"Cuando Dios nos manda a esperar" Cambiar todo desespero y ansiedad por la confianza en Dios. “MI PORCIÓN ES JEHOVÁ, DIJO MI ALMA; POR TANTO, EN ÉL ESPERARÉ. BUENO ES JEHOVÁ A LOS QUE EN ÉL ESPERAN, AL ALMA QUE LE BUSCA. BUENO ES ESPERAR EN SILENCIO LA SALVACIÓN DE JEHOVÁ”. LAMENTACIONES 3:24-26

1. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
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la vida cristiana es aprender a esperar
pacientemente,
CUANDO DIOS NOS MANDA A
ESPERAR
Cambiar todo desespero y ansiedad por la
confianza en Dios.
LAMENTACIONES 3:24-26
Un Mensaje de Edificación
Ps. RODOLFO MARTÍNEZ OCHOA
Esperar en Dios nos lleva a Heredar Bendiciones
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2. Pastor Rodolfo A. Martínez Ochoa
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MENSAJE:
“CUANDO DIOS NOS MANDA A ESPERAR”
Lamentaciones 3:24-26
I. INTRODUCCION
Texto:
“MI PORCIÓN ES JEHOVÁ, DIJO MI ALMA; POR TANTO, EN ÉL ESPERARÉ.
BUENO ES JEHOVÁ A LOS QUE EN ÉL ESPERAN, AL ALMA QUE LE BUSCA.
BUENO ES ESPERAR EN SILENCIO LA SALVACIÓN DE JEHOVÁ”.
1. Una de las cosas más difíciles en la vida cristiana es aprender a
esperar pacientemente, cuando Dios nos manda a esperar.
2. Esto es particularmente para los cristianos que tienen “la sangre
caliente”, para los Pedros, para los cristianos y las cristianas de
acción, los que siempre tienen que estar haciendo algo para
sentirse bien. Los que creen que este es un tiempo igual que otro.
3. Hay momentos de nuestra vida que son momentos de acción, y no
de espera. Ejemplo: Éxodo 14:15. Cuando el Señor nos ordena
marchar, no es tiempo de esperar nada más, sino de ir adelante, a
la conquista de la bendición que Él nos ha preparado.
4. Pero hay otros momentos en los cuales Dios dispone que hay que
esperar. Cualquier acción desesperada, cualquier intento por
acelerar el curso de los acontecimientos puede ser de desastrosas
consecuencias para nosotros y para muchos que nos rodean.
II. LA NUBE SOBRE EL TABERNÁCULO
1. Un ejemplo claro de que debemos siempre estar atentos para
comprender el momento de Dios para cada cosa, es el pasaje de
Números 9:15-23.
2. La presencia de Jehová sobre el tabernáculo estaba garantizada de
día y de noche, de la misma manera que está garantizada la
presencia y la dirección de Dios para nuestras vidas, sean cuales
sean las circunstancias que nos rodean.
3. En el caso del tabernáculo que el pueblo de Dios utilizó para la
adoración durante el período de su marcha por el desierto hacia la
Tierra Prometida, la presencia de Dios estaba garantizada durante
el día por la aparición de una nube que cubría el mismo durante el
día y una llama de fuego que lo cubría en la noche.

