La violencia es una conducta aprendida que se utiliza intencionalmente para controlar a otras personas o resolver conflictos, mientras que la agresión puede manifestarse como una conducta de defensa o escape y no necesariamente causa daño o es intencional. La violencia se dirige a personas vulnerables, tiende a empeorar con el tiempo y implica el abuso de poder, a diferencia de la agresión.