1. Parejas separadas
Familias unidasArticulo 9
Es un derecho del niño vivir con su padre y su madre, excepto en los casos que la
separación sea necesaria para el interés superior del propio niño. Es derecho del niño
mantener contacto directo con ambos, si está separado de uno de ellos o de los dos.
Corresponde al Estado responsabilizarse de este aspecto, en el caso de que la separación
haya sido producida por acción del mismo.
OPD IQUIQUE
2. OBJETIVOS DEL TALLER
1.Aprender algo nuevo
2.Dejar algo nuevo
Terminamos el taller trabajando en grupo, elaborando
un “afiche-póster-cartel-hoja de oficio” con una idea
fuerza, un mensaje en el que podamos mostrar
algunas de las ideas desarrolladas en el taller.
Debe incluir los nombres de los que participaron en su
construcción.
aprendemos:
10 % de lo que leemos,
20 % de lo que oímos,
30 % de lo que vemos
50 % de lo que vemos y oímos
70 % de lo que discutimos con otras personas
80 % de lo que probamos
95 % de lo que enseñamos a otras personas
3. Un poco de historia
Por medio de la iniciativa de Don Jorge Soria
Quiroga, en el año 2004 la Ilustre Municipalidad
de Iquique y el Servicio Nacional de Menores
inician un trabajo por la protección de los
derechos de la Infancia. El programa tiene por
objetivo la instalación de una instancia de
protección de los derechos de la infancia capaz
de entregar atención profesional a situaciones de
vulneración de derechos que afecten a niños,
niñas y adolescentes y sus familias, y realizar
actividades de promoción del reconocimiento de
niñas y niños como sujetos de derecho.
4. Unas Palabras de Jorge Soria
“Acá debemos entretener, cuidar y
por sobre todo educar. Ese es mi
compromiso y debe ser el de
ustedes con sus hijos”,
5. La misión de Sename es contribuir
a la restitución de derechos de
niños, niñas y adolescentes
vulnerados, a través de
prestaciones de calidad.
Unas palabras de Paula Soto
7. Lo que nos pasa
Las familias han sufrido cambios en su estructura tradicional.
El cambio siempre trae consigo sensación de crisis y se vive con
angustia por parte de las familias que han compartido parte de su
vida y ven que el proyecto común cambió.
También los hijos pueden sentirse desorientados, ansiosos, ser
también víctimas de la inexperiencia de sus padres cuando se
produce una separación.
8. La Familia Tradicional
Hasta no hace mucho, la familia tradicional, se constituía en torno
al matrimonio de un hombre y una mujer que debían permanecer
casados hasta la muerte de uno de ellos.
Su función fundamental era la de tener hijos, cuidarlos y
educarlos.
Dentro de la familia, el padre asumía el papel de cabeza del grupo
y se le concedía mayor autoridad de forma más o menos explícita.
Los hijos, en todo caso, debían obedecer a los padres, al menos
hasta la mayoría de edad aunque las costumbres de la época
solían alargar ese tiempo hasta el matrimonio de los hijos.
9. Las nuevas familias
Actualmente, la familia se ha convertido en una de las instituciones sociales que
más ha cambiado tanto desde el punto de vista legislativo como en el social.
Para empezar el núcleo de la familia ya no tiene que ser necesariamente
heterosexual. Puede haber también parejas de hecho con hijos, madres o
padres solteros con hijos o nuevas familias surgidas de divorcios previos que
comparten hijos de otras parejas anteriores.
Esta libertad, hoy en día, para vincularse y desvincularse afectivamente puede
considerarse un logro para las personas adultas que ejercen sus derechos
individualmente.
Igualmente una separación o divorcio puede evitar que algunos hijos sigan
sufriendo las consecuencias de un entorno excesivamente conflictivo.
10. Cambios en las relaciones padres-hijos
Paralelamente a los cambios de vinculación en las
relaciones de los adultos, los padres han ido incorporando
cierta simetría en la educación de sus hijos y en aplicar la
disciplina. Ha ido creciendo la implementación de estilos
democráticos.
En situaciones de separación o divorcio de los padres
deberemos poner especial atención en como implementar
de buena forma estos modelos, de un modo equitativo y
consciente
11. Cómo afecta la separación a nuestros hijos
Hay demasiadas variables que pueden determinar la forma con que
cada niño expresa su malestar ante la ruptura de sus padres.
Algunos padres pueden pensar que es lo mejor para sus hijos, dado que
el ambiente en casa era muy malo.
