Comparación entre la cuestión social del siglo XIX y el desarrollismo en Argentina
1. “Comparativo entre la cuestión social del siglo XIX y el desarrollismo en Argentina”
Ariel Mosquera Morales
“La pobreza iguala las diferencias sociales”
Pedro Muñoz Seca. Escritor Español
Introducción:
En el presente ensayo pretendo realizar un comparativo de las categorías conceptuales
planteadas por Jacques Donzelot en su libro (La invención de lo social- ensayo sobre la
declinación de las pasiones políticas), que nos lleva a preguntarnos ¿Qué es y en qué
consiste la cuestión social? Y como se creó la teoría de sociedad solidaria y en otro plano
tenemos Arturo Laguado Duca en (La construcción de la cuestión Social- El Desarrollismo
Post-peronista), el cual nos relata paso a paso los conflictos discursivos entre los grupos de
poder alrededor de la cuestión social, durante el desarrollismo en Argentina, nutriéndose
de información de los medios de prensa y de los datos de opinión de los grupos de poder.
Más que un paralelo de planteamientos tratare de señalar sus coincidencias y divergencias
tomando como base estos escritos y algunos otros documentos de la época.
Con Casi 100 años de diferencia historica, me refiero a la revolución de 1848 “primavera
de los pueblos”, en Francia y la época Post-peronista y desarrollista en Argentina durante
los años de 1955 a 1973, Laguado Duca y Donzelot, convergen en el aporte de la cuestión
social, de pronto con escenarios diferentes pero con un trasfondo similar.
Primero realizaré un análisis de la cuestión social tratada por juntos autores como titulo de
coincidencia central, tomando como punto de referencia, los diferentes tiempos y entornos
sociales y periodos de historia enmarcados por los grandes conflictos políticos y sociales,
en pos de lograr ese ideal anhelado de derechos y de un estado de solidaridad y bienestar
social.
Segundo con la definición del planteamiento social de cada autor; intentare hallar sus
concordancias o discrepancias en sus categorías conceptuales, bien sea, apoyándome en las
diversas teorías de distintos autores citados por ellos, medios de información y de los
distintos enunciados de las clases sociales que han existido como reformadores de poder
burguesita que han ejercido dominio real en sus respectivos tiempos.
2. Los dos escritos en mi parecer son lecturas de un orden de inicio para saber de dónde
procedemos y hacia dónde nos encaminamos y como estamos aplicando hoy en día estos
logros y a su vez dirigiéndolos a los que de una u otra manera nos dedicamos a estudiar la
problemática social.
Donzelot y Laguado Duca con enfoques estructuralista y postestructuralista en mi humilde
parecer nos hacen un estudio detallado y pormenorizado del problema planteado con la
llegada de las revoluciones liberales e industriales, pero que llevaba gestándose a la par de
la caída del Antiguo Régimen o en el plano local en la desperonizacion de la justicia social.
El problema de la cuestión social en juntos casos propia del siglo XIX y XX que aparece
como un efecto de las luchas de la clase trabajadora a partir del momento del que propio
desarrollo de la economía capitalista genera una clase social que tiene como propósito
fundamental su desposesión de bienes de trabajo y de producción y que se entremezcla
entre lo público y lo privado cuando se logra la universalidad de los derechos y de las
políticas públicas aplicadas a la sociedad.
En sus trabajos tanto Donzelot como Laguado Duca nos rememoran que las clases
populares y burguesas se habían aliado en aras de abolir los antiguos poderes soberanos
propios del absolutismo o propios de la imponencia del poder militar con la venia de los
países desarrollados.
Varios temas suscitaron estos desacuerdos. La cuestión social fue uno de ellos que, a su
vez, estuvo atravesado por los límites de la intervención estatal y la democracia. Para los
grupos de poder la sublevación contra Perón era una revolución contra la intervención
estatal y su intento de regular la sociedad; incluyendo, claro está, las políticas sociales. En
su lugar, propusieron una narrativa que mantenía las articulaciones clásicas producidas por
el liberalismo decimonónico: principalmente, la separación entre economía y política,
donde la primera, por ser natural, tendría una primacía sobre el mundo artificial. La primera
se refiere a la polarización social que está emergiendo de las enormes desigualdades
sociales.
Cabe aclarar que acá encontramos diferencias conceptuales entre Laguado y Donzelot, en el
primero porque fue un retroceso social, se paso de lo que el peronismo había construido
durante 10 años a un rotundo fracaso social durante los años del desarrollismo. En el
segundo porque fue el nacimiento de los derechos sociales, es decir esta fue la base para las
futuras revoluciones. En resumidas cuentas en una fue pasar de algo que se tenía a no tener
nada, y en la otra línea pasar de no tener nada a poder reclamar algún derecho. Pero como
dije anteriormente a pesar de toda esta diferencia de escenarios el fin que buscó categorizar
es el mismo “la cuestión social”
Desde la óptica social en el sentido que dichas revoluciones representaban la esperanza y
las ilusiones del ascenso del proletariado al poder, pero que termina chocando con un
desarrollo de los hechos muy diferente a lo esperado por los socialistas. El problema a
resolver por las nuevas políticas era: ¿cómo asegurar que perduraran estos logros sociales o
era solo un momento de efervescencia y calor?
