De San Bernardo a Hugo de Pyns
Memoria de Jacques de Molay al Papa
Carta de Felipe IV ordenando el arresto de los templarios en Francia
Carta de los sitiados en Miravent a Clemente V
Carta al rey Jaime I
1. CARTA
DE SAN BERNARDO DE CLARAVAL
A HUGO, CONDE DE CHAMPAÑA,
QUE SE HIZO
SOLDADO DEL TEMPLE
Si por la causa de Dios has pasado de conde a soldado y de rico a pobre, te felicito como es
justo, y en ti glorifico a Dios, porque sé que este cambio se debe a la diestra del Altísimo.
Por lo demás, te confieso que no acepto aún con resignación el que Dios me haya privado
de tu gozosa presencia por su misterioso designio, de modo que no pueda verte de vez en
cuando; porque si hubiera sido posible, jamás hubiera querido que te alejaras de mí.
Podré acaso olvidar nuestra primera amistad y los beneficios que tan generosamente
acumulaste sobre nuestro monasterio? ¡Ojalá Dios, por cuyo amor lo hiciste, tampoco se
olvide jamás de ti!
Por mi parte, nunca seré ingrato contigo, guardaré en el espíritu el recuerdo de tu
espléndida caridad y, si tengo ocasión, lo demostraré con las obras. ¡Qué gustosamente
intentaría hacerlo, tanto en lo material como en lo espiritual, si hubi éramos podido vivir
juntos! Pero como no es así, sólo me queda orar siempre por el ausente, ya que carezco de
su presencia.
2. CARTA DEL REY BALDUINO A SAN
BERNARDO ROGANDOLE SE OCUPE
DEL TEMPLE,
"Balduino por la misericordia de Jesucristo rey de Jerusalén y príncipe de Antioquía, al
venerable P. Bernardo abad de Claraval, salud y veneración.
Como los hermanos del Temple, que el Señor se ha dignado suscitar, y que conserva por una
providencia especial para la defensa de esta provincia, desean obtener de la Santa Sede la
confirmación de su instituto y una regla de conducta particular. Nos hemos tomado la
resolución de enviaros los dos caballeros Andrés y Gondemaro, no menos conocidos por sus
empresas militares que por el esplendor de su linaje, para obtener del Papa la aprobación de
su Orden, y al propio tiempo que disponga Su Santidad enviarnos socorros y subsidios contra
los enemigos de la fe, reunidos con el fin de perdernos e invadir nuestros estados. Y por cuanto
conocemos el peso de vuestra mediación tanto cerca de Dios y de su Vicario, lo mismo que
cerca de los príncipes de Europa, hemos creído obrar con prudencia confiando a Vos las dos
cosas importantes, cuya realización no puede ser para Nos más agradable. Por lo demás,
conviene que los estatutos que os pedimos sean de tal manera arreglada, que con ellos se
pueda conciliar el tumulto de las armas y los ejercicios militares, a fin de que sean de
naturaleza para procurar el provecho de los príncipes cristianos...
Haced, pues, de suerte que Nos tengamos por vuestro medio, y durante vuestra vida, la dicha
de ver el buen resultado de este asunto, y dirigid al cielo para Nos el incienso de vuestras
oraciones."
3. MEMORIA PRESENTADA POR DE
MOLAY AL PAPA (Defensa de la
independencia del Temple frente al
proyecto de unificación con la
Orden del Hospital)
4. La valentía y el pundonor de un Gran Maestre del Temple defendiendo ante el Papa Clemente
la independencia de la Orden sin sospechar la gran conjura que se cernía sobre ella.
La Orden del Hospital tiene Mariscal, Comendador, Drapario, Turcopolier y otros muchos
oficiales, y esto mismo tiene el Temple, por cuya razón gran discordia y disturbios podrían
originarse entre los mismos porque cada cual querría tener en estos empleos a sus oficiales.
Si alguno quisiera objetar que para extinguir la envidia que se dice hay entre los Templarios y
los Hospitalarios es indispensable la unión, respondo que un grave daño redundaría a la Tierra
Santa el quitar tal envidia, que sería de gran provecho a los sarracenos. Por cuanto de dicha
envidia resultó siempre honor y provecho a los cristianos, y lo contrario a los sarracenos,
porque si los Hospitalarios hacían alguna operación militar contra los infieles, los Templarios
jamás cejaban de hacer otro tanto y más si era posible.
.../...
