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Toledo
1. TOLEDO
Introducción
Toledo es un municipio y ciudad de España, capital de la provincia homónima, de la comunidad
autónoma de Castilla-La Mancha y antigua sede de la Corte de Castilla. Además, el municipio es
considerado individualmente como una comarca en la división realizada por la Diputación
provincial, aunque desde un punto de vista estrictamente de geografía física la ciudad es puerta de
la comarca natural de La Sagra, que tradicionalmente se ha considerado que comenzaba en la propia
puerta de Bisagra.
Toledo es conocida como «La ciudad Imperial» por haber sido la sede principal de la corte de
Carlos I y también como «la ciudad de las tres culturas», por haber estado poblada durante siglos
por cristianos, judíos y musulmanes.
Toledo, con 83 593 habitantes (2013), es el segundo municipio de la provincia en número de
habitantes, superado por la ciudad de Talavera de la Reina, la más poblada de la provincia. A su vez
Toledo es el cuarto municipio de la comunidad autónoma en número de habitantes, tras
Guadalajara, Talavera de la Reina y Albacete, el más poblado de Castilla-La Mancha.
La ciudad está situada en la margen derecha del Tajo, en una colina de cien metros de altura sobre el
río, el cual la ciñe por su base, formando un pronunciado meandro conocido como Torno del Tajo.
Tiene una configuración dispersa con barrios muy separados del núcleo principal: el de Azucaica,
en la orilla derecha del río y que tiene su origen en una antigua pedanía de la ciudad, dista unos 7
km del centro de la ciudad, mientras que el de Santa María de Benquerencia, situado prácticamente
enfrente del anterior en la margen izquierda del Tajo, sitúa su centro a unos 8 km del de la ciudad.
La historia de la ciudad se remonta a la Edad del Bronce. Fue un importante centro carpetano hasta
su conquista romana en 193 a. C. Quedan diversos restos de la actividad romana en la ciudad, como
el acueducto o el circo. Tras las invasiones germánicas, la ciudad se convertirá con Leovigildo en
capital, y posteriormente, principal sede eclesiástica, del Reino Visigodo. En el año 711, después de
una resistencia moderada, Toledo es conquistada por los musulmanes dirigidos por Táriq ibn Ziyad.
Durante el dominio musulmán, la antigua capital visigoda se caracterizó por su oposición e
individualismo, concretado en la Taifa de Toledo. Alfonso VI reconquista la ciudad en 1085.
Durante la edad moderna la ciudad destacó como sede de los Reyes Católicos y por su participación
en la Guerra de las Comunidades de Castilla. Al trasladarse la corte a Madrid en 1563 la ciudad
entró en decadencia, acentuada por la crisis económica del momento. Ya en época contemporánea,
Toledo y más concretamente su Alcázar se convirtió en un símbolo de la Guerra Civil durante su
largo Asedio del Alcázar. En 1983 se convirtió en capital de Castilla-La Mancha, manteniendo la
capitalidad de la provincia homónima.
Tradicionalmente, la industria metalúrgica ha sido la base económica, sobre todo por la fabricación
de espadas y cuchillos. En la actualidad la gran mayoría de la población se dedica al sector
servicios, que también refleja el mayor número de parados. En cuanto a infraestructuras, la ciudad
cuenta con diversas carreteras, incluida una autopista de peaje. Existe una línea de ferrocarril de
AVE que conecta Toledo-Madrid en menos de media hora. Cuenta además con diversas
infraestructuras sanitarias, incluido un Hospital Nacional de Parapléjicos, deportivas y militares,
como la Academia de Infantería.
En cuanto a la cultura, Toledo cuenta con numerosos lugares de interés y es Patrimonio de la
Humanidad desde 1986. Entre ellos se destacan el Monasterio de San Juan de los Reyes, gótico
isabelino del siglo XV, y la Catedral de Santa María, de estilo gótico del siglo XIII. Toledo ha sido
2. también lugar de nacimiento o residencia de artistas como Garcilaso de la Vega o El Greco entre
otros muchos.
Llevan el nombre de Toledo cinco ciudades de los Estados Unidos, en los estados de Ohio, Illinois,
Oregón, Iowa y Washington; otras siete de Canadá, Belice, Brasil, Portugal, Colombia, Filipinas y
Uruguay y cuatro núcleos más en España en las provincias de Huesca, Orense, Asturias y Tenerife.
