Giorgio de Chirico fue un pintor italiano que introdujo la "perspectiva cónica" en sus pinturas metafísicas. Esta técnica consiste en representar la escena desde un punto de vista en alto que distorsiona las proporciones y hace que los objetos parezcan más pequeños cuanto más lejos estén. De Chirico usó esta perspectiva para crear un ambiente irreal y onírico en sus cuadros.