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4. La Palabra especifica que esta presencia era continua (v. 16),
garantía para nosotros de que la presencia de Dios nunca nos
faltará.
5. Pero no solamente el Señor garantizaba su presencia en el día o en
la noche, sino que el Señor le daba dirección a su pueblo
mostrándole cuando era tiempo de marchar y cuando era tiempo
de acampar.
6. Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, era la señal de que
debían prepararse para partir, y la nube los guiaba, porque iba
delante de ellos. Cuando la nube se detenía, esta era la señal de
que debían nuevamente acampar.
7. Al mandato de Jehová los hijos de Israel partían, y al mandato de
Jehová acampaban (v. 18).
8. A veces la nube se demoraba varios días en alzarse. Pero nadie en
Israel se atrevía a marchar mientras la nube no se alzará de sobre
el tabernáculo. Era tiempo de esperar.
9. A veces los períodos de espera eran breves: desde la tarde hasta la
mañana del día siguiente; a veces tenían que esperar un día, o dos,
o un mes o un año. Mientras la nube no se moviera, Israel tenía
que esperar... aunque le doliera.
10. Así el Señor los disciplinó, les enseñó cuándo era el tiempo de
actuar y cuando era el tiempo de esperar: “...guardando la
ordenanza de Jehová, como Jehová lo había dicho por medio de
Moisés” (v. 23).
11. En la vida cristiana hay muchos “acelerados” que quieren ir más
rápido que Dios y hacer las cosas por su cuenta, los
“independientes” y a su propio ritmo. Estos, generalmente,
terminan "extraviándose o auto dañándose, destruyéndose¨ en
algún lugar del camino, simplemente porque dejan la nube detrás y
llega un momento en el que sólo caminan bajo su cuenta y riesgo.
12. Otros son “retrasados”, siempre hay que estarles empujando
porque se quedan detrás, están los “distraídos”, los
“desenfocados”, los “ocupados en sus asuntos”, la nube siempre
se les adelanta y se van rezagando y rezagando, hasta que un día
ya ni saben por dónde anda la nube de la presencia de Dios.
Perdieron la presencia de Dios en su vida, por ser demasiado
lentos, por estar mirando demasiado hacia abajo, o por tener los
pies en la ruta constante de la visión de Dios y no pueden moverse
al ritmo en que la nube se va desplazando.

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13. La Palabra nos enseña a buscar la presencia de Jehová y a dejarnos
guiar por Él de día y de noche. Ni muy rápido ni demasiado lento.
Sólo hay que hacer las cosas al ritmo de Jehová, para que salgan
bien.
III. ENSEÑANZA: ESPERA A JEHOVÁ
Salmo 5:3
3 Jehová, de mañana oirás mi voz;
de mañana me presentaré delante de ti y esperaré.
Salmo 25:1-5
1 A ti, Jehová, levantaré mi alma.
2 Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado.
¡No se alegren de mí mis enemigos!
3 Ciertamente, ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el
día.
Salmo 32:10
10 Muchos dolores habrá para el impío; mas al que espera en
Jehová, lo rodea la misericordia.
Salmo 37:7, 9, 34, 40
7 Guarda silencio ante Jehová y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
por el hombre que hace lo malo.
9 porque los malignos serán destruidos,
pero los que esperan en Jehová heredarán la tierra,
34 Espera en Jehová , guarda su camino,
y él te exaltará para heredar la tierra;
cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
40 Jehová los ayudará y los librará;
los libertará de los impíos y los salvará, por cuanto en él esperaron.

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Salmo 40:1
1 Pacientemente esperé a Jehová,
y se inclinó a mí y oyó mi clamor,
Salmo 130:5-7
1 De lo profundo, Jehová, a ti clamo.
2 Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos
a la voz de mi súplica.
3 Jah, si miras los pecados,
¿quién, Señor, podrá mantenerse?
4 Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado.
5 Esperé yo en Jehová;
esperó mi alma, en su palabra he esperado.
IV. CONCLUSIÓN
1. Conozco la historia de un hombre que no se sentó en el tren de
Miami a Lakeland porque iba apurado.
2. ¿En qué acciones debo ir despacio, parar nos correr o
demorarme en el tiempo de Dios? ¿En que me he quedado
atrás, descuidándome e independizándome de la nube de
Dios? ¿En qué acciones debo poner más cuidado y pausa?
3. ¿Qué cosas deben esperar y en cuáles debo actuar y sacarlas
adelante siguiendo el camino de Dios? ¿Qué Dios me ha
prometido que vale la pena esperar sin desanimarme?
V. EL LLAMADO
1. Cambiar todo desespero y ansiedad por la confianza en Dios.
2. Meditar todo pensamiento y decisiones a tomar descansando
en el Señor y esperando en él lo mejor y la actuando en la
mejor toma de decisión.
3. Reconocer y volvernos de nuestros pecados de impaciencia
confiando en nuestras fuerzas y sentidos, en vez de clamar, oir
y confiar la respuesta en el tiempo de Dios.
APLICACIÓN PERSONAL
EN EL PUNTO III. ENSEÑANZA: ESPERA A JEHOVÁ. ¿CON CUÁL DE ESTOS TE IDENTIFICAS Y TE ESTÁ
HABLANDO PERSONALMENTE? Salmos 5:3, Salmo 25:1-5, Salmo 32:10, Salmo 37:7, 9, 34, 40,
Salmo 40:1, Salmo 130:5-7

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