Comparte el mismo Escudo de Armas de Castilla con la ciudad de Tunja Colombia, otorgado por
Carlos V.
Geografía
Ubicación
La ciudad de Toledo se encuentra en la España central a 71 km de la capital de España, Madrid.
Limita con los términos municipales de Bargas, Olías del Rey, Mocejón, Rielves, Albarreal de Tajo,
Almonacid de Toledo, Guadamur, Polán, Argés, Cobisa, Burguillos de Toledo y Nambroca en la
provincia de Toledo y Aranjuez en la Comunidad de Madrid.
La extensión de su término municipal es de 232,1 km² y su altitud es 529 msnm. Es la capital de la
provincia homónima y de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Además, está
considerada individualmente como una comarca en la división realizada por la Diputación
provincial.
Configuración
El casco antiguo de la ciudad está situado en la margen derecha del río Tajo, en una colina de cien
metros de altura sobre el mismo, el cual la ciñe por su base, formando un pronunciado meandro
conocido como torno del Tajo. El punto que este meandro no cierra es la única entrada natural con
que cuenta la ciudad, sobre la que se construyeron las carreteras que enlazan la ciudad con Madrid y
Ávila.
Desde mediados del siglo XIX comenzó la expansión fuera de las murallas; primero en los
alrededores de la estación de ferrocarril para despegar definitivamente desde finales de los años 40
del siglo XX por la vega del Tajo, con la construcción del Poblado Obrero de la Fábrica Nacional de
Armas y sobre todo siguiendo el eje que formaba la carretera N-403. Desde principios de los años
60 se acentuó aún más la expansión por esta vega, a raíz de la construcción de la Residencia
Sanitaria de la Seguridad Social.
En la década de los 70, con la creación por parte del Ministerio de la Vivienda del Polígono de
Descongestión de Madrid (hoy barrio de Santa María de Benquerencia) se inicia la expansión del
núcleo urbano siguiendo la margen izquierda del río sobre la carretera N-400, hasta convertirse en
el barrio más poblado de todo el municipio.
En la actualidad el municipio de Toledo tiene una configuración muy dispersa, existiendo barrios
separados del núcleo principal de la ciudad por amplios espacios abiertos, como ocurre con los
barrios de Santa María de Benquerencia o Azucaica, una antigua pedanía situada en la margen
derecha del Tajo, que están separados de la ciudad alrededor de 6 km. El desarrollo de los barrios
periféricos ha provocado simultáneamente un paulatino abandono del antiguo recinto amurallado al
trasladarse la población a los nuevos barrios nacidos desde los años 60.
En estos momentos la ciudad de Toledo se estructura en cuatro distritos que integran los diferentes
barrios, de la siguiente forma:
3. Distrito del Casco Histórico
1. Barrios de la zona interior delimitada por las murallas del casco histórico de Toledo.
2. Antequeruela–Covachuela.
3. Zona de Cigarrales y Cerro de los Palos.
4. San Martín.
5. Azucaica, Urbanización Casa de Campo
Distrito de Santa Bárbara
6. Santa Bárbara.
Distrito de Santa María Benquerencia (Polígono)
7. Santa María de Benquerencia zona residencial.
8. Santa María de Benquerencia zona industrial.
Distrito Centro-Norte
9. San Antón-Avenida de Europa.
10. Palomarejos.
11. Santa Teresa-Reconquista.
12. Vega Baja, San Pedro el Verde y Circo Romano.
13. Buenavista.
14. Urbanizaciones Valparaíso, La Legua y Cigarrales de Vistahermosa.
15. Urbanización Tres Culturas-Finca Buenavista.
16. Urbanizaciones La Bastida, San Bernardo, Montesión y Olivar de los Pozos.
De todos ellos sólo los dos primeros se encuentran dentro del antiguo recinto amurallado.
Clima
Toledo tiene un clima mediterráneo continentalizado semiárido, con precipitaciones escasas
concentradas principalmente en primavera y a finales del otoño, con una sequía estival acusada e
importante oscilación térmica diaria. Las temperaturas son frescas en invierno, con heladas frecuentes
aunque menores que en otras zonas de la región, y altas en verano, con máximas que superan
ocasionalmente los 40 °C. En 2007, Toledo fue la tercera ciudad más soleada de España, con 3.040
horas de sol, según se desprende de los datos de los que dispone el Instituto Nacional de Estadística,
recogidos en su anuario estadístico.
