1. Mesa 4:
Elián kaled Gómez Espejo
Daniel Andrés González Llano
David Marín Rodríguez
Mariana Arcila Montoya
2. La tarde se estaba quedando sin tiempo y la noche estaba asomándose, yo volaba en
mi ala delta hacia el atardecer, pero esa sería mi última vista hacia la seguridad y buen
estado de mi cuerpo. Mi nombre es Alan Beltrán, soy un Colombiano de 27 años y… soy
un obsesionado a los deportes extremos, mi deporte extremo favorito es volar en ala
delta, tengo 6 años de experiencia y 70 vuelos realizados.
Un domingo de abril fue cuando todo sucedió. Estaba yo volando hacia el atardecer en
mi ala delta, como ya lo hacía de costumbre, en ése momento alcancé a divisar un ave
que se aproximaba, según mis cálculos el ave pasaría a unos 3 metros de mi ala delta,
por eso seguí disfrutando del atardecer mientras el viento chocaba con mis mejillas, la
vista era espectacular, pocas veces el cielo se veía así de naranjado y cálido. Luego de
unos 6 minutos después el ala delta empezó a perder altura, miré por arriba de mi
cabeza observé un pequeño agujero que tenía unos 13 cm de diámetro, mis
conclusiones apresuradas era que el ave era la culpable… pero luego recordé que el ave
había pasado por mi lado derecho y el agujero estaba al lado izquierdo, en ése momento
supe que el ave había no tenía la culpa, no recordé algún otro objeto con el que hubiera
podido impactar, pero eso ya no importaba, debía ocuparme de la disminución de altura
que tenía gradualmente, no tuve más que tratar de frenar, para mi sorpresa los frenos no
estaban en funcionamiento. En ese momento el miedo invadió mi mente, había leído en
las noticias terribles accidentes en ala delta en los que las personas quedan
irreconocibles, pensé en mi familia, mis amigos y mi novia, luego de pensar en cada uno
de ellos me prometí salir vivo de ése enredo.
3. Había recibido algunas instrucciones sobre qué hacer si algo como eso pasaba, lo
primero era tranquilizar mi mente y meter en mi cabeza que todo saldría bien, traté de
todo para relajar mi cuerpo, pensaba en mis seres queridos, pero más miedo me daba,
pensaba en mi paseo a la costa con mi familia y me dio aún más temor, concluí que lo
mejor era no pensar en nada, focalicé mi mente en sobrevivir y salir de ese problema.
Mientras el ala delta perdía altura yo pensaba en tonterías de qué me habían enseñado
para salir de problemas como esos, así que tuve que improvisar, examiné los posibles
lugares para aterrizar, de repente parecía como si Dios hubiera escuchado mis
plegarias… Había una pradera, el terreno era un poco irregular, pero era mejor que
aterrizar en agua o un bosque, por eso me cambié rumbo hacia la pradera. El momento
de tocar tierra estaba cerca, estaba a un solo paso de estar con los pies en la tierra y era
frenar, el sentimiento al recordar de que no contaba con frenos era un vacío en mi
estómago… Me di cuenta de que me estrellaría contra unos árboles, por mi bien debía
acelerar para chocarme con la copa y no con el tronco de éstos, con valentía aceleré y le
pedí a Dios que si me sacaba de ésa no volvería a molestar a mi vecino tirando la
basura al frente de su casa cuando el camión de la basura había pasado antes. El
impacto fue brutal… era como pasar de la paz a un alboroto total, cerré los ojos antes de
impactar, no quise abrirlos porque le tenía mucho temor a las fractura de huesos, pero
saqué mi hombría interior y los abrí, no sentía dolor, mi cuerpo estaba intacto, me toqué
de los pies a la cabeza y nada tenía. Yo no lo podía creer, levanté mis brazos y mi
cabeza… En un gesto de agradecimiento grité ¡NI LOS DE HOLLYWOOD LO
HUBIERAN HECHO MEJOR, GRACIAS DIOS!.