Si una religión tuvo buenos y famosos guerreros, marinos y otras excelentes cualidades, otra
religión procuró con empeño y con todo su poder tener iguales o mejores, y con tal estímulo
cada religión hizo tantos gastos, y casi siempre y a menudo estuvieron abrumados con grandes
deudas, de lo que se sigue que si las dos religiones formasen una solano creo que por lo sobre
expresado se observase tanta emulación.
…./…
Cuando los Reyes,Duques,Condes y otros Barones con el pueblo peregrino han ido a Tierra
Santa y han cabalgado armados contra los sarracenos, siempre se acostumbró que una
religión precediese como su custodia, es decir de vanguardia, y la otra guardase la retaguardia,
y así aquellos extranjeros iban cubiertos y protegidos como una madre cubre y protege a su
hijo,y mucho conviene hacerlo así porque ellas conocen el modo de obrar de los sarracenos y
estos conocen a las dos órdenes, y siempre y cuando algunos quisieron hacer cabalgata sin su
concurso, los resultados fueron deplorables, según lo referiré a Vuestra Santidad cuando desee
oirlo.Y si las dos religiones se refundiesen en una convendría que otros hicieran lo que ellos
5. practican sea vanguardia o retaguardia.
.../...
Convenientes así como utilidades que de la unión pueden resultar conozco éstas. Notorio es
que todas las personas acostumbraron tener grande devoción por los religiosos, lo que todo
parece haberse cambiado por cuanto hay muchos que quisieran arrebatar lo de la religión, en
vez de favorecerla casi todos reciben de ella en vez de ser protegida, continuamente la Orden y
los religiosos experimentan grandes vejaciones inferidas por el mundo, tanto por parte de los
prelados, cuanto de los poderosos y de los que no lo so, sea de clérigos sea de laicos. Si se
hiciera la tal unión la religión sería tan fuerte y tan poderosa que bien podría defender sus
derechos contra cualquier persona.
.../...
Siempre y cuando Vuestra Santidad desee oirá el consejo general de los ancianos y varones
respetables de nuestra Orden existentes en las provincias y Bailíos de esta parte de Europa,
mandaré a los mismos congregarse también si es vuestra voluntad delante de Vos, y entonces
podréis oír el dictamen y parecer de dicho nuestro consejo de los expresados Freyles, y
después resolver según lo oído lo que Vuestra Santidad juzgará mejor y más útil.
6. .../...
(Está claro que esta memoria se presentó ante el Papa. Para hablar de la Unificación se
convocó al Gran Maestre del Hospital y al del Temple. Él del Hospital no acudió. Poco tiempo
después se produjo la consabida infamia. De Molay causa de tratar todas estas cuestiones no
se le permitió moverse de Francia.)
7. DOCUMENTO EMITIDO POR EL REY
DE FRANCIA ORDENANDO EL
ARRESTO DE LOS TEMPLARIOS
"Felipe, por la gracia de Dios, Rey de los Francos, a nuestros amados y fieles
nuestros Señores de Oneval y Juan de Tornaville Caballero y Bayle de Ruan,
Salud y Amor.
Una cosa deplorable digna de lamentación, llena de acritud y amargura; cosa
extraña y suceso monstruoso, del cual no puede pensarse sin espanto, que no
puede oírse sin horror, crimen detestable, obra abominable, maldad
execrable,iniquidad,perversidades inoidas,excesos y atrocidades contrarias a
8. todo sentimiento de humanidad, han llegado a nuestra noticia por medio de
muchas personas dignas de fe, no sin dejarnos sumidos en un profundo
estupor, y no sin hacernos estremecer de un violento horror y espanto.
Después de haber examinado crímenes tan numerosos e infamias tan atroces
que atacan directamente a la majestad divina, a la ortodoxia de la fe y honor
del cristianismo, que ellas son el oprobio de la humanidad, un contagio
peligroso y un escándalo universal.
....
No ha mucho pues, llegó a nuestro conocimiento, por relación de personas
dignas de fe, que los Caballeros de la Orden y milicia del Temple, ocultando el
lobo con apariencia de cordero, y bajo el hábito religioso, insultando la religión
de nuestra fe, atacando a nuestro Señor Jesucristo, que fué crucificado por la
redención del género humano, le hacen sufrir ultrajes más crueles que los que
sufrió sobre la cruz y le crucifican de nuevo.