De acuerdo a los valores tabulados a continuación y a los criterios de la clasificación climática de
Köppen modificada el clima de Toledo se clasifica como semiárido de tipo BSk (estepa fría).
Historia
Historia antigua
El primer asentamiento fijo que se conoce en la ciudad de Toledo es una serie de castros, sobre los
que después se levantó la ciudad celtibérica amurallada, uno de los más importantes centros de los
carpetanos. Uno de estos primeros asentamientos se sitúa en el Cerro del Bú (sobre un cerro de la
orilla izquierda del río Tajo), del que se han obtenido numerosos restos en excavaciones realizadas, y
que se pueden observar en el actual Museo-Hospital de Santa Cruz, en Toledo.
En el año 193 a. C. y tras una gran resistencia, Marco Fulvio Nobilior conquista la ciudad. Los romanos
la reconstruyeron y la denominaron Toletum, en la provincia de Carpetania. La ciudad desarrolló una
importante industria del hierro que la llevó a acuñar moneda. La zona donde se asentaba la ciudad
sufrió un profundo proceso de romanización, como atestiguan los numerosos restos de villas romanas,
especialmente en la ribera del Tajo.
4. Los romanos dejaron numerosos vestigios en la faz toledana, como un imponente acueducto, del que
únicamente se conservan las bases a ambos lados del Tajo, una vía romana, parte de la cual se puede
ver en las laderas de los cerros de la margen izquierda del río, y un circo, ubicado en un parque
público y parcialmente desenterrado. Existen otros muchos vestigios que, pese a estar dados por
desaparecidos en muchos casos, es muy probable que se encuentren en el subsuelo de la urbe, tales
como el teatro (ubicado en el solar inmediato al circo y que actualmente ocupa un colegio), el anfiteatro
(bajo el barrio de Covachuelas), una importante infraestructura hidráulica (como los vestigios que
quedan al lado de la puerta donde se accede a la mezquita del Cristo de la Luz), numerosas calzadas
(como las recientemente encontradas a 7 metros aproximadamente de profundidad bajo el jardín de la
Mezquita anteriormente mencionada), así como termas, aliviaderos, villas, etc.
Hay que destacar que la mayor parte de estas construcciones históricas fueran desmontadas, siendo
los sillares aprovechados para la construcción de otros edificios y para la muralla que rodea la ciudad,
si bien, posiblemente la mayor riqueza arqueológica de Toledo se encuentre enterrada bajo su
subsuelo.
Historia medieval
Tras las primeras incursiones germánicas, se reedificaron la antiguas murallas con objetivos
defensivos; a pesar de ello en el año 411 la ciudad fue conquistada por los alanos gracias a su
imponente dominio del caballo y sus artes de guerra, quienes fueron a su vez derrotados por los
visigodos en el año 418. Una vez hubo vencido a su rival Agila, Atanagildo estableció su corte en la
ciudad y posteriormente, con Leovigildo, se convirtió en capital del reino hispanogodo y en
arzobispado, con lo que adquirió gran importancia civil y religiosa (como prueban los Concilios de
Toledo). Muy cerca de Toledo, en la villa de Guadamur, se halló el Tesoro de Guarrazar, excepcional
conjunto de coronas votivas de los reyes visigodos.
En el año 711 fue conquistada por Táriq ibn Ziyad y sometida al dominio musulmán. La toma de la
ciudad fue llevada a cabo sin dificultades, mediante capitulación, ya que gran parte de la población
había huido. Los árabes la llamaron Tulaytula (en árabe طليطلة ).
El predominio de gran población mozárabe la convirtió enseguida en un foco de continua preocupación
para Córdoba. En 797 (según Claudio Sánchez-Albornoz en 807 y 800 según otras fuentes), durante el
emirato de Alhakén I, estalló una sublevación contra Córdoba. El emir envió al muladí oscense Amrús
ben Yusuf (llamado Amorroz en las crónicas cristianas) para someter la ciudad. Amrús diezmó a los
muladíes locales mediante un cruel ardid. Se trata del suceso conocido como la jornada del foso.
Amrús organizó un banquete en el palacio del gobernador e invitó a comer a los muladíes principales
de la ciudad. A las puertas de la residencia, hizo apostar unos verdugos y, a medida que iban llegando
los invitados, se les cortaba el cuello, siendo arrojado el cadáver a una zanja (de aquí el nombre con
que es conocido el episodio). De esta manera, el emir consiguió someter por un tiempo al pueblo
toledano. No obstante, éstos volvieron a rebelarse en el 811 y en el 829, después de su muerte.
