Este documento describe a varios santos que eran venerados por los caballeros templarios, incluyendo a San Juan Bautista, María Magdalena, San Jorge, San Miguel Arcángel, San Bartolomé, San Blas y San Bernardo de Claraval. Proporciona detalles sobre la vida y significado religioso de San Juan Bautista y María Magdalena.
1. Santos Templarios
En este documento, vamos a incidir en un tema muy interesante sobre
los santos atribuidos al fervor de los caballeros templarios. Fervor que a lo
largo del tiempo sigue siendo objeto de veneración tanto por la iglesia católica
como por otras confesiones.
No son propiamente dichos Santos de la Orden, pero si han sido
venerados siempre por los Templarios.
Los Santos Templarios que se siguen venerando hoy en día son:
· San Juan El Bautista.
· Ntra. Sra. María Magdalena.
· San Jorge (Patrón de los Cruzados).
· San Miguel Arcángel.
· San Bartolomé.
· San Blas.
· San Bernardo de Claraval.
San Juan El Bautista. (24 de Junio).
2. La voz del que clama en el desierto
Martirio de San Juan: 29 de agosto
Precursor del nacimiento y de la muerte de Cristo.
Hijo de Zacarías e Isabel, pariente de la Virgen María, es el precursor de Jesucristo.
En esta misión se entrega totalmente viviendo en penitencia, austeridad, y celo por las
almas. Bautizó a Jesús en el Jordán. Es el último y más grande de los profetas del
A.T. ya que es puente con en N.T. Según Lucas 3:1-3, Juan comenzó a predicar y a
bautizar en el desierto «el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio,
cuando Poncio Pilato gobernaba Judea, cuando Herodes era tetrarca de Galilea, su
hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, en
tiempo de los sumos sacerdotes Anás y Caifás».
Tiberio sucedió a Augusto el 19 de agosto del año 767 (año 13 d. C.) de la fundación de Roma.
Lucas pudo contabilizar los años siguiendo el calendario sirio, que inicia el año 1 de octubre, o
bien el calendario romano, que comienza en marzo, por lo cual no sabemos si tuvo en cuenta
el primer año de la sucesión. Así, la fecha aproximada del inicio de la actividad del Bautista
estaría en torno al año 28 de nuestra era.
Juan Bautista se definió a sí mismo como «voz que clama en el desierto: "rectificad los caminos
del Señor"» (Juan 1:23), con lo cual cumplía expresamente una profecía de Isaías (Mateo 3:1-4, Lucas
3:4-6, Isaías 40:3-5). Marcos 1:1-4 une a ésta el cumplimiento de otra profecía, de Malaquías 3:1. Esta
misma misión general, cumplir unidas ambas profecías, vista como una, fue definida en general por los
esenios para ellos mismos, según la Regla de la Comunidad (1QS VIII 13-14; 4Q259 III 3-6), encontrada
entre los Manuscritos del Mar Muerto y datada entre los años 100 y 75 a. C. También la liturgia bautismal
esenia (4Q14) pudo haber servido de inspiración a Juan.
La Iglesia católica celebra su fiesta principal el 24 de junio (seis meses antes de Navidad, ya
que el Evangelio cuenta que su madre Isabel estaba de seis meses cuando el ángel anunció a
la prima de ésta, María, que sería madre del Mesías). El 29 de agosto se conmemora su
decapitación (Degollación de san Juan Bautista).
3. San Juan Bautista es uno de los santos más celebrados de Europa, siendo patrón de Florencia,
Badajoz, Chiclana de la Frontera, Albacete, Telde y Arucas en Gran Canaria y Puerto Rico,
además de serlo de los monjes Cartujos y de la Orden de Malta. La noche del 23 de junio
(víspera del día de su fiesta) se realizan las famosas hogueras de san Juan, entre las que
destacan las de Alicante, declarada de Interés Turístico Internacional, y las de La Coruña,
declarada ésta de Interés Turístico Nacional.
Según Lucas (1:59-60) Isabel y Zacarías circuncidaron a su hijo a los ocho días siguiendo el
precepto que Yavé mandara a Abrahán (Gén 17, 11-12). Los sacerdotes católicos practicarían
el rito del bautismo siguiendo el prototipo de Juan el Bautista, aunque sin aplicar la circuncisión.
También, según Mateo (3:6), las gentes confesaban a Juan sus pecados y Juan las bautizaba
mientras en el rito católico el bautismo y la confesión son independientes.
"Conviene que El (Jesús) crezca, y que yo disminuya" -San Juan
Bautista.
Ntra. Sra. María Magdalena. (22 de Julio).
La cantidad de iglesias que la Orden del Temple dedicó a esta Santa creo que
habla por sí sola.
