1. Érase una vez un niño llamado Álvaro que estaba deseando que
fuese navidad .La familia estaba cenando y Álvaro dijo “¡mamá,
mamá, mañana es navidad!” “Si hijo mió” dijo la madre. Después
de cenar dijo Alvaro: “mamá, corre, pásame las galletas y la
leche, voy a preparar la cena de Santa Claus, por que tendrá
mucha hambre después de repartir tantos regalos”. Al día
siguiente no había ningún regalo y el niño se preguntó: ¿Dónde
están los regalos?. Esperó al día siguiente, esperó por la tarde y
¡nada de nada había! Esperó debajo del árbol hasta que se hizo
de noche y entonces se fue a dormir. Miró hacia el armario de su
cuarto y ¡vio un monstruo! El niño se asustó tanto que empezó a
llorar y se lo contó enseguida a sus padres pero no le creyeron.
El padre dijo: “paparruchas”. El monstruo dijo: “estas navidades
no tendrás regalos ¡¡¡ja, ja, ja, ja!!” y se lanzó a perseguirlo. El
niño salió de la habitación corriendo, bajo las escaleras, abrió la
puerta y cuando llegó a la calle se dio cuenta de que había un
millón más de monstruos. Se fue al cementerio porque era el
único lugar donde no había monstruos pero se asustó todavía
más porque de repente salió una mano del suelo y se levantaron
zombis. El niño volvió a su casa, se metió en la cama, notó que
había algo en el cojín y encendió la luz. Había una nota de Santa
Claus que decía: Toda esta historia es un sueño, cuando
despiertes tendrás tus regalos debajo del árbol. ¡¡¡FELIZ
NAVIDAD!!!