Los sólidos mantienen su forma debido a la fuerte atracción entre moléculas, mientras que los líquidos y gases permiten cambios de forma y volumen al moverse libremente las moléculas. La materia puede cambiar de estado sólido a líquido, líquido a gas o gas a plasma según la temperatura, ya que a temperaturas bajas es sólida, a temperaturas medias es líquida y a altas es gas, aunque los estados no siempre están claramente diferenciados.