El documento discute el concepto de maternidad y la responsabilidad de ser madre. Explica que ser madre implica responder a las necesidades del niño en cada etapa y que las acciones de una madre impactan el desarrollo del niño. También enfatiza la importancia de que las mujeres puedan decidir conscientemente si quieren ser madres o no y en qué momento, considerando su situación personal y el apoyo de su pareja.
2. Comúnmente la madre cumple un rol muy
importante dentro del desarrollo de los niños, el
título de madre también puede ser dado a aquella
mujer que cumpla este papel sin estar emparentada
biológicamente con el niño o niña. Mayormente esto
ocurre con mujeres que han adoptado niños o con
mujeres casadas con hombres que previamente
habían engendrado descendencia. El término
también se puede referir a una persona a la cual se le
identifica con el estereotipo de madre.
3. Aunque es común ver a niñas que desde pequeñas llevan una muñeca en brazos
y juegan a ser mamás, quizá la maternidad no sea algo que deba ligarse de
manera automática a la naturaleza de una mujer.
Ser madre es un concepto que no puede definirse tan fácilmente, pero si se
intenta delimitarlo aparecerán con frecuencia términos como amor, instinto y
también responsabilidad, entre muchas otras cosas. Pero, ¿qué es lo que motiva
a una madre a serlo, a darle un espacio en su cuerpo y en su vida a un nuevo
ser? ¿Cuándo es el momento ideal para serlo?
Muchas mujeres se encuentran con la mirada de un pequeñito en sus brazos sin
haberse hecho esas preguntas, sin tener respuestas; pero cuando lo descubren
están, frente a frente, ante la responsabilidad de ser madres.
La palabra responsabilidad tiene que ver, en su sentido etimológico, con el verbo
responder y éste a su vez se relaciona con el latín spondeo, cuyo significado es
prometer. La responsabilidad es la respuesta que debemos dar ante nuestros
actos y sus consecuencias; es la respuesta que debemos dar ante lo que hemos
prometido.
4. Asumir la responsabilidad de ser madre es ser consciente también de que, en cada
una de sus etapas vitales, un hijo tiene necesidades específicas a las que se deberá
responder oportunamente: el alimento, un lugar donde vivir, la guía y la
educación, el amor, el respeto. Los reflejos (positivos o negativos) de la manera en
la que una madre asuma su responsabilidad estarán siempre presentes en el
comportamiento de los hijos. Como sucede en el efecto expansivo de una piedra
arrojada a un lago, las acciones de lo que se vive en el hogar impactarán lo que
ocurre en la escuela, en el trabajo, en la sociedad.
En un trastocamiento de los roles, las madres han llegado a sentir temor de
reprender a sus hijos cuando éstos tienen actitudes claramente inadecuadas o
nocivas; temen su reacción de enojo, de rebeldía y los dejan hacer aquello que
saben está mal. Las consecuencias las podemos observar en muchos aspectos de
nuestra sociedad. La situación actual de inseguridad y de violencia es, en parte, el
resultado de las carencias y fisuras presentes en la formación que se da dentro del
seno familiar; fisuras que en muchas ocasiones muestran que la ruptura en la
relación ya es total.