Otros afirmarán que a sus hijos no parece haberles afectado dado que
no suelen hablar del tema.
Sea como fuere, la realidad es que siempre hay consecuencias, sea en
el presente o en el futuro.
Uno de los factores más determinantes es la edad en la que se produce
la separación.
Algunos estudios avalan la hipótesis de que cuanto más pequeños son
los niños, más importantes son las consecuencias (a partir de los 2 años
aproximadamente).
12. Infancia (2 a 6 años)
En los más pequeños son habituales conductas regresivas como volverse a hacer pipí en la cama,
chuparse el dedo, infantilismo, querer dormir con los padres, miedos, ansiedad, etc.
También rabietas, necesidad de llamar la atención constantemente, ansiedad de separación (al
dejarlo en la escuela u otros).
Vinculación excesiva normalmente con la madre que se ve desbordada y no entiende lo que pasa.
En ocasiones, el niño, pasa de la agresividad o al menosprecio a la búsqueda de un afecto
incondicional (abrazos, besos, promesas de que se portará bien, etc.).
Alteraciones en el patrón de las comidas y el sueño.
Quejas somáticas: dolor de cabeza, estomago, etc. no justificadas.
Negarse a ir a casa de uno de los progenitores (normalmente el padre).
Apatía, introversión, mutismo ante nuevas personas. Dificultades para relacionarse o jugar.
En niños de 2 a 5 años es fundamental, tras la separación, que en la medida de lo posible introducir
los menos cambios posibles (visitas, escuela, casa, etc.) al menos de entrada.
Los pequeños necesitan reforzar su vinculación con la principal figura de referencia (normalmente la
madre) tras la separación y la partida de uno de los progenitores. Ello es debido a la necesidad de
compensar una situación que no comprenden pero que la viven con angustia (en especial si han
presenciado discusiones acaloradas, insultos o malos tratos).
13. Niños (de 7 a 12 años)
En esta franja de edad, los niños ya hablan lo que en cierto modo les ayuda a
exteriorizar sus sentimientos.
Pueden seguir presentes los diferentes síntomas antes expuestos en uno u otro
grado. No obstante, hay que añadir lo siguiente:
Comportamientos y conductas de recriminación a los padres con la esperanza de
intentar unirlos de nuevo si siguen sin aceptar la realidad.
Conductas manipulativas, de menosprecio o rencor a alguna de las figuras paternas
paralelamente a la idealización de la otra (asimetría emocional).Esto puede
agravarse según las actitudes que tomen los adultos que rodean al niño.
Sentimientos de culpa, conductas de riesgo, baja autoestima, dificultades en las
relaciones con sus iguales, baja tolerancia a la frustración, agresividad.
Pueden aumentar la hiperactividad e impulsividad.
Deterioro en el rendimiento escolar. Niños que habitualmente eran buenos
estudiantes empiezan a tener dificultades.
14. Adolescencia
Es una época complicada para los jóvenes y en la que se suelen amplificar los
diferentes problemas que se arrastran o producen.
Durante esta etapa, los jóvenes que afrontan la separación de los padres
pueden incrementar sus conductas de riesgo (alcohol, sustancias, drogas).
En niñas parece que puede producirse, en algunos casos, precocidad o
promiscuidad en las relaciones sexuales y también conductas de riesgo.
Necesidad de vincularse afectivamente a una pareja pero con poca capacidad
para mantener una relación estable y equilibrada.
Dificultades en las relaciones con los iguales. Predominio de la impulsividad y
poca capacidad para la resolución de conflictos de forma dialogante.
Baja autoestima, agresividad, baja tolerancia a la frustración. En los casos más
severos puede derivar a un trastorno disocial.
15. Puntos básicos a tener en cuenta:
No es posible plantear unas orientaciones generales que nos
sirvan para todas las familias, todos los procesos de separación y
que obedezcan a las diferentes realidades de cada pareja e hijos.
Cada caso requerirá la aplicación de unas u otras estrategias en
función de todas las variables existentes.
En muchas ocasiones, deberá ser el profesional de la psicología el que
sirva de punto de referencia para mediar en todo el proceso.
A partir de aquí intentaremos aportar algunos de los puntos básicos
que deberemos tener en cuenta para minimizar los impactos negativos
en nuestros hijos y el propio cuando se produce la separación.
16. A las dificultades operativas se les une los temas legales de custodia,
cambios de domicilio (según régimen de visitas) y el niño se convierte
en una especie de trofeo.
Es el perfecto escenario para menoscabar su seguridad emocional
y que empiecen a aflorar todos los síntomas de una vinculación
insegura.
