El documento enfatiza la importancia de la imagen de una empresa y sugiere que al igual que no se usaría una tarjeta de contacto con el logotipo de otra compañía, no se debería usar un correo electrónico con un dominio que no sea el de la propia empresa. Recomienda incluir el dominio de la propia empresa para preservar la imagen corporativa coherente y profesional en las comunicaciones electrónicas.