1. Beatriz Langreo
Cristina
Claudia
CIBERBULLYING
Cuentan los que lo vivieron, que un viernes de mayo, en la clase de sexto de
primaria, se produjo una situación no muy agradable. Eran las dos de la tarde, en
la salida de clase, cuando todos los niños y niñas se encuentran por los pasillos.
Rocío bajaba las escaleras del colegio cuando de repente, un niño le pone la
zancadilla y ella cae escaleras abajo. Se hizo daño, pero por suerte nada grave.
¡Qué gracioso Alex, poco más y me mato! - Dijo Rocío viendo reír a todos sus
compañeros.
Rocío se giró y rápidamente se fue, ocultando su vergüenza. Cuando se alejó lo
suficiente, un chico gritó entusiasmado: - ¡Lo tengo todo grabado! Y entre risas
se empezó a escuchar. - Comparte el vídeo, ¡yo quiero verlo!.
Poco a poco el vídeo se fue enviando, entre su grupo de clase. Más tarde lo
tenían casi toda su línea de sexto. Pero Rocío todavía no sabía que uno de sus
compañeros había grabado su fatídica caída
Alex, su compañero de clase y mejor amigo de Rocío al haber grabado la caída,
enseguida la subió a una red social, Facebook, lo que provocó que en tan solo en
unos instantes ese video lo tuvieran todos sus compañeros del centro, entre
otros colegios.
En el vídeo se añadieron comentarios muy despectivos hacia Rocío, lo que
provocó muchas risas a todos, por lo que siguieron y siguieron sin pensar en el
daño que podían provocar.
2. Cuando Rocío pudo llegar a su casa y ya estuvo más tranquila se dio cuenta de
que su mejor amigo, Alex, era el que había publicado el video de cuando ella se
cayó por las escaleras. Y seguidamente se dio cuenta de que sus compañeros la
habian empezado a acosar mediante Facebook.
Los compañeros no eran conscientes del daño, para ellos era un simple video
grabado que se había subido a internet.
Durante una semana, Rocío solo escuchaba risas por los pasillos. Pero lo peor
eran los comentarios que recibía a través de Facebook: insultos, risas, videos
imitandola riéndose de ella…
Un día Rocío decidió no ir al colegio, le dijo a su madre que se encontraba mal. La
cosa no iba a mejor. La mamá de Rocío se dio cuenta de que la niña fingía tal
malestar. Decidió hablar con ella y consiguió entender el dolor que sufría la niña
al tener que ir a clase y aguantar tantos insultos, risas y burlas hacia ella.
Juntas decidieron que lo mejor era hablarlo con la profesora del centro para
buscar una solución al problema. Esa misma mañana fueron juntas al colegio.
La maestra convocó una reunión con sus compañeros y todos los niños del
colegio. Se supo solucionar el problema y todos pidieron perdón a Rocío. Ella, con
el tiempo, supo perdonar y volver a la rutina.
Ahora Rocío se sentía una alumna más en su colegio, los compañeros jugaban con
ella, reían, hablaban….
La profesora desde que sucedió este problema con Rocío, se realizaron varias
charlas sobre el ciberbullying y otros tipos de acoso que se pueden dar como por
ejemplo el grooming, el sexting, entre otros y los niños de esta forma
comprendieron los peligros que existen sobre los diferentes peligros que puede
tener internet.
3. Al finalizar el curso todos los niños y niñas del centro se sintieron más seguros
sobre los diferentes usos de internet y Rocío agradeció toda la información que
habían impartido a partir de lo que le había sucedido a ella.