4. La felicidad en ese momento era intensa, no sabía ni que decir, estaba contento y
exaltado a la vez, la adrenalina seguía fluyendo por mi cuerpo, pero mi felicidad era tal
que me empecé a reír, luego de 5 minutos de festejar me encontraba ya en las sábanas
de la noche, recordé que en mi mochila siempre tenía un puñal por si algo salía mal, no
lo podía creer, todo había salido bien. Recordé algunos programas de supervivencia y
llegué a la conclusión de que no quería tomar mi propia orina ni comer insectos rellenos
de vísceras. Siempre en las noticias veía que en situaciones como esas todo siempre
salía mal, pero esta era diferente, todo hasta ese momento había salido bien, del futuro
no sabía nada, pero me sentía muy afortunado y feliz de salir ileso de un impacto como
ése. Según lo que me habían enseñado debía encontrar un refugio donde ocultarme
para reservar calor y descansar, empecé a deambular por aquella pradera, pero no
encontraba nada… todo era pradera, para ese momento recordé que en los Boy Scouts
me habían enseñado a hacer refugios improvisados. Recogí palos y los entrelacé con
una cuerda que llevaba mi ala delta, los cubrí de hojas y mi refugio estaba listo. Todo era
felicidad, tenia refugio, mi aterrizaje había salido perfecto, me sentía bien por eso, mi ego
era tan alto que me puse a la talla del mismísimo Bear Grylls.
A la mañana siguiente me desperté a lo que serían las 8 de la mañana, me sentí con un
terrible dolor de espalda ya que hace demasiado tiempo no dormía en un terreno
irregular. Me llené de energías, de inmediato, traté de saber de dónde estaba saliendo el
sol, estaba en mi espalda, así que me ubique y empecé mi rumbo hacia el sur.
5. Ese “accidente” ya no era un simple suceso, se había convertido en una salida de
supervivencia, me sentí tan feliz que empecé a cantar canciones que recordaba de los
Boy Scouts, cuando las canciones se me olvidaron seguí con alguna que otra salsa o
merengue, alternaba con canciones de rock y tarareaba la guitarra de las canciones.
Mi felicidad terminó cuando de repente empezaron a salir personas con armas de los
matojos, todos salían como una manada de lobos preparados para atacar, yo me
sorprendí y asusté, estaba totalmente rodeado, no lo podía creer, era un grupo
insurgente al margen de la ley, no sé si eran las F.A.R.C o los paramilitares, solo sabía
que me iban a tomar secuestrado, el vacío del estómago volvió a mi, estaba paralizado y
todos ellos solo me miraban, cuando de repente salió de en medio de todos un hombre
de color, de muy buena musculatura, casi parecía un gorila, me sentí pequeño frente a
su presencia. Me cuestionaba que me iba a decir, si me secuestrarían, me matarían o
algo peor… Una vez más pensé en mis seres queridos, en qué sería de ellos si yo moría
o era secuestrado, fue un montón de emociones encontradas, todo esto pasó en
cuestión de 3 segundos, el hombre de color empezó a hablarme, –Hola, pequeño
amiguito, ¿qué hace usted por nuestro territorio? Dijo él. –Ayer yo me estrellé en mi ala
delta a unos 10 kilómetros de aquí, solo estoy buscando llegar a la sociedad, no busco
problemas con nadie. Le respondí yo de forma nerviosa. –Pues lo lamento, pero desde
este momento queda usted secuestrado por las fuerzas armadas revolucionarias de
Colombia. Concluyó él.
6. Después de que me dijeron que estaba secuestrado todas mis esperanzas de
encontrar la civilización se desvanecieron.
Los soldados me ataron las manos y me obligaron a caminar durante dos días seguidos,
mientras caminaba se me ocurrió la idea de escaparme, pero eran demasiados
soldados y era prácticamente un suicidio. En la mañana del segundo día entramos al
campamento y me depositaron en una especie de celda echa por alambre de púas,
bambú y ramas, en esa celda me encontré con otras personas, dos mujeres y 1
hombre, las dos mujeres se llamaban Sara y Ángela. Sara era una importante bióloga
que se encontraba estudiando un ave en vía de extinción en el momento la capturaron,
Ángela por el contrario era una enfermera y el motivo de su captura fue que necesitaban
a alguien para que cuidara de la salud del comandante del campamento, y el hombre se
llamaba Ramón, a Ramón lo capturaron por ser un alto oficial de la policía colombiana.