En efecto, cuando entran en la Orden y hacen su profesión, se les presenta un
crucifijo, y por desgracia, ¡qué decimos! Por una miserable obcecación,
reniegan tres veces, y cediendo a horrible credulidad le escupen tres veces a la
cara,después,quitandose los vestidos que llevan del siglo, se ofrecen desnudos
a su visitador que los ha recibido, conforme a los ritos profanos de su Orden y
en desprecio de la dignidad humana son besados por tres veces, una bajo la
espina dorsal, en el ombligo y en la boca, y después de haber ofendido la ley
divina con tan abominables atentados y tan detestables prácticas no temen
ofender la ley humana, obligándose por voto de su profesión el entregarse a
horribles y escandalosos desórdenes, la cólera de Dios no podía faltar en
humillar a estos hijos de la incredulidad.
Esta raza inmunda ha abandonado la fuente del agua de la vida, ella ha
cambiado su gloria en la adoración del becerro, ella ha sacrificado a los ídolos,
raza pérfida, insensata y entregada sin rubor al culto de los ídolos, ella con los
9. actos y obras detestables y también con sus palabras han llenado la tierra con
su inmundicia, corrompido el rocío celestial, infestado el aire e introducido la
confusión en la Iglesia.
....
Tomando como obligación a una investigación para descubrir la verdad. A este
fin después de haber conferido con nuestro Santísimo Padre en Dios Clemente
por la gracia divina Soberano Pontífice de la muy Santa Iglesia romana y
universal, y deliberando con nuestros prelados y barones, Nos hemos
determinado tomar las medidas para proceder a una información conveniente,
y seguir las vías eficaces que puedan conducirnos a ver más claro en este
asunto.
....
Por lo que Nos que hemos sido constituidos por Dios como centinela en el
puesto elevado de la sublimidad real, para la defensa de la fe y libertad de la
Iglesia, y que deseamos sobre todo el engrandecimiento de la católica, y vistas
las expresas instancias hechas por nuestro muy amado en Jesucristo Fr.
Guillermo de París delegado de la Sede Apostólica como inquisidor de la
herejía, a propósito de los crímenes imputados por la voz pública a los
Templarios, teniendo en cuenta también las presunciones e inducciones
legítimas, y conjeturas probables contra los dichos enemigos de Dios, de la fe y
de la naturaleza, y despreciadores del pacto humano, accediendo a las justas y
reiteradas suplicas de dicho Inquisidor que ha implorado el recurso de nuestro
brazo, y aunque muchos de entre ellos puede haber inocentes, considerando la
gravedad del asunto y la dificultad de hallar de otra manera la verdad,
considerando también que violentas sospechas se levantan contra todos, si hay
inocentes, así como el crisol purifica el oro, así también el examen y el juicio
declararán su inocencia.
Por lo tanto habiendo moderadamente deliberado con los prelados, barones de
10. nuestro Reino y con muchos consejeros, como ya se ha dicho. Hemos
ordenado que cada unos de los miembros de ésta Orden sea arrestado dentro
de nuestro Reino, sin excepción alguna, tenido preso y sujeto al juicio de la
Iglesia.
Que todos los bienes, muebles e inmuebles sean secuestrados y retenidos bajo
nuestro poder.
Bajo este concepto, Nos os sometemos y os mandamos por orden estrecha de
trasladaros los dos o uno de vosotros al Bailo....,y arrestar a todos los
Caballeros sin excepción, tenerlos presos para presentarlos al juicio de la
Iglesia, apoderándoos de sus bienes, muebles e inmuebles y guardarlos bajo
vuestra mano,sin gastarlos ni destruirlos conforme a la ordenanza o instrucción
que Nos os remitimos bajo nuestro contrasello, y esto hasta que os ordenemos
otra cosa.
Y Nos encargamos a nuestros fieles, a nuestros justicieros y a nuestros
súbditos por el Señor de las presentes que os obedezcan y den ayuda sobre
cada una de las cosas sobredichas, y para todo lo que toque.
Dadas en la Real Abadía de Nuestra Señora cerca de Pontoise día de la fiesta
de la exaltación de la Santa Cruz, 14 de septiembre año del Señor 1307."
CARTA DE LOS TEMPLARIOS
SITIADOS EN MIRAVET AL PAPA
CLEMENTE
11. Santísimo y Beatísimo Padre en Cristo Señor Clemente, por la Divina Providencia,
Sumo Pontífice de la Sacrosanta Romana y Universal Iglesia.
Los humildes y abatidos Freyre de la Pobre Milicia del Temple residentes en Aragón y
Cataluña, con lágrimas y amargura besan los pies de Vuestra Beatitud.