María Magdalena (en hebreo: ;מרים המגדליתen griego antiguo: Μαρία ἡ Μαγδαληνή) es mencionada,
tanto en el Nuevo Testamento canónico como en varios evangelios apócrifos, como una distinguida
discípula de Jesús de Nazaret. Es considerada santa por la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Ortodoxa y
la Comunión Anglicana, que celebran su festividad el 22 de julio. Reviste una especial importancia para
las corrientes gnósticas del cristianismo. Su nombre hace referencia a su lugar de procedencia: Magdala,
localidad situada en la costa occidental de lago de Tiberíades.
4. La información sobre María Magdalena en los evangelios canónicos es escasa. Es citada en
relación con cuatro hechos diferentes:
De acuerdo con el evangelio de Lucas (Lc 8:2), María Magdalena alojó y
proveyó materialmente a Jesús y sus discípulos durante su predicación en
Galilea. Se añade que anteriormente había sido curada por Jesús: "Le
acompañaban los doce y algunas mujeres que habían sido curadas de
enfermedades y espíritus malignos: María, llamada Magdalena, de la cual
habían salido siete demonios [...]".
De acuerdo con los evangelios de Marcos (Mc 15:45-47), Mateo (Mt 27:55-56)
y Juan (Jn 19:25), estuvo presente durante la crucifixión de Jesús.
En compañía de otras mujeres, fue la primera testigo de la resurrección, según
una tradición en la que concuerdan los cuatro evangelios (Mt 28:1-5, Jn 20:1-2,
Mc 16:1-5, Lc 24:1-10). Después comunicó la noticia a Pedro y a los demás
apóstoles.
Según un relato que sólo aparece en el evangelio de Juan, fue testigo de una
aparición de Jesús resucitado (Jn 20:11-18).
Identificación con otros personajes
Los citados son los únicos pasajes de los evangelios canónicos en los que se cita a "María de
Magdala". La tradición cristiana occidental (católica), sin embargo, aunque sin apoyarse en
evidencias textuales de ningún tipo, ha identificado con María Magdalena a otros personajes
citados en el Nuevo Testamento:
La mujer adúltera a la que Jesús salva de la lapidación, en un episodio que
sólo relata el evangelio de Juan (Jn 8:3-11)
La mujer que unge con perfumes los pies de Jesús y los enjuga con sus
cabellos antes de su llegada a Jerusalén según los evangelios sinópticos (Lc
7:36-50, Mc 14:3-8,Mt 26:6-13), cuyo nombre no se menciona. Según Marcos y
Mateo, sin embargo, la unción tuvo lugar en Betania, "en casa de Simón el
leproso", lo que ha llevado a identificar a esta mujer a su vez con María de
Betania.
María de Betania, hermana de Lázaro, a la que se atribuye en el evangelio de
Juan la iniciativa antes mencionada (Jn 12:1-8), y que aparece en otros
conocidos pasajes del cuarto evangelio, como la resurrección de Lázaro (Jn
11:20-30). Se identifica también con la María del episodio de la disputa entre
Marta y María (Lc 10:38-42).
La identidad de María Magdalena como María de Betania y "la mujer quien fue una pecadora"
fue establecida en un sermón que el papa san Gregorio I dio en el año 591, en el cual dijo:
5. "Ella, la cual Lucas llama la mujer pecadora, la cual José llama María [de Betania], nosotros
creemos que es María, de quien siete demonios fueron expulsados, según Marcos."
Difundida por los teólogos de los siglos III y IV, esta teoría gozó de mucha popularidad en el
siglo XIX y constituyó un tema frecuente en la iconografía cristiana occidental.
Leyendas posteriores
María Magdalena en un icono de la Iglesia ortodoxa.
Según la tradición ortodoxa, María Magdalena se retiró a Éfeso con la Virgen María y el apóstol
Juan, y murió allí. En 886 sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla, donde se
conservan en la actualidad. Gregorio de Tours (De miraculis, I, xxx) corrobora la tradición de
que se retiró a Éfeso, y no menciona ninguna relación con Francia.
Más adelante, sin embargo, surgió en el mundo católico una tradición diferente, según la cual
María Magdalena (identificada aquí con María de Betania), su hermano Lázaro y Maximino,
uno de los setenta y dos discípulos, así como algunos compañeros, viajaron en barca por el
Mar Mediterráneo huyendo de las persecuciones en Tierra Santa y desembarcaron finalmente
en el lugar llamado Saintes Maries de la Mer, cerca de Arlés. Posteriormente, María Magdalena
viajó hasta Marsella, desde donde emprendió, supuestamente, la evangelización de Provenza,
para después retirarse a una cueva -La Sainte-Baume- en las cercanías de Marsella, donde
habría llevado una vida de penitencia durante 30 años. Según esta leyenda, cuando llegó la
hora de su muerte fue llevada por los ángeles a Aix-en-Provence, al oratorio de San Maximino,
donde recibió el viático. Su cuerpo fue sepultado en un oratorio construido por Maximino en
Villa Lata, conocido desde entonces como St. Maximin.