Finalmente, Abd al-Rahman III aplastó la endémica rebelión de la ciudad de Toledo en julio de 932, tras
un asedio de dos años, sometiéndola al califato cordobés. Al desintegrarse el califato en el siglo XI,
Toledo se convirtió en un importante reino de taifa, que no obstante, tuvo que pagar parias a los reyes
de Castilla para mantener su independencia.
El 25 de mayo de 1085, Alfonso VI de León y Castilla entra en Toledo, mediante un acuerdo previo con
el rey de la Taifa que la gobernaba. Mediante el acuerdo de capitulación, el rey castellano y leonés
somete al reino, garantizando a los pobladores musulmanes la seguridad de sus personas y bienes. El
rey concedió fueros propios a cada una de las minorías existentes: mozárabes (Toledo era un
importante centro mozárabe, con liturgia propia, la hispano-mozárabe, que aún se conserva),
musulmanes y judíos, posteriormente refundidos por Alfonso VII en el Fuero de 1118. Tras la
capitulación de la ciudad, sobrevino el periodo de mayor esplendor de Toledo, de una gran intensidad
cultural, social y política. La Escuela de traductores de Toledo, floreciente durante los siglos XII y XIII,
así como las numerosas obras de arte civiles y religiosas, las cuales dejaron una importante huella en
la ciudad.
5. Tras la capitulación, se toleró la práctica religiosa de las comunidades judía y musulmana, pero esta
actitud tolerante no duró mucho tiempo. Los cristianos construyeron la nueva catedral sobre la
mezquita mayor, que a su vez se levantaba sobre la antigua catedral visigoda.
En 1162 la ciudad fue conquistada por el rey Fernando II de León, durante el convulso período de la
minoría de edad de Alfonso VIII de Castilla. El rey leonés nombró a Fernando Rodríguez de Castro "el
Castellano", miembro de la Casa de Castro, gobernador de la ciudad. La ciudad de Toledo permaneció
en poder de los leoneses hasta el año 1166, en que fue recuperada por los castellanos.
Durante la guerra civil castellana Toledo luchó al lado de Pedro I y, tras sufrir un largo asedio, fue
tomada en enero de 1369. A lo largo de toda la Edad Media la ciudad fue creciendo: en el siglo XIV
recibió privilegio ferial y en el XV se convirtió en uno de los principales productores pañeros
castellanos, actividad que se sumó a las ya existentes de acuñación de monedas, fabricación de
armas, industria sedera, etc. En 1492, los judíos son expulsados y los Reyes Católicos reforman la
ciudad. Isabel la Católica construyó allí, en el Monasterio de San Juan de los Reyes, al que quería
fuera su tumba, pero finalmente fue enterrada junto a su esposo en la catedral de Granada. Carlos I
convierte a Toledo en ciudad imperial y en sede de la Corte.
Historia moderna
Los Reyes Católicos urbanizaron y engrandecieron la ciudad, y en la catedral toledana se proclamó a
Juana y Felipe el Hermoso como herederos de la corona castellana en 1502. Activa participación en la
unificación del primer estado moderno de Europa tuvieron los nobles castellanos, especialmente la
aristocrática familia de los Álvarez de Toledo, cuyo poder fue aumentó al amparo del poder regio.
Isabel la Católica mandó construir en Toledo el monasterio de San Juan de los Reyes para
conmemorar la batalla de Toro y ser enterrada allí con su marido, pero tras la reconquista de Granada
los Reyes decidieron enterrarse en ésta última ciudad, donde sus restos descansan hoy.
Fue una de las primeras ciudades que se unió a la revuelta de las Comunidades en 1520, con
dirigentes comuneros como Pedro Laso de la Vega y Juan de Padilla. Tras la derrota comunera en la
batalla de Villalar, los comuneros toledanos, dirigidos por María Pacheco, la viuda de Padilla, fueron los
que más resistencia opusieron a los designios de Carlos I, hasta su rendición en 1522. Toledo se
convirtió en una de las sedes de la Corte del imperio.
Posteriormente, con la decisión de trasladar la corte a Madrid, adoptada por su hijo Felipe II, en el año
1561, la ciudad perdió gran parte de su peso político y social. La ruina de la industria textil acentuó la
decadencia de Toledo, si bien mantuvo su importancia como centro del poder eclesiástico.
