2. De los 3.000 millones de
habitantes rurales en los
países en desarrollo,
2.500 millones
pertenecen a familias
dedicadas a la
agricultura.
Contribuye además a
estabilizar la población
en zonas rurales, a
preservar los valores
culturales históricos y a
generar renta y consumo
EL 40% DE LOS HOGARES DEL MUNDO DEPENDEN DE LA AGRICULTURA
FAMILIAR COMO FORMA DE VIDA
3. El crecimiento del PIB
originado en la
agricultura es al menos
el doble de eficaz en
reducir la pobreza que el
crecimiento del PIB
generado en otros
sectores.
El crecimiento agrario y
rural también beneficia a
los pobres de las zonas
urbanas, por la
abundancia y cercanía de
los alimentos
AL MENOS EL DOBLE DE EFICAZ QUE OTROS SECTORES PRODUCTIVOS EN LA
PREVENCIÓN DE LA POBREZA
4. A lo largo de la historia
7.000 plantas han suplido las
necesidades básicas. Hoy en
día no más de 30 constituyen
el 90% del aporte calórico a
la dieta humana.
La Agricultura Familiar,
además de ser fuente de
agro-diversidad, puede
garantizar su preservación
mediante el empleo de
variedades de semillas y
razas ganaderas autóctonas
bien adaptadas a los diversos
entornos
ALBERGA UN GRAN POTENCIAL DE CONSERVACIÓN DE VARIEDADES
LOCALES
El Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF) 2014 tiene como objetivo aumentar la visibilidad de la agricultura familiar y la agricultura a pequeña escala, al centrar la atención mundial sobre su importante papel en la lucha por la erradicación del hambre y la pobreza, la seguridad alimentaria y la nutrición, para mejorar los medios de vida, la gestión de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y lograr el desarrollo sostenible, en particular en zonas rurales.
La agricultura familiar y a pequeña escala están ligadas de manera indisociable a la seguridad alimentaria mundial.
La agricultura familiar representa una oportunidad para dinamizar las economías locales, especialmente cuando se combina con políticas específicas destinadas a la protección social y al bienestar de las comunidades.
Solo cuatro plantas (arroz, trigo, maíz, patata) representan más de la mitad de esa contribución calórica.
La agricultura familiar rescata los alimentos tradicionales, contribuyendo a una dieta equilibrada, a la protección de la biodiversidad agrícola del mundo y al uso sostenible de los recursos naturales.