6. La tradición del huevo de Pascua
Existe una antigua tradición cristiana de pintar huevos de Pascua. Estos huevos simbolizan la
nueva vida y a Cristo emergiendo de la tumba,4 de hecho, los cristianos ortodoxos acompañan
esta tradición con la consigna: «¡Cristo ha resucitado!».
Una tradición ortodoxa relata que tras la Ascensión, María Magdalena fue a Roma a predicar
el evangelio. En presencia del emperador romano Tiberio, y sosteniendo un huevo de gallina,
exclamó:«¡Cristo ha resucitado!». El emperador se rio y le dijo que eso era tan probable como
que el huevo se volviera rojo. Antes de que acabara de hablar el huevo se había vuelto rojo.
Otra tradición habla de que el corazón sagrado de Cristo quedaría encerrado en un recipiente
con forma de huevo del que María Magdalena sería guardiana.
Veneración de María Magdalena
Interior de la basílica de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume.
Vézelay
El primer lugar de Francia en el que se sabe que hubo culto a María Magdalena fue la ciudad
de Vézelay, en Borgoña. Aunque, según parece, en sus inicios el templo de Vézelay estaba
dedicado a la virgen María, y no a María Magdalena, por alguna razón los monjes decidieron
que la abadía era el lugar de enterramiento de María Magdalena, y están atestiguadas las
peregrinaciones al sepulcro de María Magdalena en Vézelay desde al menos 1030. El 27 de
abril de 1050, una bula del papa León IX colocaba oficialmente la abadía de Vézelay bajo el
patronazgo de María Magdalena. Santiago de la Vorágine refiere la versión oficial del traslado
de las reliquias de la santa desde su sepulcro en el oratorio de San Maximino en Aix-en-
Provence hasta la recién fundada abadía de Vézelay, en 771. El san Maximino de esta leyenda
es un personaje que combina rasgos del obispo histórico Maximino con el Maximino que según
la leyenda acompañó a María Magdalena, Marta y Lázaro a Provenza..
7. Saint-Maximin
Un culto posterior que atrajo numerosos peregrinos se inició cuando el cuerpo de María
Magdalena fue oficialmente descubierto, el 9 de septiembre de 1279, en Saint-Maximin-la-
Sainte-Baume, Provenza, por el entonces príncipe de Salerno, futuro rey Carlos II de Nápoles.
En esa ubicación se construyó un gran monasterio dominico, de estilo gótico, uno de los más
importantes del sur de Francia.
En 1600, las supuestas reliquias fueron depositadas en un sarcófago mandado realizar por el
papa Clemente VIII, pero la cabeza se depositó aparte, en un relicario. Las reliquias fueron
profanadas durante la Revolución francesa. En 1814 se restauró el templo y se recuperó la
cabeza de la santa, que se venera actualmente en ese lugar.
María Magdalena según la Iglesia Católica
María Magdalena es venerada por la Iglesia católica oficialmente como Santa María
Magdalena. Existen múltiples templos en todo el mundo dedicados a esta santa católica.
Magdalena penitente
Mientras que el cristianismo oriental honra especialmente a María Magdalena por su cercanía a
Jesús, considerándola "igual a los apóstoles", en Occidente se desarrolló, basándose en su
identificación con otras mujeres de los evangelios la idea de que antes de conocer a Jesús,
había sido muy pecadora y de ahí viene el suponer, aunque la Iglesia Católica no lo afirme, que
se haya dedicado a la prostitución.
Gregor Erhart: Maria Magdalena (Museo del Louvre).
8. Esta idea nace, en primer lugar, de la identificación de María con la pecadora de ( Lc 7:36-50),
de quien se dice únicamente que era pecadora y que amó mucho; en segundo lugar, de la
referencia en (Lc 8:2), donde se dice, esta vez refiriéndose claramente a María Magdalena, que
de ella "habían salido siete demonios". Como puede verse, nada en estos pasajes evangélicos
permite concluir que María Magdalena se dedicase a la prostitución.
No se sabe con exactitud cuándo comenzó a identificarse a María Magdalena con María de
Betania y la mujer de (Lc 7:36-50), pero ya en una homilía del papa Gregorio Magno (muerto
en 591) se expresa inequívocamente la identidad de estas tres mujeres, y se muestra a María
Magdalena como prostituta arrepentida. Por eso la leyenda posterior hace que pase el resto de
su vida en una cueva en el desierto, haciendo penitencia y mortificando su carne, y son
frecuentes en el arte occidental las representaciones de la "Magdalena penitente".
La imagen de María Magdalena como penitente también puede ser confundida gracias a la
tradición de María Egipcíaca, santa del siglo V, quien según La vida de los Santos de Jacobo
de la Vorágine, se había dedicado a la prostitución y se retiró al desierto a expiar sus culpas.
Es común ver representaciones de María Egipcíaca, con los cabellos largos que cubren su
cuerpo o envuelta con carrizos, símbolos de su penitencia en el desierto. Estos atributos en
ocasiones acompañan a la Magdalena, creando a veces la confusión de ambas santas.
