas como los signos, que pueden ser humanos, de lenguaje o no lenguaje, verdaderos o falsos. Para que la comunicación sea correcta, la información debe tener una finalidad clara, ser redundante para prevenir errores pero también eficiente, transmitirse con la frecuencia adecuada para que tenga valor sin causar interferencia, y ser confiable y precisa aunque a veces haya que equilibrar el costo con estos últimos aspectos.