En ese momento crucial de nuestra historia las clases populares buscan mantener una
conjunción entre la reorganización del Estado y el desarrollo de servicios colectivos o la
3. gran invención estratégica como llamo Durkheim a la noción de solidaridad1, mientras las
clases burguesas intentan justamente disociar el Estado de esos servicios como modo de
conservar posiciones adquiridas y desarrollar la economía liberal. La preocupación
considero, fue la influencia de las grandes estructuras de la sociedad y de la sociedad
misma sobre el modo de pensar y actuar de los individuos, con este aporte de la solidaridad
mecánica y orgánica, esta ultima basada en la colectividad aplicada en la división social del
trabajo, que aumentaba la especificidad de las tareas y la dependencia de cada uno de sus
integrantes con respeto a todo el conjunto, contribuyo a la formación de la estructura
funcional, con la teoría de la solidaridad permitía afirmar que la sociedad vivía y
evolucionaba según leyes propias.
La respuesta que Donzelot y Laguado delinean como una de las formas preferentes que los
nuevos regímenes liberales encuentran para abordar al problema señalado apunta a la
instauración de la filantropía. De hecho no debe entenderse como fórmula ingenuamente
apolítica de intervención privada en la esfera de los llamados problemas sociales, sino
como estrategia deliberadamente despolitizante cara al establecimiento de los servicios
colectivos. Ella ocupa una posición equidistante entre la iniciativa privada y la del Estado
liberal en la que pueden rastrearse todo tipo de técnicas de bienestar y gestión de la
población mediante recursos a programas de actividades asistenciales, materiales y morales,
médicos, políticas, lo económico, lo ciudadano, el hogar y todo lo demás que puede venir
asociado.
Finalmente de acuerdo a los escritos de Donzelot y Laguado Duca, vivimos un tiempo que
tiene algunas semejanzas con el de las revoluciones democráticas que arrasaron a Europa y
latinoamérica, donde la polarización social era enorme, porque el proletariado dependía del
trabajo para sobrevivir, si era despedido, no tenía ningún sustento, excepto alguna
economía solidaria o el recurso del delito. No sorprende que, en aquellas revoluciones, las
banderas de lucha hayan sido la igualdad de derechos sociales, el derecho al trabajo, una
jornada de trabajo más corta, porque en últimas este es el que dignifica al ser humano. Un
siglo y medio después, la situación no es exactamente la misma, pero esas banderas siguen
siendo actuales. Y tal vez lo sean más hoy que hace veinte años. Las revoluciones fueron
sangrientas y fracasaron, pero los propios gobiernos liberales que siguieron tuvieron que
hacer concesiones para que la cuestión social no llevase a una catástrofe. ¿Queda la gran
duda de que tan lejos estamos de una nueva revolución? ¿Qué pasara con los movimientos
de los indignados y los okupas que rechazan la expropiación de la democracia y optan por
tomar decisiones por consenso en sus asambleas.
Por el momento, la movilización contra la escandalosa desigualdad social similar a la de
1848 y a la de la década del desarrollismo parece pacífica y tiene una fuerte inclinación a la
denuncia moralista. No atemoriza al estado ni a los grupos de poder.
Una segunda incógnita que me planteo en esta línea de comparación tiene también mucho
que ver con las revoluciones de 1848 y el desarrollismo, radica en ¿cómo volver a conectar
la democracia con las aspiraciones y las decisiones de los ciudadanos? Entre las cuales
predominan el liberalismo y la democracia. El liberalismo como significado de gobierno
1
Para una lectura sobre las clases de solidaridad, Emile Durkheim, La División del Trabajo Social,, 1893
4. republicano, la separación entre Estado, economía, religión, la libertad de prensa, el
derecho al voto.
A modo de conclusión, queda demostrado que más que una simple compactibilidad de
sucesos enmarcados en épocas diferentes como reconstrucción de conflictos discursivos, el
objetivo perseguido por ambos autores es casi el mismo, resaltar la gran paradoja de “la
cuestión social” el cual no se fue articulando en un discurso de derechos, sino como
precondición para el desarrollo situándolo en un lugar frágil. Que más que divergencias
encontramos es; grandes similitudes en los diferentes planos sociales y que a pesar de que
la influencia de los grupos de poder burguesista, la imponencia de los países desarrollados
mediante modelos liberales, del FMI, Banco Mundial, y el BID, las luchas sociales han
logrado grandes avances, no lo esperado quizás debido a que queda difícil unificar los
diferentes intereses de cada grupo, pero queda claro que siempre han marcado el camino
hacia esos propósitos. Se han logrado grandes avances en los últimos años sin embargo,
esas conquistas vienen siendo cuestionadas desde las últimas dos décadas y, en los últimos
tiempos, la democracia y la cuestión social se parece más a una caja de sorpresas,
direccionada por un grupo de personas que decide dedocraticamente por sus intereses y el
de las grandes grupos de poder.
Referencias Bibliográficas:
DONZELOT, Jacques (2007): La invención de lo social “ensayo sobre la declinación de las
pasiones políticas”. Buenos Aires. Nueva visión.
LAGUADO DUCA, Arturo (2011): La construcción de la Cuestión Social. El desarrollo
post-peronista. Buenos Aires. Espacio editorial.
ABRAMOVICH, Víctor y PAUTASSI Laura (2009): “el enfoque de los derechos y la
institucionalidad de las políticas sociales”, en la revisión judicial de las políticas sociales.
Estudio de casos. Buenos Aires. El puerto.