En la tradición católica, por tanto, María Magdalena pasó a ser un personaje secundario, a
pesar de su indudable importancia en la tradición evangélica. El relegamiento que sufrió María
Magdalena ha sido relacionado por algunos autores con la situación subordinada de la mujer
en la Iglesia. A esta opinión oponen algunos teólogos católicos la especial consideración que
guarda la Iglesia para con Santa María, madre de Jesús, venerada con hiperdulía, en tanto que
los apóstoles y los otros santos son venerados con dulía.
En 1969, el papa Pablo VI retiró del calendario litúrgico el apelativo de "penitente" adjudicado
tradicionalmente a María Magdalena;5 asimismo, desde esa fecha dejaron de emplearse en la
liturgia de la festividad de María Magdalena la lectura del evangelio de Lucas (Lc 7:36-50)
acerca de la mujer pecadora.6 Desde entonces, la Iglesia Católica ha dejado de considerar a
Maria Magdalena una prostituta arrepentida. Sin embargo, esta visión continúa siendo la
predominante para muchos católicos.
María Magdalena y otras santas católicas
María Magdalena fue fuente de inspiración para una de las místicas más importantes en la
Iglesia Católica, santa Teresa del Niño Jesús, quién admiraba este amor tan profundo relatado
en el Evangelio en el cual María Magdalena piensa en servir a quien ama; así, Teresa decidió
dedicar su vida a quién más amaba: Jesús de Nazaret. En 1894 escribió: "Jesús nos ha
defendido en la persona de María Magdalena".
9. Otra destacada mística católica que encontró inspiración y consuelo en María Magdalena fue la
doctora de la Iglesia santa Teresa de Ávila, quien refirió haber recibido ayuda espiritual de la
Magdalena.
San Jorge. (23 de Abril).
Patrón de los Cruzados así como de diversos países y de capitales del mundo entero. Su
festividad se celebra el 23 de Abril.
Se cree que la leyenda de San Jorge se originó en el siglo IV, habría nacido en una familia
cristiana de finales del siglo III. Geroncio, su padre, originario de Capadocia, servía como oficial
en el ejército romano. Su madre Policromía volvió a su ciudad natal, Lydda (luego Diospolis,
actualmente Lod en Israel, con su joven hijo tras enviudar. Aún así fue capaz de darle una
buena educación al pequeño Jorge.
El joven al parecer siguió los pasos de su padre y se unió al ejército poco después de llegar a
la mayoría de edad. Debido a su carisma subió pronto de grado, llegando antes de los 30 a ser
tribuno y comes. Hacia esa época ya se le había destinado en Nicomedia como miembro de la
guardia personal del emperador romano Diocleciano quien reinó entre el 284 7 el 305.
En 303, Dioceclano emitió un edicto autorizando la persecución sistemática de los cristianos a
lo largo y ancho del imperio. Su césar Galerio fue el responsable de la decisión y continuaría la
10. persecución durante su propio reinado (del 305 al 311). Parece ser que Jorge recibió órdenes
de participar en la persecución, pero que prefirió dar a conocer su condición de cristiano y
criticar la decisión del emperador. Un airado Diocleciano reaccionó ordenando la tortura que
soportó sin emitir una sola queja, y posteriormente lo ejecutó.
Tras diversas torturas, San Jorge fue decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de
abril del 303. Los testigos de sus sufrimientos convencieron a la emperatriz Alejandra y a una
anónima sacerdotisa pagana a convertirse al cristianismo, que pasarían a unirse a Jorge en el
martirio. Su cuerpo fue devuelto a Lydda para ser enterrado.
La historia anterior es, en el mejor de los casos, dudosa. Sin embargo, su veneración como
mártir comenzó relativamente pronto. Se tienen noticias a través de relatos de peregrinos de
una iglesia construida en Diospolis (la antigua Lydda) en su honor durante el reinado de
Constantino I, que se convirtió en el centro del culto oriental a San Jorge.
Hacía los años 518-530, el archidiácono y bibliotecario Teodosio relata que Diospolis era el
centro del culto de Jorge. Un peregrino anónimo de Piacenza menciona lo mismo hacía el 570.
La iglesia fue destruida en 1010 y más tarde reconstruida por los cruzados. En 1191 y durante
la Tercera Cruzada (1189-1192), la iglesia fue destruida de nuevo por las fuerzas de Shalah ed
Din. Una nueva iglesia fue erigida en 1872 y aún se mantiene en pie.
Durante el siglo IV, la veneración al santo se extendió desde Palestina al resto del Imperio
Romano de Oriente. En el siglo V su popularidad llegó a la parte occidental del imperio.
En 494 Jorge de Capadocia fue canonizado por el Papa Gelasio I, mas lo incluyó junto con
«...aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados, pero cuyos actos sólo son
conocidos por Dios”.
