Este documento describe cómo las personas interpretan la realidad a través de mapas mentales en lugar de percibirla directamente. Estos mapas mentales se forman a partir de la información sensorial y se filtran por factores como la educación, la cultura y las experiencias personales. Cada mapa mental es una representación subjetiva de la realidad que influye en los comportamientos e interacciones de una persona con el mundo.
2. Las personas no operamos directamente sobre la realidad
(territorio), sino a partir de interpretaciones (mapas mentales).
Continuamente elaboramos mapas mentales de la realidad, manteniendo nuestras
propias representaciones del entorno en que nos movemos y de nosotros mismos.
3. El mundo que llamamos “real” es la imagen que cada uno nos
formamos del universo.
4. Construimos nuestros mapas mentales con la información que
recibimos a través de los canales sensoriales que nos conectan
con el mundo exterior: vista, oído, tacto, olfato y gusto.
Y que procesamos con los filtros de nuestra educación y la
cultura a la que pertenecemos, las experiencias que hemos
vivido y nuestros valores y creencias.
5. Un mapa por tanto es solo una representación del territorio al que
se refiere, no es el territorio en sí mismo.
6. Esta representación interna, crea en nosotros un estado interno,
recoge una fisiología adecuada a él y desde ahí damos nuestra
respuesta o comportamiento al exterior, a través del lenguaje
verbal y no verbal.
7. Cada uno de nosotros vamos configurando nuestra vida y
nuestras relaciones a partir de ese Mapa subjetivo de la
realidad.
Y este mapa va a dirigir nuestros comportamientos y
reacciones ante los diferentes acontecimientos y
experiencias de nuestra vida.