1. Mi fin en esta vida
EJERCICIOS ESPIRITUALES ONLINE
Primer día: Principio y Fundamento
2ª Meditación
14:00 hrs.
2. Preámbulo
Somos fruto del
Amor de Dios
• Hemos sido
creados por Él
• Él es nuestro
Dueño y
Señor
• Yo soy
creatura suya
Surge la
pregunta:
• ¿Para qué me
creó Dios?
Dice S. Ignacio:
• "El hombre es
creado para
alabar, hacer
reverencia y
servir a Dios y
mediante esto
salvar su
alma".
4. 1. El hombre creado para
ALABAR a Dios
Yo he sido creado,
destinado a la gloria de
Dios, a su alabanza
• "Oye pueblo mío. Yo alego contra tI, te arguyo y te acuso cara a cara. No te
reprendo por tus sacrificios, ni por tus holocaustos, que están siempre ante mí.
No tomaré becerros de tu casa, ni machos cabríos de tus apriscos, porque mías
son todas las bestias salvajes y todo lo que en el campo se mueve. Si tuviera
hambre no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y cuanto lo llena... ofrece a
Dios sacrificios de alabanza y cumple tus votos“
El Salmo 49 pone en
boca de Dios una queja:
• Amor de vivencia
• No amor de cumplimiento
El sacrificio que Dios
pide es el de alabanza,
el de la rectitud y
pureza de intención
5. 2. El hombre creado para
REVERENCIAR a Dios
Esta expresión implica
tanto el culto
interno, como el externo.
• Es el reconocimiento gustoso de
que Dios es mi Señor.
• Reconocimiento de su grandeza
y de mi pequeñez, que implica
por tanto una postura de
humildad, de verdad.
Cuánto nos cuesta esta
actitud y esto se refleja
en nuestras relaciones
con Dios y con quienes le
representan.
• Nos cuesta someternos, porque
nos cuesta ver a Dios
6. 3. El hombre creado para
SERVIR a Dios
Hablar de "servir a Dios" es
hablar de entrega, de
donación total, de
consagración al estilo de
Cristo
"No he venido a ser
servido, sino a servir",
"he venido para dar mi
vida en rescate por
muchos".
Servir, pues, es dar la vida.
Darla en su totalidad, sin
reservas.
Es hacer vida la expresión
de Cristo "Aquí estoy"
"Adsum", ¡presente! para
lo que se me pida y donde
se me pida, siempre
incondicional
7. 4. Y mediante esto salvar el alma
La salvación no es una cosa que
Dios nos dejó para después de la
muerte.
•Será en todo caso su culmen, pero lo
cierto es que yo estoy destinado a Dios, a
la salvación desde ahora.
¿Qué es la salvación?
•Es el perfeccionamiento y la realización de
la persona según la mente de Dios
Se trata de salvar el alma del
tedio, de la desesperanza de a
amargura de no saber por qué
vivir.
•Nuestro sentido y plenitud está en alabar,
reverenciar y servir a Dios
•Esa es nuestra seguridad y la seguridad
que hay que dar a las almas
8. Conclusión
Meditar en todo el amor de Dios que nos ha creado y
destinado para Sí mismo y no nos ha destinado para las cosas.
Me ha
destinado
total y
completa-
mente
para Sí
mismo,
sólo El ha
querido
ser mi
destino y
mi fin.
Recordar la tan oída frase de S. Agustín:
"Nos hiciste Señor para ti, y he inquieto está
nuestro corazón hasta que no descanse en ti“
(Conf. 1,1)