Esta afirmación no evitaría la creación de diversas historias apócrifas sobre su vida, varias de
ellas llenas de milagros. De acuerdo con la Enciclopedia Católica, el texto más antiguo
preservado sobre la vida del santo se encuentra en el Acta Sanctorum, identificado por
estudiosos como un palimpsesto del siglo V, «lleno de extravagancias y maravillas más allá de
cualquier credibilidad”.
11. Hacía finales del siglo vi., el abad irlandés Adomnanus de la abadia de la isla de Iona relata
algunas de las leyendas orientales de Jorge recogidas por el obispo galo Arkulf en su
peregrinaje a Tierra Santa en el año 680.
En los comienzos del Islam, el santo cristiano se unió, a través del sincretismo religioso y
cultural, con el profeta judío Elías, el predicador judío samaritano Pineas y el santo islámico al-
Hadr('el verde') para formar una figura religiosa que era y todavía es venerada en las tres
grandes religiones monoteístas.
San Miguel Arcángel. (29 de Septiembre).
También un buen número de iglesias y ermitas dedicadas al culto de este Santo Ángel
corroboran su veneración por parte de los Caballeros del Temple.
Príncipe de los ángeles fieles al Señor. Su nombre significa: “¿Quién como Dios?”. En las
Sagradas Escrituras, aparece en el Libro de Daniel, en la Epístola del Apóstol Judas y en el
Apocalipsis. Como a Gabriel y Rafael, se le llama “Arcángel” en un sentido puramente
genérico, pero son los tres altísimos serafines. Su fiesta se celebra el 29 de septiembre.
12. Para los hebreos es el protector de Israel y patrono de la sinagoga. La Iglesia Católica lo
considera como patrono y protector de la Iglesia Universal. La Iglesia Copta lo considera el
primero de los siete arcángeles, junto con Gabriel, Rafael y Uriel. Supuestamente tocará la
trompeta el día del arrebatamiento (1° Tesalonicenses 4, 16), y es el encargado de frustrar a
Lucifer o Satanás, enemigo principal de Miguel por ser el arcángel de los ángeles caídos o del
mal (Apocalipsis 12:7). Por eso, en el arte se le representa como un ángel con armadura de
general romano, amenazando con una lanza o espada a un demonio o dragón. También suele
ser representado pesando las almas en la balanza, pues según la tradición, él tomaría parte en
el Juicio final
Aunque la mentalidad moderna se rebele a ello, es cierto que Dios, al componer el poema de la
historia humana, concede lugar de preferencia a los espíritus angélicos. Miguel es entre ellos
un astro de primera magnitud, figura principal entre los que sirven al trono del Señor y bajan a
la tierra para hacer cumplir sus designios. Protector del pueblo de Dios, de Israel, en la antigua
Ley; de la Iglesia de Cristo en el Nuevo Testamento. En las Sagradas Escrituras ha hallado su
fundamento la piedad popular de todos los tiempos para erigir a San Miguel en Príncipe de los
ejércitos celestiales, guerrero victorioso en las luchas cósmicas contra el espíritu rebelde, el
Dragón de las Tinieblas.
.
Miguel y el Dragón frente a frente, el Arcángel fiel contra soberbio Ángel de la Luz. Cada uno
manda un ejército de ángeles. Vence Miguel y el Dragón es sepultado en los infiernos.
De esta visión el profeta Patmos se derivan las imágenes medievales del guerrero de alas de
plata y labrada armadura, al que no le falta la lanza que destruye al dragón, vencido a sus pies.
La devoción popular, que ha influido notablemente en estos textos litúrgicos y que, por otra
parte, tiene ya precedentes en tradiciones judaicas, le considera “Pesador de Almas”, y así le
vemos en curiosas miniaturas de la Edad Media, con la balanza de la justicia divina en las
manos, felizmente inclinado un platillo hacía la gloria del cielo.
En Constantinopla tenía un templo dedicado a su nombre y era también muy famoso el
Mikaelión de Sostenión, cerca de la capital bizantina, donde según la tradición, el Arcángel
Miguel habría curado milagrosamente al emperador Constantino.
13. En Occidente también apareció el Arcángel en repetidas veces; sus apariciones más
famosas son las del Monte Gárgano en Italia, alrededor del año 500, y la del Monte
Adriano, donde en el 611 el Papa Adriano IV le construye un oratorio, sobre el que
más tarde sería el Castillo de Sant Ángelo.
En España alcanzó renombre su aparición en la serranía navarra de Aralar para
ayudar al noble caballero don Teodosio Goñi en lucha contra el dragón infernal.
El Mont Saint Michel, en Normandía, con una abadía gótica dedicada a su honor
también testificó su ayuda para con los navegantes.
Hoy en día ya no se dan tales apariciones aparatosas, pero el Arcángel se mantiene
fiel a su misión de custodio de la Iglesia, como lo proclama la oración a él dirigida al
final de la misa, preceptuada por León XIII.
