Este documento presenta el perfil de Dora Lucía Suárez, una maestra colombiana que ha tenido una larga carrera en la educación. Después de graduarse como profesora de filosofía, trabajó en varias escuelas rurales y urbanas durante más de 20 años. Recientemente obtuvo una maestría en Etnoliteratura y ahora se ha unido al programa "Todos a Aprender" del gobierno colombiano como tutora, comprometida a contribuir con su experiencia y conocimiento.

1. Dora Lucía Suárez C. Mg.en Etnoliteratura.
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EN EL PROGRAMA:
“TODOS A APRENDER”
Yo me comprometo…
MI PERFIL
Dora Lucía Suárez Caguazango
Considero muy acertada esta frase de Coelho, estoy por empezar un reto más en
mi vida… diría más bien, el reto más significativo, no solo a nivel profesional, sino
personal. Veo la necesidad de agradecer a Dios, por llenar mi vida de
experiencias relevantes: desde mi infancia me he inclinado por la profesión más
bonita que hay: la docencia. Desde pequeña sentí ese llamado vocacional, por
supuesto, he tenido altibajos, tropiezos, dificultades… pero los he podido superar.
Pese a que mi vida inicial no fue fácil, con esfuerzo y constancia logré formarme
como docente. Estudié filosofía y letras en la Universidad de Nariño. Cuando me
gradué mi vida se complicó, pues no tuve suerte en vincularme al sector oficial,
podría decirlo tengo amargas decepciones de los muchos intentos que hice.
Desafortunadamente logré hacer dos licencias como docente, una en el Municipio
de Tangua y la otra en el Municipio de la Florida, fueron dos temporadas muy
agradables. Sin embargo, no desfallecí nunca, la esperanza la mantuve firme. Sin
embargo, durante diez años estuve vinculada en el colegio Antonio Nariño como
secretaria, en ese entonces su naturaleza era privado, Me desempeñé como
docente en un establecimiento educativo, llamado “Estudiar”1
, donde se preparaba
para el examen de estado y se hacían validaciones de bachillerato. Gracias a esta
actividad, mantuve vivos mis conocimientos en lenguaje y filosofía. La verdad es
que estos siete años me sirvieron enormemente.
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Establecimiento de educación no formal.
“Cuando menos lo esperamos,
la vida nos coloca delante
un desafío que pone a prueba
nuestro coraje y nuestra
voluntad de cambio”
Paulo Coelho

2. Dora Lucía Suárez C. Mg.en Etnoliteratura.
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Mi vida cambió prácticamente cuando en Colombia en el año 2005, se hizo la
convocatoria a concurso de méritos, en el que se notó seriedad, y transparencia.
Concursé en Filosofía, para el Departamento de Nariño, fui nombrada a la
Institución Educativa “Jubanguana” del corregimiento de Santa Fe, Municipio de
Buesaco, allí permanecí 5 años y medio. Fue una experiencia muy enriquecedora
e inolvidable. Una comunidad maravillosa en la que aprendí mucho y que pese a
ser una zona de difícil acceso, supe vencer toda dificultad. Siempre agradecía a
Dios por brindarme la oportunidad de trabajar en lo que más anhelaba.
Fig. 1 Grupo de estudiantes de Santa Fe- Buesaco Fig. 2 Estudiantes de I.E.S.F.A Túquerres
Al mismo tiempo mi sueño era el de estar más cerca de mi familia, que está
compuesta por mi esposo Rafael Montero y mis dos hijos: Nelson David y Zara
Natalia. Quienes son los seres que más amo y valoro su comprensión y su
paciencia. No faltaron las lágrimas a la hora de alejarme durante cada semana de
la ciudad de Pasto... Por la dificultad de transporte muchas veces, se tenía que
caminar largos y extensos caminos, por los que sufrí desgaste de mis rodillas, no
obstante, nunca desistí de mi trabajo. Hice el esfuerzo y entré a estudiar mi
maestría en la Universidad de Nariño, no había algo más indicado que estudiar
Etnoliteratura. Fueron dos años presenciales durante los fines de semana. Para
poder llegar a tiempo a la universidad los días viernes, tenía que viajar en moto
taxi. Un transporte de riesgo, sobre todo en época de invierno y por las
condiciones de la carretera. Tuve muchas caídas que han sido la causa de tener
pavor a este medio de transporte. Hace dos años me gradué como Mg. En
Etnoliteratrura. Creo que esa dicha no tiene comparación. En la comunidad realicé
una investigación de campo para el trabajo de grado, titulada “La oralidad en el
corregimiento de Santa Fe de la Jubanguana” trabajo al que se puede acceder en
la Biblioteca virtual de la Universidad de Nariño.
Hace dos años tuve otra buena noticia, se dio mi traslado al Municipio de
Túquerres, a la Institución Educativa San Francisco de Asís, un hermoso lugar,
con mejores condiciones de vida, a la vez, un cambio radical en comparación con
la anterior región. Por lo menos ya podía viajar a mi casa dos o tres veces a la
semana.
Hice parte de dicha Institución durante más de dos años, desde allí fui llamada por
el MEN para que hacer parte del Programa “Todos a Aprender”, gracias al puntaje
obtenido en la prueba de competencias del año 2011. Fue una bonita sorpresa y
no podía negarme… con un “sí” incondicional asumí el compromiso como Tutora.

3. Dora Lucía Suárez C. Mg.en Etnoliteratura.
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Soy de las personas que a más de dar el ejemplo de perseverancia por alcanzar
los sueños, también doy fe que jamás se debe dejar de aprender, no hay ninguna
limitación, es como dicen por ahí “El día en que piense que lo sabe todo es
porque dejó de existir”, mientras haya vida y sobre todo mientras se tenga la
responsabilidad de educar, jamás se debe cortar las alas del conocimiento, más
en este tiempo, donde nuestros niños, niñas y jóvenes viven en una sociedad
difícil, llena de conflictos, de violencia, de desorientación y de desamor.
Fig. 3 Formadores con el primer grupo de Tutores
Qué oportunidad tan propicia para capacitarse, para enfrentar con otro tipo de
actitud la formación integral de las personas. El nombre del programa es muy
sugestivo y connotativo “Todos a Aprender” es la manera que deja atrás una
educación impositiva y vertical, sin instrumentos, sin herramientas, una educación
disfrazada y agónica que ni siquiera sabe qué niños son los que debemos educar.
Bienvenido el Programa, estoy segura que los objetivos propuestos tendrán
fundamento y será el sueño de todos y todas hecho realidad. Como bien dijo
Cervantes “De altos espíritus es aspirar a cosas altas”. Es un “stop” a todo
pretexto, a toda actitud crónica e inoperante, a un decir escueto y sin sentido, a un
oficio vendado por discursos repetitivos y promesas falsas … ya es hora de
cambiar, de dejar atrás las excusas, de plantear soluciones2
y empezar a cambiar
las prácticas en el aula.
Quiero ser parte de ese cambio, de contribuir con mi formación, mis ganas de
compartir experiencias, de dar el ejemplo con buenos valores y de asumir este
nuevo reto con el mayor compromiso.
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Expresión usada por el formador Santiago Peña.