En mi primer día de cautiverio me tuvieron con los demás prisioneros encadenado a un
troco de madera, estaba sufriendo en ese troco cuando Ramón me dijo que debía ser
fuerte si quería sobrevivir o escapar de este lugar, en ese momento un guardia se me
acerco y me la primera comida del día, en general no era mucha comida pero todo
serbia si yo quería vivir, Sara se me acerco y me dijo que ella tenia una idea para
escapar, mientras ella me dacia eso un guardia se acerco y la llevo fuera del alcance de
mi vista, después de eso no volví a ver a Sara y pensé lo peor que podría pasar. Ese
día me quede pensando la idea que me dijo Sara.
7. Al día siguiente me sentí muy mal por Sara, pero para mi desgracia apenas
empezaba, en ese momento entraron dos guerrilleros junto con Sara y frente a mí,
mataron a mis tres compañeros de celda, me dijeron que me pasaría lo mismo si
volvía a decir alguna palabra, y luego se fueron.
Esa tarde me azotaron hasta hacerme olvidar lo que Sara me había dicho y
cambiaron mi sabrosa ración de alimento por el pan mas duro que puede existir en
este mundo, juré que nunca lo comería.
Durante la noche estuve pensando en mi familia y tratando de recordar lo que dijo
Sara sin cerrar un solo ojo, no pude recordar nada mas que lo ultimo que dijo Ramón
antes de morir: El que deja que le sometan y que controlen su pensamiento no es
mas que una rata.
A la madrugada, entre el tronco y el sueño llegaron los 2 guerrilleros, me mostraron la
ubicación de mi maleta con las palabras “olvídate de ella” y me dieron una golpiza,
hecho que al parecer era el día a día de todos los que eran llevados contra su
voluntad a aquel horrible lugar; después del dolor volvieron a sacarme de mi celda
con la aparente intención de llevarme a otra, lo único que pude hacer fue rezar por mi
salud.
8. Me llevaron a una choza improvisada y forrada con plásticos, donde habían por lo
menos 15 personas mas, aquel lugar olía muy extraño.
Entre momentos de angustia y desesperación causados por mi claustrofobia y mi
necesidad de ver a mis seres queridos pasaron 3 tristes tarde llenas de dolor y ganas
de morir.
Al cuarto día de mi secuestro recordé que mi puñal seguía en mi maleta, la cual
estaba en el dormitorio de aquel orangután y me decidí a recuperarla y a escapar
cuanto ates de ese horrible lugar.
Todos estos días había aguantado hambre ya que me negaba a comer rocas en forma
de pan que intentaban darme a diario. La comida no era la gran cosa, pero venía con
un tener cosa que robe y mantuve escondida hasta la noche.
Aquella noche las F.A.R.C estaban de fiesta y nosotros debíamos tratar de dormir en
aquella triste jaula, recordé que tenía el tenedor enterrado al lado del candado que
mantenía cerrada la puerta, lo saque con un rápido movimiento y sin que se dieran
cuenta destroce el candado y corrí al dormitorio del jefe a recuperar mi maleta.
9. En este lugar el desorden dominaba y todo estaba revuelto. Después de 2 tediosas
horas de búsqueda al fin apareció, pero ya era tarde, pues los guerrilleros habían
vuelto, aunque estaban borrachos y no se dieron cuenta de que yo faltaba en la
prisión, me escondí debajo de la cama del líder y estuve allí toda la noche esperando
la mas mínima probabilidad de escapar.
A las 2 de la madrugada del día siguiente yo había logrado salir del dormitorio y me
encontraba corriendo a toda prisa con el norte como mi destino, así llegaría al árbol
donde me estrelle y podría sacar algo de agua del bolsillo de mi ala delta.
Al alcanzar el árbol decidí seguir el noreste, pues solo de esa manera lograría
escapar del territorio de las F.A.R.C. y ocultarme en la selva.
A mitad de comino encontré una pequeña hacienda campesina que parecía estar sola
de momento. Aquella casa poseía un barrizal lleno de cerdos, sin pensarlo dos veces
saque mi puñal y me abalance contra uno de ellos, el cual sangro el único liquido que
bebí en días. Prendí una pequeña fogata con un árbol seco y cocine todos los restos
del porcino, ese momento fue el mas glorioso de todo el día, después de terminar,
enterré los huesos cerca del barrizal para que creyeran que fue un perro y continúe mi
rumbo.
10. Todos estos años, tuve por claro que sobrevivir era fácil, pero no lo era, era el deporte
mas duro que había probado en toda mi corta y feliz vida.
