2. Ley General de Derechos
Lingüísticos de los Pueblos
Indígenas que se promulgó en
2001, las lenguas indígenas y el
español han sido declaradas
lenguas nacionales por su
carácter histórico, por lo que
cuentan con la misma validez en
todo el territorio mexicano.
3. En el caso mexicano, numerosas
lenguas indígenas se
beneficiaron de la labor
intelectual de los primeros
misioneros evangelizadores que
mostraron un celo particular por
aprender los idiomas nativos y
cristianizar a los americanos en
sus propias lenguas.
4. En los años posteriores a la
Conquista produjeron las
primeras gramáticas y
vocabularios de las lenguas
náhuatl, maya, otomí, mixteca y
purépecha, entre otras, y
adaptaron el alfabeto latino para
escribirlas.
5. A partir de la independencia de
México, se planteó la necesidad
de castellanizar a todos los
pueblos indígenas, pues se veía
en la diversidad lingüística una
dificultad para integrarlos a la
sociedad nacional.
6. Hasta el siglo XX, la única lengua de
enseñanza y de gobierno era el
español; los primeros intentos de
alfabetización en lenguas indígenas
tenían por objeto que los educandos
adquirieran la escritura para después
continuar el proceso educativo
exclusivamente en español.
7. El Programa institucional del
INALI (PINALI) considera
estrategias para insertar en la
sociedad nacional el enfoque del
multilingüismo, que se centra en
el uso de las lenguas nacionales
en todos los ámbitos de la vida
nacional,
8. . Ambos componentes serán referentes y
apoyos básicos para otras actividades
que contempla realizar el INALI, tales
como el establecimiento de estándares de
traducción e interpretación de lenguas
indígenas; la certificación de intérpretes;
así como la contribución lingüística para
que los pueblos indígenas reciban
educación en sus lenguas y para la
enseñanza de las lenguas indígenas en el
sistema nacional de educación.
9. Los frailes misioneros, de modo
especial los
franciscanos, propugnaron por el
uso de las lenguas indígenas en
la evangelización, Argumentaban
que para los indígenas era muy
difícil acercarse a la doctrina
cristiana en un idioma que no era
el suyo.
10. Se desarrolló entonces una
extraordinaria empresa lingüística
dirigida a captar y describir las
características fonológicas, léxicas y
estructurales de centenares de
idiomas nativos. En tal empresa
participaron conjuntamente los
hablantes de ellos y buen número de
frailes misioneros
franciscanos, dominicos, agustinos y
jesuitas.
11. La reacción de los frailes no se dejó
esperar y fue de abierta oposición. Una
idea surgió entonces entre algunos de
ellos. Fue ella la de valerse del náhuatl –
que desde los tiempos prehispánicos
había alcanzado muy grande difusión–
preparando para tal fin a buen número de
maestros y escribanos. Consideraban
quienes así se manifestaron que aun a los
indios que no tenían dicha lengua como
materna, les resultaría más fácil
aprenderla que la castellana.