Se cuenta que el 13 de octubre de 1884 el papa León XIII experimentó una visión en
la cual vio a Satanás y a sus demonios desafiando a Dios, diciendo que podía destruir
su Iglesia si quería. Sin embargo, el pontífice pensó que si el demonio no lograba su
cometido, sufriría una derrota humillante. Vio entonces aparecer a Miguel y lanzar a
Satanás y sus legiones en el abismo del Infierno. Después llamó a su Secretario para
la Congregación de Ritos. Le entregó una hoja de papel y mandó que se enviara a
todos los obispos del mundo, indicando que la oración que había escrito tenía que ser
recitada después de cada misa.
Esta oración es:
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y las asechanzas
del demonio.
Que Dios le reprima, es nuestra humilde súplica;
14. Y tú, Príncipe de la Milicia Celestial,
con la fuerza que Dios te ha dado, arroja al infierno
a Satanás y a los demás espíritus malignos
que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén."
Después del Concilio Vaticano II, el mandato de recitar esta oración al finalizar la misa
fue revocado pero se puede continuar con esta práctica a manera de devoción. De
acuerdo a la tradición católica, la Coronilla a San Miguel Arcángel ofrece grandes
bendiciones a quien la rece, incluyendo la liberación del purgatorio de la persona que
reza, de sus familiares y seres queridos.
San Bartolomé (24 de Agosto).
Parece que Bartolomé es un sobrenombre o segundo nombre que le fue añadido a su
antiguo nombre que era Natanael (que significa "regalo de Dios") Muchos autores creen que el
15. personaje que el evangelista San Juan llama Natanael, es el mismo que otros evangelistas lo
llaman Bartolomé. Porque San Mateo, San Lucas y San Marcos cuando nombran al apóstol
Felipe, le colocan como compañero de Felipe a Natanael. Fue uno de los primeros discípulos de
Jesús, natural de Caná de Galilea. No tenemos más datos ciertos acerca de él, fuera de lo poco
que aparece en los evangelios. Hay muchas y numerosas leyendas sobre su muerte, que lo
sitúan evangelizando en India, o en Armenia o en alguna región de África.
El día en que Natanael o Bartolomé se encontró por primera vez a Jesús fue para toda
su vida una fecha memorable, totalmente inolvidable. El evangelio de San Juan la narra de la
siguiente manera: "Jesús se encontró a Felipe y le dijo: "Sígueme". Felipe se encontró a
Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquél a quien anunciaron Moisés y los profetas. Es
Jesús de Nazaret". Natanael le respondió: " ¿Es que de Nazaret puede salir algo bueno?"
Felipe le dijo: "Ven y verás". Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tienen a un
israelita de verdad, en quien no hay engaño" Natanael le preguntó: "¿Desde cuándo me
conoces?" Le respondió Jesús: "antes de que Felipe te llamara, cuando tú estabas allá debajo
del árbol, yo te vi.". Le respondió Natanael: "Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de
Israel". Jesús le contestó: "Por haber dicho que te vi debajo del árbol, ¿crees? Te aseguró que
verás a los ángeles del cielo bajar y subir alrededor del Hijo del Hombre." (Jn 1,43 ).
Felipe, lo primero que hizo al experimentar el enorme gozo de ser discípulo de Jesús
fue ir a invitar a un gran amigo a que se hiciera también seguidor de tan excelente maestro. Era
una antorcha que encendía a otra antorcha. Pero nuestro santo al oír que Jesús era de Nazaret
(aunque no era de ese pueblo sino de Belén, pero la gente creía que había nacido allí) se
extrañó, porque aquél era uno de los más pequeños e ignorados pueblecitos del país, que ni
siquiera aparecía en los mapas. Felipe no le discutió a su pregunta pesimista sino solamente le
hizo una propuesta: "¡Ven y verás que gran profeta es!"
Y tan pronto como Jesús vio que nuestro santo se le acercaba, dijo de él un elogio que
cualquiera de nosotros envidiaría: "Este si que es un verdadero israelita, en el cual no hay
engaño". El joven discípulo se admira y le pregunta desde cuándo lo conoce, y el Divino
Maestro le añade algo que le va a conmover: "Allá, debajo de un árbol estabas pensando qué
sería de tu vida futura. Pensabas: ¿Qué querrá Dios que yo sea y que yo haga? Cuando
16. estabas allá en esos pensamientos, yo te estaba observando y viendo lo que pensabas".
Aquélla revelación lo impresionó profundamente y lo convenció de que este sí era un verdadero
profeta y un gran amigo de Dios y emocionado exclamó: "¡Maestro, Tú eres el hijo de Dios! ¡Tú
eres el Rey de Israel! ¡Maravillosa proclamación! Probablemente estaba meditando muy
seriamente allá abajo del árbol y pidiéndole a Dios que le iluminara lo que debía de hacer en el
futuro, y ahora viene Jesús a decirle que El leyó sus pensamientos. Esto lo convenció de que
se hallaba ante un verdadero profeta, un hombre de Dios que hasta leía los pensamientos. Y el
Redentor le añadió una noticia muy halagadora. Los israelitas se sabían de memoria la historia
de su antepasado Jacob, el cuál una noche, desterrado de su casa, se durmió junto a un árbol
y vio una escalera que unía la tierra con el cielo y montones de ángeles que bajaban y subían
por esa escalera misteriosa. Jesús explica a su nuevo amigo que un día verá a esos mismos
ángeles rodear al Hijo del Hombre, a ese salvador del mundo, y acompañarlo, al subir glorioso
a las alturas.
