1. SEMANA QUINTA DE CUARESMA
Terminamos nuestro camino cuaresmal y nos preparamos para la gran semana.
La semana santa, la memoria de la muerte y resurrección de Jesús.
La memoria de la crucifixión actual de tantos pueblos.
La tensión hacia la necesidad de hacer hoy visible la resurrección,
la VIDA EN ABUNDANCIA PARA TODOS.
LA CERTEZA DE QUE LA VIDA VENCERÁ SOBRE LA MUERTE.
Y que nosotros estamos llamados a hacerla posible
con nuestras obras de bien, paz, justicia, libertad
DOMINGO QUINTO DE CUARESMA
El Maestro está y te llama
Ez 37,12-14. Os infundiré mi espíritu y viviréis.
Sal 129,1-4.6-8. Del Señor viene la misericordia.
Rm 8,8-11. El Espíritu habita en vosotros.
Jn 11,1-45. Yo soy la resurrección y la vida.
LUNES DE LA QUINTA SEMANA
¿Quién soy yo para juzgar?
Dn 13,1-9.15-17.19-30.33-62. Dios salva a los que esperan en él.
Sal 22,1-6. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo porque tú vas conmigo.
Jn 8,1-11. Anda, y en adelante no peques más.
MARTES DE LA QUINTA SEMANA
Sabréis que soy YO
Nm 21,4-9. La serpiente de bronce
Sal 101,2-3.16-21. Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti. .
Jn 8,21-30. Cuando sea levantado el Hijo del hombre, sabréis quién es.
MIÉRCOLES DE LA QUINTA SEMANA
La verdad os hará libres
Dn 3,14-20.91-92.95. La fidelidad libera y dignifica.
Sal Dn 3,52-56. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Jn 8,31-42. Si os mantenéis en mi palabra, dice Jesús, seréis de verdad discípulos míos;
JUEVES DE LA QUINTA SEMANA
El que hace lo que el Padre quiere conoce a Dios
Gn 17,3-9. Te hago padre de muchedumbre de pueblos.
Sal 104,4-9. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Jn 8,51-59. Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre, dice Jesús.
VIERNES DE LA QUINTA SEMANA
Ved mis obras y creed
Jr 20,10-13. Oía el cuchicheo de la gente, dice el profeta, pero el Señor está conmigo
Sal 17,2-7. En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Jn 10,31-42. El Padre está en mí y yo en el Padre.
SÁBADO DE LA QUINTA SEMANA
Decidieron matarlo
Ez 37,21-28. Yo voy a congregarlos de todas partes.
Sal Jr 31,10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Jn 11,45-57. Conviene que un hombre muera y no el pueblo entero.
2. A las puertas ya de la semana santa,
oremos con todos los pueblos del mundo.
Que la paz de Cristo, con nuestro decir, sentir y actuar,
llegue a todos los corazones.
Y seamos así signo de la PASCUA,
voluntad decidida de hacer posible que la vida venza sobre la muerte
¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.