Es básico que independientemente de las diferencias, los padres sepan
ofrecer al niño un marco único, y un mensaje claro de que siguen siendo
lo más importante para ellos.
Es fundamental identificar y separar los temas de adultos (procesos
judiciales, régimen de custodia, etc.), de las necesidades de los hijos.
Independientemente de las diferencias personales, han de ser capaces
de consensuar un proyecto de crianza común.
Los niños deben percibir complicidad y compromiso incondicional de sus
progenitores hacia ellos aunque ya no vivan juntos.
Es un proceso de readaptación a nuevas circunstancias.
17. Evidentemente deberemos evitar cualquier discusión delante de
ellos y crear más angustia.
No obstante, desde el mismo momento de la separación deberemos
explicar a nuestros hijos lo que sucede y enfatizar especialmente
aquello que nos une más que lo que nos separa.
Explicar (adecuándolo a su edad) la decisión tomada y que van a
seguir disponiendo de sus padres.
Que es mucho lo que les une y seguirá uniendo. Evitar excesivos
detalles de las causas de la separación.
Procurar también que los hijos no se sientan en una u otra medida
culpables de la situación.
18. Una de las peores situaciones que se puede producir es que
uno de los padres intente manipular al hijo en contra del otro
(hablarle mal, culpabilizar a la otra parte, crear incertidumbres,
etc.).
También que alguno de ellos (quizás con mayor poder
adquisitivo) le colme de regalos o juguetes para ganar su afecto.
El afecto de los hijos sólo se gana dedicándoles tiempo,
comprensión y afecto incondicional, nunca con bienes materiales
exclusivamente.
19. La separación produce en los hijos, una pérdida de los referentes
principales de seguridad frente al mundo exterior.
Su forma de reaccionar, según edad, puede ser incremento de miedos,
inseguridad y baja autoestima, manifestaciones de tipo conductual (rabietas
desobediencia, etc.).
Se requiere reforzar la vinculación afectiva. Una forma de hacerlo es
mantener unos espacios comunes en los momentos de transición de un
hogar al otro.
Por ejemplo, es habitual que la madre deje al niño por la mañana en la
escuela y por la tarde lo recoge el padre. En la medida de lo posible se
aconseja que durante la transición de hogar ambos padres dediquen un
espacio común (aunque sea corto) para intercambiar información del niño y
transmitir la sensación de complicidad e interés por su futuro. Esto puede
hacerse comiendo algo pequeño o en algún parque.
20. Ambas figuras paternas son importantes para el niño, pero la madre
es la principal figura de vinculación, especialmente hasta los 5 o 6
años.
Es muy arriesgada, una separación maternal traumática (aunque sea
temporal) y sólo debería contemplarse en casos extremos de
evidente incompetencia o enfermedad física o mental de la madre.
21. Otro de los problemas que suelen surgir es el papel de las nuevas
parejas de los respectivos padres.
Estas figuras pueden establecer también vínculos afectivos con los
hijos de sus parejas pero también ser una fuente de problemas si
cuestionan algunos de los principios educativos establecidos por los
padres.
No podemos imponer la aceptación de nuestra nueva pareja a los
hijos y forzar un nuevo padre o madre.
No obstante, la vinculación afectiva hacia unos u otros dependerá
de los recursos que cada uno dedique al niño y este así lo perciba.
No caer en el error de utilizar al niño como mensajero o espía de lo
que sucede en casa del otro progenitor.
22. La separación al igual que otros cambios en la vida
produce un proceso de desajuste. El período de duración
dependerá de cómo se ha afrontado por parte de los
diferentes agentes y de la edad del niño.
Normalmente luego de un año los niños suelen
haberse adaptado a su nueva situación y no deberían
presentar problemas significativos al respecto.
25. ¿Qué es el cuidado personal?
“el derecho de los padres a tener a
sus hijos en su compañía”
“el derecho paternal a la crianza,
educación y establecimiento del menor
de edad, o como el deber de
alimentar, corregir y otorgar por los
menos una educación básica y un
oficio o profesión al hijo”
26. … Quiénes lo detentan …
Origen en filiación (matrimonial, no
matrimonial o adoptiva).
Generalmente se ejerce de común acuerdo
por ambos padres y
excepcionalmente por el padre o
madre o terceros o por ciertas
instituciones.
Reforma Ley N° 20.680 también
puede ser compartido (ambos padres).
27. Legal o de pleno derecho
Es el conferido por el solo ministerio de la ley, a
una persona determinada.
