El expresionismo surgió en Alemania a principios del siglo XX como un movimiento cultural que se caracterizó por deformar la realidad y expresar los sentimientos más que describir objetivamente la realidad, enfocándose en el ser humano y el mundo de la angustia y la esperanza. La pintura expresionista utilizaba colores puros y fuertes de manera azarosa con líneas que expresaban angustia, distorsionando figuras para reflejar un simbolismo más allá de las líneas a través de máscaras y paisajes protagoniz