Una palabra oportuna, un consejo amoroso, un regaño merecido son parte de la
responsabilidad de ser madre. Recordemos la relación etimológica de las
palabrasresponsabilidad, responder y prometer: es como si dijéramos que al ser
madre (y padre1) se debe responder ante la promesa del amor, de una vida
digna, de una formación humana. El origen de la palabra nos guía. La
responsabilidad de ser madre es responder sin temor, sin exceso y sin carencia a
aquello que se requiera para que cada hijo sea un ser humano íntegro, pleno y
feliz, ya que por sus frutos los conoceréis
5. ayudarla a comprender su estado de gravidez, ayudarla a
asumirlo, cuéntale como viviste tu los preciosos
momentos en que tu la esperabas a ella, y luego de que se
recupere del parto ayúdala a conseguir un empleo de
medio tiempo en el que pueda ganar para mantener a la
criatura ( si es que es de padre desconocido, Pero, si es de
padre conocido por ella y que no se
evade, búscale, háblale y haz que él le colabore a tu hija a
asumir el rol de madre y ojala que se se casen o se junten
o como mejor les parezca, pero haz que cada uno asuma
el rol que les corresponde frente a esa criatura a venir a
este mundo, cosa tal que esa nueva criatura sepa quien es
su padre y que ril juega en su vida, y que sepa que tu hija
es su madre y que rol asume ella en la vida de ese un
nuevo ser)
6. haz esto que te aconsejo a vistas cerradas , no juzgues ni
prejuicies, aconseja, orienta, no juzguez por la edad del man
frente a tu hija, ni nada de nada, la vida a veces da
sorpresas, ejemplo hace un tiempo un chico de 13 años
embarazo a una de 15 de su misma estatura péro mas
robustes, el padre temiendo que se le viniese la poicia a su
pelado, prefirio decir que hacia sido con él ( o sea con el padre)
el asunto, la chica que ya sabia que eso iba a ser así porque ya se
lo habian advertido dijo que si habia sido asi, como el padre era
viudo , nada le costo decir que si, luego cuado llegoel momento
de asumir la responsabilidad frente a la criatura el man aclaro el
asunto con la madre de la chica y cuadraron la parejita que ya
estaba en esos meses asumiendo teoricamente el rol que les
correspondia.
años despues los volvi a ver, el trabajando en un grupo de
mariachis con un instrumento musical en la boca y ella le
acompañaba en todas sus correrias y de vez en cuando
participaba cantando en el el grupo.
bueno la historia de tu hija con su parejo poderia ser
dijerente, pero trata de hacer que se unan .
7. decidimos si queremos ser madres o no, porque no
nos detenemos a pensar en ello. La decisión de
tener un hijo o no tenerlo es muy importante y por
lo tanto merece toda nuestra atención.Es muy
común que nuestra decisión no sea una decisión
consciente porque, como se menciona en el manual
de CIDHAL*, «Generalmente las mujeres no nos
preguntamos si queremos o no ser madres. De
pequeñas, ni siquiera se nos ocurre que no lo
lleguemos a ser. Podemos pensar que no queremos
casarnos (cada día hay más niñas que así
piensan), pero no que dejemos de ser mamás».
8. Ahora bien, si no queremos tener hijos o no queremos
tener más de uno, es muy importante comunicarnos
con nuestra pareja, para que él sepa qué es lo que
sentimos y lo que pensamos.
«En la decisión de tener más de un hijo (...) el dar
hermanos al primer bebé es una gran razón que pesa
mucho para algunas mujeres, aunque en el fondo ellas
no tengan muchas ganas o no se sientan con ánimo».
«Para otras mujeres, la ignorancia sobre las formas de
usar anticonceptivos es la razón principal de sus
embarazos repetidos. Y al mismo tiempo, la dificultad
para comunicarse con el compañero, para insistir en
que las relaciones sexuales se den cuando nosotras
estemos listas, cuando nos sintamos bien; cuando
estemos protegidas para no embarazarnos».
9. Nosotras tenemos el poder de decidir ser madres o
no, pero es importante reflexionar sobre si estamos en
condiciones de tener un hijo, y si tenemos el apoyo
emocional y económico de nuestro compañero antes de
tomar la decisión. Y si no tenemos pareja, si realmente
estamos en con-diciones de tener un hijo.
«Todo esto nos hace darnos cuenta de qué tan sola está
la mujer a veces, cuando tiene que tomar la decisión
sobre si quiere tener hijos o no, y si ya los tiene, si está
en condiciones de tener uno más. Pareciera que todo
mundo tiene intereses sobre ella y que pocas veces
puede escuchar lo que ella misma desearía y lo que
está en condiciones de llevar a cabo con disfrute y
placer».