2. Interpretación y Valorización de las entrevistas – testimonios para entender el pasado. Dentro de una perspectiva reflexiva y crítica siempre vamos a tener una tendencia a favor del lenguaje oral, quizá por el intercambio natural y enriquecedor de poder contraponer, conciliar o simplemente compartir nuestras ideas y puntos de vista sobre un tema con nuestra contraparte. La historia oral posee el encanto de vivir muy cerca de todos, de parecer más digerible al ser escuchada de un buen relator y de ser más nuestra al estar alojada en gente de carne y hueso (no en lecturas o textos en ocasiones que en ocasiones se muestran un tanto ajenos y distantes). La historia a través del discurso de gente común, de testigos de los hechos o de relatores herederos de esta, se muestra muy diferente de la historia escrita.
3. Las entrevistas como parte de esta concepción, nos conlleva mas allá de las investigaciones con datos duros, sino que nos muestran opiniones, pensamientos, actitudes, sentimientos, y vivencias que nos pueden recrear un suceso visto desde otro punto. En general, este medio da la impresión de tener una calidez que puede interesar a los alumnos, a su vez que les brinda una valiosa enseña de que la historia no es algo tan rígido como el positivos pretende mostrar al tratarla mas exactas. Es importante recordar que la entrevista requiere realizar un trabajo previo en el alumno, puesto requiere una serie de habilidades, puesto que es una forma de conversación, no de interrogación, al analizar las características de la persona, seleccionado cuidadosamente por sus conocimientos, los entrevistados pueden conocer datos que no están disponibles en ningún otra forma.
4. La entrevista y más en general la historia oral nos facilita la apropiación de esta, puesto deja a un lado aquella historia rígida y supuestamente oficial de los libros, además hace un puente entre la escuela y la comunidad de la que es parte al ser cercana. También muestra el porqué del presente, a sus ves que estas explicaciones influyen directamente en la concepción del pasado y sus explicaciones y estas nuevamente inciden en el presente. De ahí que encontramos esta metodología como una imprescindible forma de desarrollo del pensamiento histórico y crítico del alumno. Es grande la lista de ventajas, así como la de sus contrapuestos, por lo que lo ideal sería recurrir nuevamente en el buen y atinado juicio que es característico de los docentes para saber llevar dicha técnica.