1. Cine de Oro Mexicano
Durante los años de la
Segunda Guerra Mundial, la
industria cinematográfica
mexicana, apoyada por
Estados Unidos, prosperó en
forma notable. De 1941 a
1945 aproximadamente, el
cine mexicano conoció la
que después fue llamada
"Época de Oro". En 1941
surgieron varias compañías
productoras, como Filmex,
Films Mundiales, Posa
Films, Rodríguez Hermanos y la asociación de Bustillo Oro y Grovas. Este
ambiente cultural favoreció el surgimiento de una nueva generación de directores,
entre los que destacaron Emilio "el Indio" Fernández y Fernando de Fuentes. Los
actores de esa época son, hasta la fecha, clásicos del cine mexicano dentro de
esta inmensa industria cinematográfica mundial, que ya una época específica, en
México sobrepasa los cien años de existencia, centraré mi trabajo en , en la que
esta actividad tuvo su esplendor. Esto ocurrió principalmente alrededor de los
años 40´s y 50´s, del siglo XX, dando lugar a la llamada “época de oro” del cine
mexicano, donde las estrellas cinematográficas, todavía hoy admiradas, tuvieron
su origen, se dieron a conocer y se consolidaron como personajes representativos
de nuestro país.
la época de oro del cine mexicano no sólo fue un medio recreativo para la gente,
sino también un medio de difusión enorme, donde se vieron reflejadas realidades
sociales del México de esos años. No sólo trataban temas familiares o de la
comunidad, sino también de comedia, un nuevo cine de charros, de rumberas, de
2. luchadores, de ciencia - ficción y terror y un segmento dedicado al público infantil.
Prácticamente todos los aspectos importantes de la vida humana eran retratados a
través de las películas, y servían para mostrar los cambios psicológicos,
individuales y colectivos, que, de otro modo, la familia no se hubiera atrevido a
comprender y enfrentar.
Estas son sólo algunas categorías que los estudiosos han clasificado en sus
análisis, entre muchas
más. Toda esta gama
de géneros enriqueció
a esta época, e hizo de
ella el período más
importante del cine
nacional.
La importancia de este
tema radica en que se
consolidan, por una
parte, los grandes directores, actores y actrices, que, con el tiempo, serán
considerados míticos; y por otra, los temas que se abordaban, que siguen siendo
vigentes. Las películas realizadas en esta época son clásicas dentro del cine
mexicano, por lo que aún se exhiben con gran éxito. Este cine logra dar a conocer
a México como país, sus costumbres y los problemas de sus habitantes, ante el
mundo y especialmente ante América Latina.
Este tipo de películas era visto por toda la familia, que se preparaba para ir al cine,
ya que en esos años todavía no existía la televisión como la conocemos hoy,
como un medio audiovisual que se instala las veinticuatro horas del día dentro de
la casa.
3. Las películas de tema ranchero eran protagonizadas principalmente por Jorge
Negrete, llamado también "El Charro Cantor", Pedro Infante, Pedro Arrnendáriz,
Luis Aguilar y Tito Guízar; y en los papeles femeninos, por Sofía Álvarez, Marga
López, María Félix, Dolores del Río, Rosita Quintana, Miroslava, Flor Silvestre y
Lilia Prado.
En las películas cómicas y en las musicales se lucían actores como Cantinflas, Tin
Tán, Palillo, Joaquín Pardavé, Silvia Pinal, Amalia Aguilar, Rosina Pagán y Nelly
Montiel.
Las cintas de tema fatalista como las de cabaret y de mujeres "malas" también se
abrieron camino entre las luces del cine. Integraban su reparto Ninón Sevilla, Rosa
Carrnina, Mapy Cortés, Arturo de Córdova galán en tragedias y melodramas al
estilo Hitchcock, Emilio Tuero, Margarita Mora, Domingo Soler, Manolita Saval y
Julián Soler, entre otros.
Este tipo de cine de corte
picaresco culminó con la
cinta La corte del faraón
(1943), protagonizada
por Mapy Cortés y
Roberto Soto, bajo la
dirección de Julio Bracho.
Los músicos y cantantes
formaban parte esencial
en esta clase de películas; tal es el caso de Agustín Lara en Flor de fango (1941),
donde también actuaba Sofía Álvarez. Otros títulos de este corte sonVirgen de
medianoche (1941), Casa de mujeres (1942), Noche de ronda (1942).
4. ¿Qué acabó con el Cine de Oro en México?…
Si bien uno de los factores que contribuyó a la época dorada fue una réplica al
‘star system’ de Hollywood, es decir que la industria se fincó en el brillo de las
estrellas cinematográficas, pero cuando el brillo de esas estrellas empezó a
palidecer, se oscureció también el panorama del cine nacional.
El fin de la guerra y la consecuente recuperación de terreno por las grandes
potencias como Estados Unidos y los países productores de Europa. La gente
educada respondió a su esfuerzo y el cine nacional se resignó a un público de
analfabetas o de incapaces para leer las versiones subtituladas de las cintas
extranjeras
La llegada de la televisión en 1950. Hoy cine y televisión (o video) son grandes
aliados y que además de una poderosa sinergia, se potencializan mutuamente.
Pero en ese entonces, muchos empezaron a preferir quedarse en casa y ver la
televisión que ir a las salas de cine a pagar por ver la misma historia con otro título
y a las mismas figuras, cuando en Hollywood hacían artística y técnicamente
cuanto podían por no perder a su público (así surgió entre otras cosas la tercera
dimensión, algo que la televisión no podía ofrecer). La corrupción fue otra de las
causas del derrumbe y esto en las tres categorías que conforman una
cinematografía: Producción, distribución y exhibición. Con prácticas ilegales en
que se asociaban ciertos productores y exhibidores, éstos finalmente
determinaban qué habría de exhibirse y a cualquiera que estuviera en desacuerdo
era muy fácil dejarlo fuera, como sucedió con Miguel Contreras Torres, quien se
dedicó a denunciar a los monopolios. Lo anterior obligó a reducir los costos y
tiempos de filmación, a repetir los temas, surgieron los ‘churros’ y la calidad de
nuestro cine se vino abajo. En 1957 dejaron de funcionar dos de los cinco estudios
cinematográficos existentes: los Tepeyac y los CLASA, y en 1958 los Azteca, todo
esto es síntoma claro de que el cine mexicano dejaba atrás su gloriosa Época de
Oro, de auge económico, de cantidad y calidad, para caer en un letargo del que
sólo en contadas ocasiones ha logrado despertar