2. . Espíritu Santo, fuego que todo lo calienta y purifica, ven a nuestras almas y enséñanos a penetrar la Palabra de Dios para que nuestra vida se transforme cada vez más según la voluntad del Padre
3. SE LES APARECIERON UNAS LENGUAS COMO DE FUEGO QUE SE REPARTIERON Y SE POSARON SOBRE CADA UNO DE ELLOS DE REPENTE, VINO DEL CIELO UN RUIDO COMO EL DE UNA VIOLENTA RÁFAGA QUE LLENÓ LA CASA DONDE ESTABAN. CUANDO LLEGÓ EL DÍA DE PENTECOSTÉS ESTABAN TODOS JUNTOS EN EL MISMO LUGAR TODOS QUEDARON LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO Y COMENZARON A HABLAR EN DIFERENTES LENGUAS SEGÚN EL ESPÍRITU SE LOS CONCEDÍA.
4. Había muchos judíos procedentes de todas las naciones y al oir el bullicio se agolparon y quedaron maravillados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua, y se preguntaban: ¿NO SON GALILEOS TODOS ESTOS QUE ESTÁN HABLANDO? ¿CÓMO ES QUE CADA UNO DE NOSOTROS LOS OYE EN SU PROPIA LENGUA? Partos ASIA LIBIA de Mesopotamia Judea Capadocia Ponto Egipto... ¡TODOS LOS OIMOS PROCLAMAR EN NUESTRA PROPIA LENGUA LAS MARAVILLAS DE DIOS! .
5. CUANDO EL ESPÍRITU SANTO LLEGA A UNA PERSONA PRODUCE MUCHOS FRUTOS: Paz Amor Alegría Paciencia Amabilidad Bondad Fidelidad Humildad Dominio de sí ¿CUÁL DE ESTOS FRUTOS TE PARECE QUE ES EL QUE MÁS VIVES? ¿CUÁL TE GUSTARÍA POSEER? .
6. OREMOS CON ESTA BELLA ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO: “ Ven, oh Espíritu Santo, y danos un corazón grande, abierto a tu silenciosa y potente palabra inspiradora, hermético ante cualquier ambición mezquina, un corazón grande para amar a todos, para servir a todos, para sufrir con todos; un corazón grande, fuerte para resistir en cualquier tentación, cualquier prueba, cualquier desilusión, cualquier ofensa; un corazón feliz de poder palpitar al ritmo del corazón de Cristo y cumplir humildemente, fielmente, virilmente, la divina voluntad” (Pablo VI) .
7. DEBES RECORDAR QUE: El Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles reunidos en Comunidad. Es necesario estar en comunidad para recibirlo. El viento y las lenguas de fuego fueron dos signos que el Señor dio ese día. Es necesario saber interpre- tar los signos que el Señor nos da con frecuencia. El Espíritu Santo es el único que nos ayuda a superar las diferencias de lengua, cultura, edad, manera de ser etc. Los apóstoles después de recibir el Espíritu Santo PROCLAMABAN EN VARIAS LENGUAS LAS MARAVILLAS DEL SEÑOR .