1. Natural: es aquel que tienen los padres:
1.a. Durante la vida en común, se ejerce de
consuno por ambos;
1.b. Muerte de uno de los padres, por el padre
sobreviviente.
1.c. En caso separación de los padres, y si es que
no hay acuerdo, y estando en vigencia la Ley
20.680, el cuidado personal de los hijos
corresponde al padre o madre con quién estén
conviviendo.
2. Institucional
30. ¿Qué es el cuidado personal
compartido?
Es un régimen de vida que procura
estimular la corresponsabilidad de
ambos padres que viven separados,
en la crianza y educación de los hijos
comunes, mediante un sistema de
residencia que asegure su adecuada
estabilidad y continuidad.
31. ¿Pueden padre y madre llegar a un
acuerdo?
Pueden determinar que el cuidado
personal corresponda al padre, a la
madre o a ambos en forma
compartida.
Mediante Escritura pública; o acta
extendida ante cualquier oficial del
Registro Civil y ser subinscrita al
margen de la inscripción de
nacimiento.
32. … y si no hay acuerdo …
Los hijos continuarán bajo el cuidado
personal del padre o madre con quien
estén conviviendo.
El juez de familia podrá atribuir el
cuidado personal del hijo al otro de los
padres, o radicarlo en uno solo de
ellos si se ejerce de manera
compartida, cuando las circunstancias
lo requieran y el interés superior del
niño lo haga conveniente.
33. … es importante mencionar que ..
Cuando el juez atribuya el cuidado
personal del hijo a uno de los padres,
deberá establecer, de oficio o a
petición de parte, en la misma
resolución, la frecuencia y libertad con
que el otro padre o madre mantendrá
una relación directa y regular con los
hijos, considerando su interés
superior.
34. … Principio de corresponsabilidad …
La ley dispone que, vivan juntos o
separados padre y madre deben
participar en forma activa, equitativa y
permanente en la crianza y educación
de los hijos.
35. OBJETIVOS DEL TALLER
1.Aprender algo nuevo
2.Dejar algo nuevo
Terminamos el taller trabajando en grupo, elaborando
un “afiche-póster-cartel-hoja de oficio” con una idea
fuerza, un mensaje en el que podamos mostrar
algunas de las ideas desarrolladas en el taller.
Debe incluir los nombres de los que participaron en su
construcción.
aprendemos:
10 % de lo que leemos,
20 % de lo que oímos,
30 % de lo que vemos
50 % de lo que vemos y oímos
70 % de lo que discutimos con otras personas
80 % de lo que probamos
95 % de lo que enseñamos a otras personas
Notas del editor
La CIDN nos otorga un marco respecto a los derechos de la infancia, que reconoce al niño/a como sujeto de derechos y fomenta la protección de la infancia y adolescencia, como una responsabilidad compartida por la familia, la comunidad y el Estado.
Existen derechos que no se mencionan frecuentemente, pero tienen una gran relevancia, como por ejemplo el derecho a la privacidad, libertad de expresión, asociación, participación.
La participación es una de las formas que permite a los niños/as desenvolverse como sujetos de derechos en los distintos espacios que habitan.
La familia es un actor fundamental en este proceso.
Entregar herramientas de autoprotección a nuestros hijos/as permite hacerlos participes de sus cuidados, a la vez que los reconocemos como sujetos capaces de…
La comunicación es una de las herramientas principales para la autoprotección.
La autoprotección NO significa delegar la responsabilidad completamente en niños/as. Los adultos somos los encargados de velar por su protección e instar a que se cumplan y respeten sus derechos.
Terminar ideas
La CIDN nos otorga un marco respecto a los derechos de la infancia, que reconoce al niño/a como sujeto de derechos y fomenta la protección de la infancia y adolescencia, como una responsabilidad compartida por la familia, la comunidad y el Estado.
Existen derechos que no se mencionan frecuentemente, pero tienen una gran relevancia, como por ejemplo el derecho a la privacidad, libertad de expresión, asociación, participación.
La participación es una de las formas que permite a los niños/as desenvolverse como sujetos de derechos en los distintos espacios que habitan.
La familia es un actor fundamental en este proceso.
Entregar herramientas de autoprotección a nuestros hijos/as permite hacerlos participes de sus cuidados, a la vez que los reconocemos como sujetos capaces de…
La comunicación es una de las herramientas principales para la autoprotección.
La autoprotección NO significa delegar la responsabilidad completamente en niños/as. Los adultos somos los encargados de velar por su protección e instar a que se cumplan y respeten sus derechos.
Terminar ideas