El documento habla sobre el sufrimiento por causa de Cristo según la primera epístola de Pedro. Explica que los primeros cristianos enfrentaron persecución y martirio bajo diferentes emperadores romanos. Pedro anima a los creyentes a no tener miedo a pesar de la persecución, y a glorificar a Dios si sufren por su fe. También menciona que el sufrimiento tiene un propósito purificador, y que los creyentes participarán de la gloria de Cristo cuando venga el juicio final.
2. Texto Clave:
•“Pues para esto
fuisteis llamados;
porque también
Cristo padeció por
nosotros,
dejándonos
ejemplo, para que
sigáis sus pisadas”
1 Pedro 2:21
3. Aunque hay muchos tipos de sufrimiento, la primera epístola
de Pedro se centra en un tipo concreto de sufrimiento:
SUFRIR POR CRISTO.
El mero hecho de aceptar a Cristo puede
implicar, desde los tiempos de Pedro
hasta nuestros días, persecución,
tribulaciones, angustia…
¿Cómo hemos de enfrentar estas
situaciones adversas? ¿Qué consolación
podemos tener en medio de ellas?
4. Nerón
(64-68)
Domiciano
(81-96)
Trajano
(109-111)
Marco Aurelio
(161-180)
Séptimo Severo
(202-210)
Maximino
(235)
Decio
(250-251)
Valeriano
(256-259)
Diocleciano
(303-313)
Plinio el Joven mandó matar algunos cristianos y consultó a
Trajano sobre cómo actuar. Su respuesta fue que, si “se
retractan y «adoran a nuestros dioses», deben ser liberados.
Los que persistan, sin embargo, deben ser castigados.
Durante este tiempo se dictó una ley
diciendo: «Que ningún cristiano, una vez
traído ante un tribunal, quede exento de
castigo sin que renuncie a su religión».
Durante su reinado, Clemente de Alejandría
dejó escrito: «Muchos mártires son
quemados a diario, confinados o
decapitados, ante nuestros ojos».
Fue tan grave y tan larga esta
persecución que fue llamada la Era
de los mártires (Apocalipsis 2:10)
Según Tácito y Suetonio, Nerón
acusó a los cristianos de
provocar el incendio de Roma.
5. S U F R I R P O R C R I S T O
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,
después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca” (1ª de Pedro 5:10)
El cristianismo fue mirado con
suspicacia por el gobierno romano, ya
que chocaba con las costumbres y
vicios del Imperio. Hasta el año 313 no
llegó a ser una religión admitida
oficialmente.
Pedro advirtió a sus lectores que
tendrían “que ser afligidos en
diversas pruebas” (1ª de Pedro 1:6).
Estas pruebas no vendrían solo por orden imperial. Los
amigos, vecinos y familiares usarían, y usan todavía
hoy, falsas acusaciones, vituperios y deshonras contra
los que han decidido seguir a Cristo.
6. “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas tam-
bién si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por
tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis” (1ª de Pedro 3:13-14)
Pedro nos recuerda la bienaventuranza
dada por Jesús en Mateo 5:10.
Inmediatamente después, nos da cinco
pautas a seguir en medio del sufrimiento.
1. No temer a los hombres, sino santificar
a Dios (v. 14-15).
2. Explicar con mansedumbre y
reverencia nuestra esperanza (v. 15).
3. Comportarnos de tal manera que no
tengan ninguna razón para acusarnos
(v. 16).
4. No hay ningún mérito en sufrir por
hacer el mal (v. 17).
5. Al sufrir por hacer el bien, seguimos el
ejemplo de Cristo (v. 18).
7. “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si
alguna cosa extraña os aconteciese… si alguno padece como cristiano, no se
avergüence, sino glorifique a Dios por ello” (1ª de Pedro 4:12, 16)
A Pedro le parece natural que se
encienda el fuego de la prueba para
el cristiano.