Desde entonces nuestro santo fue un discípulo incondicional de este enviado de Dios,
Cristo Jesús que tenía poderes y sabiduría del todo sobrenaturales. Con los otros 11 apóstoles
presenció los admirables milagros de Jesús, oyó sus sublimes enseñanzas y recibió el Espíritu
Santo en forma de lenguas de fuego.
El libro muy antiguo, y muy venerado, llamado el Martirologio Romano, resume así la
vida posterior del santo de hoy: "San Bartolomé predicó el evangelio en la India. Después pasó
a Armenia y allí convirtió a muchas gentes. Los enemigos de nuestra religión lo martirizaron
quitándole la piel, y después le cortaron la cabeza":
Lo pintaban los antiguos con la piel en sus brazos como quien lleva un abrigo, porque la
tradición cuenta que su martirio consistió en que le arrancaron la piel de su cuerpo, estando él
aún vivo.
Para San Bartolomé, como para nosotros, la santidad no se basa en hacer milagros, ni
en deslumbrar a otros con hazañas extraordinarias, sino en dedicar la vida a amar a Dios, a
hacer conocer y amar mas a Jesucristo, y a propagar su santa religión, y en tener una
17. constante caridad con los demás y tratar de hacer a todos el mayor bien posible. Oración a San
Bartolomé:
“Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad
de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él
enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén”
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San Blas. (3 de Febrero).
La fecha de nacimiento de San Blas es tentativa y se ubica alrededor del año
283 en Armenia menor, al nordeste de Capadocia. Su martirio, del cual nos
ocuparemos más adelante, se cree acaeció posiblemente en el año 316, dado que
toda la documentación que hubiese podido llegar a nuestros días, nos acota el autor,
ha sido destruida por las persecuciones de cuño persa y más tarde del emperador
Diocleciano, quien sentó un triste recuerdo en el Asia Menor. Será Constantino,
mediante su edicto de Tolerancia del año 313 el encargado de traer sosiego a tanta
persecución encarnizada en contra del cristianismo. Sin embargo, los tiempos no eran
los actuales en cuanto a una rápida comunicación. Por lo tanto, el influjo benefactor de
18. este edicto de Constantino no haría sentir su efecto sino con cierta lentitud, esto es
hasta su firme implementación.
Blas de Sebaste, venerado como san Blas, fue un médico, obispo de Sebaste (Sebastensis
armenorum) en Armenia (actual Sivas, Turquía), y mártir cristiano. Hizo vida eremítica en una
cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal. Fue torturado y
ejecutado en la época del emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos
de principios del siglo IV.
Su culto se extendió por todo Oriente, y más tarde por Occidente. En la Edad Media,
se llegaron a contabilizar solamente en Roma 35 iglesias bajo su advocación. Su
festividad se celebra 3 de febrero en las Iglesias de Occidente y el 11 de febrero en las
de Oriente.
Se lo considera patrono de los enfermos de garganta (faringe), y de los
otorrinolaringólogos. También es patrono de la República del Paraguay, de numerosas
localidades españolas, y de Dubrovnik (Croacia). En esta ciudad, su festividad es
emblemática y casi milenaria (se remonta como mínimo al año 1190) y se incorporó en
2009 en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.4
Entre las escasas fuentes de información sobre el obispo de Sebasto,
encontramos una del siglo VI en un compilado de conocimientos médicos, donde
surge la primera relación de Blas con respecto al mal de garganta. Desde allí,
mediando sus estudios en herboristería, se consideró a este santo una especie de
médico y se le tomó como fuente de invocación en la curación de este tipo de
malestares y de otros muchos. El Vaticano, luego de su canonización en 1244
(Concilio de Lyon) ha reconocido y establecido su culto formalmente en 1584.
Sin embargo, el culto popular a San Blas llega a Francia entre los siglos IX y X,
y le sigue en escaso tiempo su penetración en Suiza y Alemania, probablemente
mediante los buenos oficios del Sacro Imperio Romano Germánico. De allí en más, se
19. expande por el resto de Europa, llegando a las Américas de la mano de los
conquistadores.
Volviendo a Blas y sus prodigiosos milagros, éstos van desde la curación de
personas hasta el restablecimiento de animales, empleando hierbas o bien la señal de
la cruz. El comentario de estos prodigios cundía por toda Capadocia, llegando
inclusive hasta los oídos de un brutal gobernador romano de esta región llamado
Agrícola. De tal suerte, el benefactor es tomado prisionero por las fuerzas
gubernamentales y, camino a prisión, son numerosos los milagros que se le atribuyen
en beneficio de aldeanos y pastores que le cercaban el paso invocándole favores y
milagros.