Las tribulaciones y angustias con las cuales nos vemos afligidos en cuerpo y alma, nos
mueven a enviar el presente escrito, a fin de que sepa Vuestra Santidad las
tribulaciones que estamos padeciendo, deseando estar bajo la sombra de Vuestras
alas para alcanzar remedio a nuestros males, y con gemidos y dolor de corazón, con
llanto y amargura a Vuestra Clemencia exclamamos:
Júzganoslo Santo Padre, y discierne nuestra causa de gente non santa, y líbranos del
hombre inicuo y engañoso,porque,oh Padre Santo, eres nuestra fortaleza.
12. ¿Por qué nos desechaste, y por qué andamos tristes y somos cautivos mientras nos
aflige el enemigo?
Ciertamente, Vuestra Santidad lo sabe muy bien, el temor y el terror vinieron de golpe
sobre nosotros, y con falsos e inauditos crímenes nos envolvieron; falsos crímenes
:calumniosamente se han inventado sugeridos por el Diablo contra nuestra santa y
religiosa Orden, aprobada y confirmada por la Santa Iglesia.
El Señor y Salvador nuestro Jesucristo nos dice que los falsos religiosos se conocerán
por sus obras; no obstante con tales crímenes, ni la verdad del Evangelio, ni los
estatutos de los Cánones, ni sus sanciones, han sido legítimamente observadas, por
cuanto los calumniadores, y falsos acusadores, viendo nuestras obras y las de
nuestros hermanos, hacer los posible por el nombre de Cristo y engrandecimiento de
la Fe, exponer sus cuerpos y sus almas por la defensa de la Iglesia de Dios, muertos
en el campo de batalla o cautivos y otros peligros por imitar el ejemplo de Cristo, y no
pudiendo aquéllos, según sus obras, acusar en la malicia y perversidad de los
perseguidores del Protomártir San Esteban, calumnian y acusan a nosotros y
hermanos nuestros de inauditos, nefandos e increíbles crímenes; verificándose del
indicado escrito lo del salmista: "inventaron iniquidades y formaron consejo de
iniquidad", y lo que es más abominable, su perversidad logró que algunos hermanos
de la Orden, ya por intolerables tormentos, ya con promesas de bienes perniciosos, y
con ánimos de hombres miserables, y principalmente en las cárceles, en donde,
introducida la seducción, obligaron inhumanamente a que algunos de nuestros
hermanos, contra la verdad, confesasen los falsos crímenes imputados.
13. Con motivo de dichos falsos delitos, el Ilustre Rey de Aragón, con autorización de
cierto escrito de Vuestra Santidad, mandó arrestar a nuestro venerable Maestre de la
provincia de Aragón y Cataluña, y a muchos hermanos, reduciéndolos a prisión y
ocupando nuestros bienes. Nosotros nos recogimos en algunos de nuestros castillos,
en los cuales nos tiene sitiados desde hace nueve meses, estrechándonos y luchando
con ejército y máquinas de guerra, y en virtud de la autoridad del indicado escrito, nos
requirió que dichos castillos le fuesen entregados y nuestras personas reducidas a
prisión.
Pero dudando nosotros de la autenticidad del escrito contestamos que los Castillos
pertenecían a la Santa Iglesia y sujetos a Vuestra Santidad, y que por consiguiente,
todos estamos preparados, como verdaderos y fieles hijos de la Iglesia, y como tales
obedientes en todo, no obstante considerando sospechoso el escrito, no obedecimos
el mandato del Rey, de entregar los castillos ni nuestras personas.
A consecuencia de nuestra resolución el Señor Rey ha juzgado hacer un servicio a
Dios y a la Iglesia, no solamente estrechándonos por medio de un sitio riguroso y
violento, sí que también quien nos mate e impugne.
.../...
Por lo tanto en nuestra extremidad recurrimos a Vuestra Beatitud, para que se digne
dirigir hacia nosotros sus ojos de clemencia, pues que llamándose Clemente lo sea en
realidad para nosotros, intercediendo con su amadísimo hijo el Rey de Aragón, para
que cese y desista al momento de dicho sitio, por razón de que tales Castillos
pertenecen al patrimonio de la Iglesia, y los frailes que los defienden no se les haga
ningún daño, pues todos estamos dispuestos como hijos fieles de la Iglesia obedecer
14. en todo a Vuestra Santidad, y tanto nosotros como los castillos y bienes
pertenecientes a la Orden del Temple, estamos preparados para entregar y volver a la
Iglesia y a vuestra Beatitud, siempre y cuando vuestra paternidad así lo ordenase.
