2. La empatía
Es la capacidad de sentir emociones
como la experimentan los demás.
Es la capacidad para ponerse en el
lugar del otro y saber lo que siente o
incluso lo que puede estar pensando.
3.
4. Las personas con una mayor capacidad
de empatía son las que mejor saben
"leer" a los demás. Son capaces de
captar una gran cantidad de información
sobre la otra persona a partir de su
lenguaje no verbal, sus palabras, el tono
de su voz, su postura, su expresión
facial, etc. Y en base a esa información,
pueden saber lo que está pasando
dentro de ellas, lo que están sintiendo.
Además, dado que los sentimientos y
emociones son a menudo un reflejo del
pensamiento, son capaces de deducir
también lo que esa persona puede estar
pensando.
5.
6. Desarrollo de la empatía
Aunque todas las personas nacemos
con la capacidad para ser empáticos,
la empatía es algo que también debe
enseñarse a los hijos. Así pues, son
las madres y padres y, en general,
cualquier persona que se relacione
con los niños, quienes pueden
ayudarle a desarrollar esa capacidad
de empatía o, por el contrario,
frustrarla creando niños demasiado
centrados en sí mismos.
7.
8. La empatía y los sentimientos
Podemos observar muchas veces lo
difícil que es hablar de nuestros
sentimientos. Existe una serie de
barreras que suelen impedir este
acercamiento.
9. Entre los errores que solemos cometer
con más frecuencia a la hora de
relacionarnos con los demás están esa
tendencia a quitarle importancia a lo que
le preocupa al otro e intentar ridiculizar
sus sentimientos; escuchar con
prejuicios y dejar que nuestras ideas y
creencias influyan a la hora de
interpretar lo que les ocurre; juzgar y
acudir a frases del tipo "lo que has
hecho está mal", "de esta forma no vas a
conseguir nada", "nunca haces algo
bien"... ; sentir compasión; ponerse
como ejemplo por haber pasado por las
mismas experiencias; intentar animar sin
más, con frases como "ánimo en esta
vida todo se supera"; dar la razón y
10. Todo esto, lo único que hace es
bloquear la comunicación e impedir
que se produzca una buena relación
empática.
Las personas que están
excesivamente pendientes de sí
mismas tienen más dificultades para
pensar en los demás y ponerse en su
lugar.
Por lo tanto, para el desarrollo de la
empatía tendríamos que ser capaces
de salir de nosotros mismos e intentar
11. Una persona empática
Puede pensar o sentir diferente respecto
a ese otro que quiere ser escuchado,
entenderlo, comprenderlo en su
verdadero sentir con la situación que lo
embarga.
En líneas generales para ser empáticos
necesitamos:
Tener capacidad de escucha.
Entender los problemas, motivaciones,
necesidades, sentimientos del otro.
Responder correctamente a sus
reacciones emocionales.
12. “Es algo más que simpatía, es una
identificación intelectual, psíquica,
emocional y afectiva de una persona
con otra”.