Pablo nos dice que “todos los que
quieren vivir piadosamente en
Cristo Jesús padecerán
persecución” (2ª de Timoteo 3:12).
Jesús mismo nos lo advirtió Mateo
(24:9-10). Después de todo, si
persiguieron al propio Jesús, ¿cómo
no perseguirán a sus seguidores?
(Juan 15:20).
¿Cuál es el origen de este odio
hacia Jesús y sus seguidores?
8. “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa
extraña os aconteciese… si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique
a Dios por ello” (1ª de Pedro 4:12, 16)
Apocalipsis nos dice que “el dragón [Satanás] se llenó
de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el
resto de la descendencia de ella” (Ap. 12:17). El odio
que el diablo tiene hacia Jesús lo vuelca contra sus
seguidores.
Por otro lado, este fuego también
tiene un valor purificador
(1ª de Pedro 1:7).
Aunque nunca deberíamos acarrearnos persecución
adrede, Dios puede sacar algo bueno de la persecución.
Así, Pedro está diciendo a sus lectores (y a nosotros): “Sí,
la persecución es mala, pero no os desaniméis por ella
como si fuese algo inesperado. Seguid avanzando por fe”.
9. EL SUFRIMIENTO Y EL JUICIO
“Porque es tiempo de que el
juicio comience por la casa
de Dios; y si primero
comienza por nosotros, ¿cuál
será el fin de aquellos que no
obedecen al evangelio de
Dios?” (1ª de Pedro 4:17)
Pedro dirige nuestros
pensamientos al Juicio que ha
de comenzar por la casa de Dios.
¿Qué relación tiene el Juicio con
nuestro sufrimiento?
El Juicio no debe causarnos
temor, sino alegría. En él,
seremos vindicados. Se nos
hará justicia. Dios arreglará las
cosas definitivamente.
Debemos anhelar el juicio como
la viuda pobre anhelaba que se
le hiciese justicia (Lucas 18:1-8).
Siendo participantes del
sufrimiento de Cristo,
participaremos también de su
gloria (2ª de Timoteo 2:12).
10. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1ª de Pedro 5:8)
Como vimos, el sufrimiento “por causa de
la justicia” tiene su origen en el conflicto
entre Cristo y Satanás.
Hombres de bien, como Job, sufrieron sin
razón alguna. El odio irracional hacia los
cristianos manifestado por ciertos
emperadores romanos, o el que aún
persiste en algunos lugares del mundo,
está guiado por el padre de todo mal.
Aun cuando no vivamos en lugares
conflictivos para nuestra fe, enfrentamos
oposición. En los padecimientos, somos
llamados a ejercer intensamente nuestra
fe en el Redentor, encomendarnos al
Creador y hacer el bien.
“De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al
fiel Creador, y hagan el bien” (1ª de Pedro 4:19)
11. “Los seguidores de Cristo son acusados de perturbar a la
gente.
Pero es la comunión con Dios lo que les trae la enemistad del mundo.
Ellos llevan el oprobio de Cristo, andan por la senda en que anduvieron los
más nobles de la tierra. Deben, pues, arrostrar la persecución, no con
tristeza, sino con regocijo. Cada prueba de fuego es un agente que Dios usa
para refinarlos. Cada una de ellas los prepara para su obra de colaboradores
suyos. Cada conflicto tiene su lugar en la gran batalla por la justicia, y
aumentará el gozo de su triunfo final.
Teniendo esto en vista, la prueba de su fe y paciencia será alegremente
aceptada más bien que temida y evitada. Ansiosos de cumplir su obligación
para con el mundo y fijando su deseo en la aprobación de Dios, sus siervos
han de cumplir cada deber, sin tener en cuenta el temor o el favor de los
hombres”
(El Deseado de todas las gentes, pg. 271)
12. Te invito a bajar y estudiar
cada una de las 13
lecciones que tratan sobre
el tema:
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