La constitución de la Real Compañía de Comercio y Fábricas, en 1748, en el marco de renovaciones
borbónicas inspiradas por la Ilustración, trajo un breve resurgir de la ciudad, pero a finales del siglo
XVIII estaba nuevamente arruinada y reducida a funciones meramente administrativas.
En 1761, por mandato del rey Carlos III se establece en la ciudad la Real Fábrica de Armas.
Historia contemporánea
Tras el comienzo de la Guerra Civil Española, la ciudad permaneció en la zona republicana. Sin
embargo, en el Alcázar, sede de la Academia de Infantería, se refugió un grupo de leales a los
sublevados (1 950 personas, según el boletín El Alcázar de esas fechas, entre militares, guardias
civiles y sus familias), al mando del coronel Moscardó, que resistió al Gobierno desde el 21 de julio de
1936 hasta la llegada de las tropas del general Varela el 27 de septiembre de ese mismo año. El
asedio del Alcázar, episodio de resonancia mundial, fue ampliamente utilizado por la propaganda
franquista. El Alcázar, casi completamente destruido en el asedio, fue reconstruido en su totalidad
posteriormente.
La represión y la violencia entre los partidarios de cada bando fueron los signos característicos de la
guerra y posguerra. En un primer momento, con la ciudad todavía bajo dominio republicano, se
realizaron fusilamientos populares, en los que los ciudadanos eran ejecutados por la mera sospecha
de ser de "derechas" o pertenecer a la iglesia católica (estando documentada la muerte de al menos
cien eclesiásticos)[cita requerida]. En uno de estos fusilamientos resultaría muerto el deán de la
6. catedral y según la tradición historiográfica franquista, Luis Moscardó, hijo del coronel encerrado en El
Alcázar. En septiembre de 1936 se instaló un Tribunal Popular en el Palacio Arzobispal. El Tribunal
tuvo corta vida, estableciendo solo cuatro sumarios antes de su traslado a Madrid. Además, la vida en
la ciudad era de un constante estado de guerra, con combates y bombardeos continuos en la zona de
El Alcázar. Los errores en los bombardeos causaron muchos destrozos en la ciudad, sobre todo en la
cercana plaza de Zocodover. Tras la toma de la ciudad por las tropas franquistas se recrudeció la
represión. Hasta diciembre de 1936 la ciudad viviría en un estado sumarísimo, liderado por las
disposiciones del comandante Planas y dirigido a todos los ciudadanos que habían colaborado en la
represión de las tropas republicanas.
La ciudad fue elegida oficialmente capital de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, tras una
votación en las Cortes, el 7 de diciembre de 1983. Para la elección, el gobierno regional encargó a
José María Barreda un proceso de información y consulta a la población, las instituciones políticas y
las asociaciones culturales. En la votación en las Cortes, la propuesta de Toledo recibió la aprobación
de 27 diputados (los 22 socialistas y los cinco del Grupo Popular de Toledo), tres en contra (los
populares conquenses) y 12 abstenciones.
7. catedral y según la tradición historiográfica franquista, Luis Moscardó, hijo del coronel encerrado en El
Alcázar. En septiembre de 1936 se instaló un Tribunal Popular en el Palacio Arzobispal. El Tribunal
tuvo corta vida, estableciendo solo cuatro sumarios antes de su traslado a Madrid. Además, la vida en
la ciudad era de un constante estado de guerra, con combates y bombardeos continuos en la zona de
El Alcázar. Los errores en los bombardeos causaron muchos destrozos en la ciudad, sobre todo en la
cercana plaza de Zocodover. Tras la toma de la ciudad por las tropas franquistas se recrudeció la
represión. Hasta diciembre de 1936 la ciudad viviría en un estado sumarísimo, liderado por las
disposiciones del comandante Planas y dirigido a todos los ciudadanos que habían colaborado en la
represión de las tropas republicanas.
La ciudad fue elegida oficialmente capital de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, tras una
votación en las Cortes, el 7 de diciembre de 1983. Para la elección, el gobierno regional encargó a
José María Barreda un proceso de información y consulta a la población, las instituciones políticas y
las asociaciones culturales. En la votación en las Cortes, la propuesta de Toledo recibió la aprobación
de 27 diputados (los 22 socialistas y los cinco del Grupo Popular de Toledo), tres en contra (los
populares conquenses) y 12 abstenciones.