Además ofrecemos estar prontos y sumisos a enmendarnos si se reconoce que haya
faltas en la Orden según vuestra Santidad considerare ser justo y conveniente, y tanto
los Freiles, Caballeros y Cervantes protestan de ser verdaderos Católicos Cristianos
ya en guerra, ya en otra manera, según los cánones y sanciones de la Iglesia.
Finalmente, nosotros y nuestra Orden la recomendamos humilde y devotamente a la
mansedumbre y clemencia de vuestra gracia.
En el Castillo de Miravet, fiesta de san Simón y san Judas, 28 de Octubre de 1308
Fr,Raimundo Zaguardia . Comendador
Fr,Bartolomé de San Justo . Comendador
CARTA DEL COMENDADOR
FR.RAIMUNDO ÇA GUARDIA AL
REY D.JAIME II
.../...
15. "Si este encantamiento que se ha hecho por el Señor Rey de Francia contra los freiles
del Temple queréis vos seguir debierais atender a que nosotros no somos de la misma
condición de aquellos. Porque nosotros somos vuestros naturales, y aquellos son de
diversas naciones, lenguas y tierras, que conquistaron dicho rey y sus predecesores
con fervor y ayuda de la Iglesia y lo que ellos tienen en su país no pueden decir que lo
hayan adquirido por conquista sobre los enemigos de la fe, sino por mandas y
donaciones que se han hecho a los freyles del Temple, y compras y mejoras que ellos
han hecho. Cuando nuestros freyles,junto con vuestros predecesores, derramando su
sangre y muriendo en combate contra los enemigos de la fe, y tomando de las otras
tierras y provincias lo que de estas podían tomar, han ayudado a conquistar y a
sostener y defender el país contra los enemigos de la fe, como de ello,Señor,hacen
testimonio vuestros predecesores con sus privilegios y franquezas que nosotros
hemos alcanzado, de lo que proviene que en las mismas libertades digan que dan
tales gracias para salvación de sus almas, y en remisión de sus pecados, a nosotros
que somos batalladores, defensores y muro contra los enemigos de la fe de
Jesucristo.
Aún más,Señor,toda la gente de vuestros reinos o la mayor parte sabe bien, que
cuando los Sarracenos vienen contra vuestro reino, los Freyles del Temple son los
primeros que acuden en defensa de vuestro reino y de la fe de Nuestro Señor, y no
hace mucho tiempo que el último Maestre que murió, entró en tierras del Rey de
Granada, con pocos freyles y pocas compañías, y vencieron a las gentes del Rey de
16. Granada, y combatieron castillos y talaron el país y se albergaron donde quisieron, lo
que fue en gran honor vuestro y de vuestras gentes; y aún más,Señor,Fr.Pedro de
Moncada, que era Maestre de Aragón, fue preso en el valle de Albaida y todos los
freyles que con él iba fueron muertos o presos en servicio de Dios y en defensa de la
fe y de vuestro reino; y aún más,Señor,los freyles de esta parte del mar,(en
contraposición a Ultramar) sean del Temple, del Hospital o de cualquier otra religión
que hayamos oído nombrarnos hacen tan grandes limosnas como los freyles de
vuestra tierra, pues en tiempo de Fr. Bernardo de Montolín,Comendador de Huesca,
en Monzón, llegaba el número de los socorridos a cinco o seis mil personas, y en las
demás casas donde hay freyles nuestros, se hace la limosna que se puede y en
Mirevet,ya que no pueden acudir allí tantos cristianos se da limosna lo mismo a
cristianos que a sarracenos,en satisfacción de Dios, y como buen ejemplo de dichas
gentes; y Nos, en el Mas Deu,le damos todos los días a tantas gentes como quieren
allí venir...y aún más,Señor;tened presente la lealtad y constancia con que han
servido los Freyles del temple a vuestros predecesores, por lo que, aún cuando todos
los hombres de mundo nos faltasen, Vos no deberíais sostener, pues cuando el Rey
de Francia vino a esta tierra a conquistarla, Fray Berenguer de San Just que era
Maestre,y los demás frailes del Temple de la Bailía de Aragón no se separaron del
Señor Rey Pedro, cuando la gente de Barcelona y la del país huían y se tenían por
perdidos, mientras que dichos freyles guardaban abastecidos y dispuestos sus
castillos y fuerzas, con voluntad de morir por el señor rey o de salvarle el reino
defendiendo el pais,cumpliendo así un deber de naturaleza; por todo lo
que,Señor,parecería ser lo más justo que vos debieseis librar a nuestro Maestre y a
los demás freyles que están presos...Por todo esto clamamos de vos merced, para
que vuestra bondad,nobleza,sabiduría y devoción nos deba ayudar y valer, haciendo
que se oiga nuestra verdad antes de proceder contra nosotros pues así Nos, como
todos los demás freyles de vuestro Señorío, dispuestos estamos a toda prueba y
averiguaciones que se nos pueda hacer, ya sea en poder de prelados, como de ricos
hombres y demás gentes de vuestra tierra con tal de que sean dignos de fe...
