Este documento describe las características de una persona con discapacidad intelectual leve o retraso mental. Algunas características incluyen retrasos en el aprendizaje, hiperactividad, falta de coordinación motora, perseverancia involuntaria en comportamientos y dificultades con la abstracción y las operaciones aritméticas. El documento enfatiza la importancia de diagnosticar temprano para aplicar un tratamiento oportuno y obtener mejores resultados.

1. ¿Cómo es la persona de lento aprendizaje?
Conocer la realidad muestra los caminos que hay que seguir para
transformarla. El temor a conocerla no beneficia a nadie, es más, lo que no se
conoce es lo que causa miedo. La realidad hay que enfrentarla con sencillez,
sin etiquetar ni culpar a nadie, de lo contrario nos mermaría fuerzas para actuar
positivamente. Cuanto antes se sepa el diagnóstico, antes se aplica el
tratamiento oportuno y mucho mejores serán los resultados. Si no has
conseguido aceptar la realidad en los primeros años de tu hijo(a) no es tarde
para empezar a ayudarlo de manera eficaz. No te culpes más y empieza por
conocer a fondo la problemática y los medios de solución que hay a tu alcance.
Myers y Hammill (1991: 19) afirman: “Los niños de los tres primeros grados que
van un año o año y medio más atrás de lo que cabría esperar, se pueden
considerar como aspirantes a la enseñanza especial. A pesar de todo, las bajas
calificaciones y el hecho de que un niño salga mal en los exámenes no son
suficientes para indicar que existan dificultades específicas de aprendizaje.”
Manifestaciones limítrofes: retraso mínimo o leve, superactividad,
impulsividad, distractividad, breve lapso de atención, baja tolerancia a la
frustración, berrinches. Perseverancia, patrones de pensamiento concreto,
dificultad de abstraer, discalculia (dificultad para las operaciones de aritmética).
Trastornos de la actividad motora: Hiperactividad, hipoactividad
(comportamiento tranquilo, casi sin movimiento y letárgico).
Falta de coordinación. Se desempeña mal en actividades que requieren
mucha coordinación motora como correr, agarrar pelotas, saltar, etc. Al andar
parecen tener las piernas rígidas o duras. No se desempeña bien en
actividades como escribir, dibujar y otras que requieren coordinación fina.
Parecen experimentar dificultades en el equilibrio, frecuentes, caídas,
tropezones y torpeza general.

2. Perseverancia.- Es la continuación automática y a menudo involuntaria de
un comportamiento, y se observa casi en cualquier conducta expresiva
(motora) como el habla, la escritura, la lectura, el dibujo y al señalar.
Continuará golpeando un clavo con el martillo, aunque ya esté del todo
clavado. Cubrirá una página con un solo color. Si le dicen que trace un círculo,
luego continuará con ese movimiento circular. Quizás repita la misma letra o
escriba mal una palabra y luego cometa el mismo error.