El documento describe las entrevistas y testimonios como fuentes para el estudio del pasado. Explica que deben seleccionarse cuidadosamente los testimonios y el lugar de la entrevista, ya sea el trabajo o el hogar del entrevistado. Además, las entrevistas requieren una guía previa y su transcripción debe ser exacta. Finalmente, existen diferentes métodos para publicar las entrevistas respetando la palabra del entrevistado y siendo accesible para los lectores.

1. PRODUCTO: N° 2 Interpretación y valoración de las entrevistas y testimonios como fuentes para el estudio del pasado.Las entrevistas y testimonios resultan ser herramientas sumamente útiles para el estudio de la historia, bajo estas dos metodologías se logra obtener información que lleve al conocimiento del objeto de estudio del pasado. Para que se tenga calidad en esta búsqueda de información con estas fuentes es preciso considerar tres cuestiones:La selección del testimonio: Según la autora del artículo en el que baso esta interpretación, son regla general e el dar prioridad a entrevistar a personas de cierta edad, considerando la fatiga del testimonio, el limite del tiempo de la entrevista y evitar preguntas meticulosas; de la misma manera el entrevistador sabrá guardar silencio, saber escuchar, adaptándose a la psicología del testimonio, para que en el caso de que la entrevista pierda curso o el testimonio, interés por la misma, deben siempre escogerse cuidadosamente tanto el tema, como el testimonio de la entrevista.El lugar de la entrevista: Aunque el entrevistador tiene dos opciones, realizar la misma en lugar de trabajo o en casa del entrevistado, es recomendable realizar ésta en la casa , pues en el espacio de trabajo el entrevistado puede sentirse presionado y ser influenciado por el entorno, en cambio, en su casa se sentirá a gusto, dentro de un entorno que conoce y que por tanto pueden estimular la evocación de recuerdos.No existe en sí un lugar especial o características de éste, aunque cada lugar elegido condiciona el testimonio, por ello es importante cuidar la selección del lugar.La guía de las entrevistas: Las entrevistas deben llevarse acabo tras una cuidada o minuciosa preparación , para que en el transcurso de ella no se corra el riesgo de alejarse del tema central e incluso, perderse; por tanto es recomendable realizarla tras una previa preparación y entonces así tenemos que la entrevista puede ser Directiva, en la cual el entrevistador realiza una guía de preguntas previamente elaboradas. No directiva, en la que las preguntas surgen de las respuestas del entrevistado. Semidirectivas, las cuales son un interrogatorio. En todo momento durante la entrevista se deben cuidar aspectos como el tipo de discurso, el modelo de comportamiento y aquellos factores que influyen, también realizar cierto número de preguntas.

2. La transcripción: Es el modo escrito de la entrevista, sobre su forma existe una controversia entre los historiadores y los archivistas, los primeros consideran que los textos escritos permiten analizar el contenido del discurso y la selección de palabras, pues la escucha de lo oral no permite, penetrar el significado de las palabras, a los historiadores les gustaría disponer en los archivos de las transcripciones, y los testimonios grabados; por otra parte, los archivistas consideran que lo anterior no es posible pues requiere de mucho personal y más tiempo, y por tanto más costoso.El hecho de leer en lugar de escuchar priva a los historiadores de la aportaciones de lo oral.Pero cuando se decide transcribirla se deben cuidar minuciosamente detalles como la exactitud de las palabras, que se realice casi de manera inmediata y de preferencia por el mismo historiador, organizar el texto en párrafos, usar caracteres gruesos para la entonación de las palabras, cuidar la puntuación y usar subtítulos es de mucha ayuda.La publicación: Resulta diversa la forma que se adopte para tal acometido, pero siempre debe cuidar mucho el historiador el respeto al discurso, y la accesibilidad al lector, es decir, dar claridad al lenguaje para su comprensión. Existen 3 métodos recurrentes en la publicación, y el que muchos historiadores prefieren es aquel en el que las preguntas y respuestas se consideran en un lenguaje claro y suprimiendo las repeticiones, o dando a la entrevista un orden cronológico, sea cual sea el tipo de publicación no deben descuidarse los aspectos del respeto a la palabra o discurso y la accesibilidad al lector.Breve reflexión sobre cómo se han modificado sus representaciones de la otredad.Por todo lo anterior, interpreto que la entrevista como recurso del historiador es una gran fuente de información testimonial que le acerca estrechamente a su labor de historiar, le permite acceder a información más tangible, clara y precisa sobre su objeto de investigación, el estudio del pasado; sin embargo no resulta tan fácil y práctico realizar una entrevista que nos lleve al propósito deseado, ya que ésta debe realizarse de modo tal que considere aquellos aspectos que pueden ser determinantes en la veracidad de la información, pero resulta claro tras un análisis del texto de Chantal de Tourtier-Bonazzi, que los testimonios y las entrevistas son una fuente enriquecedora en el estudio del pasado, pero que se debe ser cuidadoso y conocedor de algunos métodos para que aprovechemos

3. Breve reflexión sobre el continuo que va del presente al pasado y de nuevo al pasado. Conocer el pasado tiene un propósito central que radica en la comprensión del presente y por ende una planeación o visualización en mejora de un posible futuro, entonces resulta importante estimular, en el estudiante el conocimiento del pasado, ubicarlo en el presente y de nuevo llevarlo al pasado para que se logre esa comprensión. Todos desde pequeños hacemos historias basándonos en preguntas y respuestas que nos lleven al conocimiento de nuestra propia historia familiar para que partiendo de ahí, comprendamos mucho de nuestra forma de ser o de lo que somos. Con lo hechos históricos sucede lo mismo, pues las pruebas del pasado; monumentos arqueológicos, fósiles de humanos plantas y animales, llevan al investigador al pasado, desde el presente, claro, y éste se sitúa de nuevo en ese presente comprobando y comprendiendo mucho del mismo. Por tanto ir al pasado, partiendo del presente y volver al pasado, facilita al investigador e historiador la comprensión del presente, por lo que considero, una estrategia útil el enseñar historia a nuestros estudiantes trasladándolos del presente al pasado y de nuevo al presente, pues se logra una mejor comprensión del objeto de estudio y de cómo la historia cambia y mejora al presente en sus formas, costumbres, objetos y mucho más, puesto que nuestro presente también es parte de una historia. Profra: Jazmín Glez.