Miravet, 8 Diciembre 1308
."
17. CARTA DE SAN BERNARDO DE
CLARAVAL A SU TÍO, ANDRÉS DE
MONTBARD
(Caballero templario a la sazón y
maestre poco después)
La carta que me enviaste hace poco la recibí en el lecho de la enfermedad. La acogí con las
manos abiertas, la leí con gozo y la volví a leer con alegría; pero me habría regocijado mucho
más viéndote a ti. En ella he leído el deseo que tienes de verme, y también tu miedo ante el
peligro en que se halla la tierra honrada con la presencia del Señor, y la ciudad consagrada con
su sangre. ¡Ay de nuestro príncipe! No han actuado bien en la tierra del Señor, y al volver
rápidamente a su patria no cesan de practicar el mal ni les duele el desastre de José. Son muy
fuertes para hacer el mal e incapaces de realizar el bien. Confiamos, sin embargo, que el Señor
no rechazará a su pueblo ni abandonará su heredad. La diestra del Señor hará proezas y
desplegará su poder para hacer saber a todos que es mejor confiar en el Señor que fiarse de
los jefes.
Haces muy bien en compararte a la hormiga. ¿Qué otra cosas somos los hombres y los
18. habitantes del orbe sino unas hormigas que nos agotamos en fruslerías y vanidades? ¿Qué
fruto saca el hombre de todas las fatigas que le agotan bajo el sol? Elevémonos, por tanto,
sobre el sol y vivamos en el cielos, anticipándonos ya con la mente adonde iremos también con
el cuerpo. Allí, querido Andrés, allí están los frutos de tu trabajo, allí tu recompensa. Luchas
bajo el sol, pero lo haces por aquel que reina encima del sol. Luchemos aquí y esperemos allí el
premio. La soldada de nuestra milicia no es de la tierra, no es de aquí abajo: es inmensa,
supera todas las perlas del mundo. Bajo el sol reina la escasez, y más arriba del sol la
abundancia. Nos darán una medida generosa, colmada, remecida y rebosante.
Deseas verme y dices que depende de mi decisión el que se cumpla tu deseo. Añades que sólo
esperas mi mandato. ¿Qué quieres que te diga? Deseo que vengas y temo tu venida. Ante la
perplejidad de querer y no querer, las dos cosas tiran de mí y no sé que elegir. Por una parte
quiero satisfacer tu deseo y también el mío; y por otro lado puede más el gran prestigio que
ahí tienes y el hecho de ser considerado tan necesario en esa tierra, que tu ausencia, según se
dice, traería grandes peligros. Así pues, como no puedo mandarte nada, opto por verte antes
de morir. Tú puedes ver y juzgar mejor cómo venir sin causar escándalo a ese pueblo. Y tal vez
tu venida no será completamente inútil. Es posible que, con la ayuda de Dios, habría algunas
personas que te acompañarían a socorrer a la Iglesia de Dios cuando regesaras de nuevo allá,
porque eres muy conocido y estimado aquí. Dios puede hacer que digas lo mismo que el santo
patriarca Jacob: Con mi bastón pasé este Jordán y ahora llevo dos caravanas.
En una palabras: si vas a venir, no tardes, no sea que al llegar ya no me encuentres. Me estoy
consumiendo y creo que no permaneceré mucho tiempo en este mundo. ¿Quién me regalará,
al menor por un momento, el consuelo de tu amable y dulce presencia, en la voluntad de Dios,
antes de partir? He escrito a la reina, como me pedías, y me alegra el buen testimonio que me
das de ella. Saluda de mi parte, en el Señor, al Maestre y a todos vuestros hermanos del
Templo y a los del Hospital. Me encomiendo a las oraciones de los cautivos y de los hombres
piadosos, y cuando te sea posible salúdalos de mi parte en el Señor. Represéntame ante ellos.
Saludo también con gran afecto y respeto a nuestro Gerardo, que vivió hace tiempo con
nosotros y ahora, según me dicen, ha sido elegido obispo.