Fracasado el intento del gobernador de hacer abjurar a Blas mediante el uso de
la tortura, lo hace colgar de un árbol y sus carnes son deshilachadas usando una
especie de peine de hierro. Es finalmente inmerso con una gran piedra al cuello dentro
del agua helada, (junto a ochenta voluntarios que mueren en la instancia) suplicio del
cual sale inexplicablemente vivo. Se cree que los ángeles evitaron su muerte a pedido
de Dios, cosa ésta que enfureció aún más al gobernador quien atribuyó su
supervivencia a cuestiones del empleo de una supuesta magia. De tal suerte que le
hace decapitar a efectos de terminar con su influencia en la población.
Se le representa con:
Un cerdo
Cirios entrecruzados (su fiesta es justo el día después de la Candelaria).
Cuerno
Mitra
Rastrillo de cardar.
LA ORDEN DE SAN BLAS Y DE LA SANTA VIRGEN MARÍA.
20. Se estima que esta orden fue creada en el siglo XII por un príncipe de Armenia,
en Palestina o en la Cilicia armeniana de la época, al mismo tiempo que hacía su
aparición la orden del temple. Es asimismo un hecho que los armenios revistaron en la
orden templaría. De allí la asociación de este santo como un patrono templario. Se
cree que dicha orden desapareció en el siglo XIII con la irrupción de los mongoles, y
también dentro de un reagrupamiento con otras órdenes militares-religiosas más
importantes, del tipo de la de San Juan de Jerusalén o del mismo Temple. No
olvidemos que tanto los políticos como los religiosos de entonces preconizaban estos
reagrupamientos de órdenes caballerescas de menor envergadura en otras de real
importancia a efectos de sumar soldados para la reconquista de la Tierra Santa en el
marco de una nueva cruzada.
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San Bernardo. (20 de Agosto).
Bernard de Fontaine, conocido como Bernardo de Claraval (en francés: Bernard de
Clairvaux) (castillo de Fontaine-lès-Dijon, (Borgoña), 1090 — Abadía de Claraval, Ville-
21. sous-la-Ferté, Champaña-Ardenas, Francia, 20 de agosto de 1153) fue un monje
cisterciense francés y abad de la abadía de Claraval.
Con él, la orden del Císter se expandió por toda Europa y ocupó el primer plano de la
influencia religiosa. Participó en los principales conflictos doctrinales de su época y se
implicó en los asuntos importantes de la Iglesia. En el cisma de Anacleto II se movilizó
para defender al que fue declarado verdadero papa, se opuso al racionalista Abelardo
y fue el apasionado predicador de la segunda Cruzada.
Es una personalidad esencial en la historia de la Iglesia católica y la más notable de su
siglo. Ejerció una gran influencia en la vida política y religiosa de Europa.
Sus contribuciones han perfilado la religiosidad cristiana, el canto gregoriano, la vida
monástica y la expansión de la arquitectura gótica.
La Iglesia católica lo canonizó en 1174 como san Bernardo de Claraval, y lo declaró
Doctor de la Iglesia en 1830.
Padre espiritual de la Orden del Temple, redacto su Regla.
En el año 1099, los cruzados recuperaron Jerusalén y los lugares santos de Palestina.
Los peregrinos eran atacados y robados en los caminos. Algunos caballeros
decidieron prolongar su voto y dedicar su vida a la defensa de los peregrinos. En 1127,
Hugo de Payens solicitó al papa Honorio II el reconocimiento de su organización.
Recibieron el apoyo del abad Bernardo, sobrino de uno de los nueve Caballeros
fundadores y a la postre quinto Gran Maestre de la Orden, André de Montbard. Así, se
reunió un concilio en Troyes para regular su organización.
En el concilio, solicitaron a Bernardo que redactase su regla, que fue sometida a
debate y con algunas modificaciones fue aprobada. La regla del Temple fue pues una
regla cisterciense, pues contiene grandes analogías con la misma; no podía ser de
otra forma ya que el abad era su inspirador. Era típica de las sociedades medievales,
con estructuras jerarquizadas, poderes totalitarios, regula la elección de los que
mandan y estructura las asambleas para asistirlos y, en su caso, controlarlos. Después
de esta primera redacción, hubo una segunda debida a Esteban de Chartres, Patriarca
de Jerusalén, denominada «regla latina» y cuyo texto se ha mantenido hasta nuestros
días.
22. Bernardo escribió en 1130, el Elogio de la nueva milicia templaria, que asoció a los
lugares de la vida de Jesús con infinidad de citas bíblicas. Intentó equiparar la nueva
milicia a una milicia divina:
Aspira esta milicia a exterminar a los hijos de la
infidelidad...combatiendo a la vez en un doble frente: contra los
hombres de carne y hueso y contra las fuerzas espirituales del mal.
Elogio de la nueva milicia templaria.