El tiempo corría mas rápido que yo, pues ya era de noche de nuevo, me dispuse a
dormir, pero no fue un clásico sueño el de ese día, era una especie de mensaje del
futuro que probablemente me había enviado el que antes me salvo de morir estrellado
contra el árbol en el que yacía mi ala delta, mi sueño revelaba unas imágenes: aquel
hombre que me había secuestrado se encontraba cerca de mi ala delta y miraba lo
que parecían ser mis huellas, luego los dueños del cerdo, al lado de sus respectivos
huesos miraban furiosos las hullas del que al parecer se comió a su animal y por último
unos vagabundos armados deambulaban cerca de mi posición actual, en ese momento
desperté, aún era de noche, volteé la mirada hacía atrás y divise unos granjeras que
corrían con sus bates como si quisieran matarme, miré mas atrás y vi que a no menos
de un kilometro me miraban y apuntaban con lo que parecía ser francotiradores desde
vehículos los responsables de mi secuestro y que a un poco mas de unos 50 metros
unos vagabundos con pistolas corrían hacia mi, recordé el sueño y con una cara de
pánico tome mi maleta y comencé a correr como si no hubiera un mañana, ya que
probablemente no lo tendría si me quedaba quieto, en ese momento me sentí como
Usain Bolt y pensé que estaba volando en mi ala delta, fue una sensación increíble,
indescriptible con palabras e irrepetible que nunca olvidaría, no pude evitar gritar “woo
hoo” debido a la increíble velocidad a la que me encontraba.
11. Lentamente fui dejando atrás a los vagabundos quienes se cansaron y pararon, los
granjeros se quedaron golpeando a los vagabundos creyendo que habían sido ellos
quienes se habían comido al cerdo y volvieron a su granja y los guerrilleros
secuestraron a los vagabundos, pues al parecer también eran prófugos, aunque el
líder de estos se bajo del vehículo y se quedo mirándome como si yo hubiera cruzado
una frontera invisible que el no se atrevía a pasar.
Al cabo de un rato llegue a la jungla, donde me relaje y aproveche lo que quedaba de
la noche para dormir. Pero esta vez fue peor que la anterior, pues al despertar me
encontraba en una jaula diferente, pero esta no le pertenecía a las F.A.R.C., esta vez
me encontraba privado de mi libertad en un campamento del ejercito de liberación
nacional (E.L.N.)
A pesar de que estos eran mas generosos y nos daban carne a la hora de comer, yo
volví a ser un recluso mas de los grupos al margen de la ley y esto ya comenzaba a
molestarme.
Lo peor de todo era que mi maleta no se encontraba allí, la habían dejado al lado del
árbol donde me quede dormido la noche anterior. Debía encontrar la forma de
recuperarla, pues dentro de ella se encontraba mi puñal, lo necesitaba si quería
sobrevivir.
12. En ese campamento las defensas eran mas peligrosas ya no solo estaba
encadenado si no que yo estaba solo y me era prohibido hablar con
cualquier otra persona ya fuera guardia o recluso, durante la comida de
ese día encontré un clavo que se había zafado de la pared de la cocina.
el clavo lo guarde en mi boca para que los guardias no me revisaran y en
la noche mientras todos dormían forcé el candado que me mantenía atado
a las cadenas , al primer intento de forzar el candado no funciono pero
seguí intentando y cuando se estaba acabando la noche funciono, quería
salir corriendo inmediata mente pero mejor fui precavido y espere a la
noche del siguiente día .
13. En la noche de inmediato empecé otra vez a forzar el candado y lo
logre, al ver que no habían guardias cerca me puse a correr en
dirección a la selva , mientras corría me sentía otra vez libre como si
dejara todo lo malo atrás pero este calvario apenas empezaba, toda
la noche corrí asta la mañana del otro día, en la mañana caí en un
arbusto y me dormí, al despertar me sentí un poco mejor así que
seguí caminando pero no me había dodo cuenta de que no había
comido nada ni bebido nada durante ese día
Así que empecé a escarbar en el suelo a ver que insecto o animal
podría comer , encontré una pequeña lagartija y eso fue todo lo que
comí esa mañana , seguí caminado durante el resto de la mañana y
parte de la tarde y al ver que ya se acercaba la noche creí que lo
mejor seria hacer un refugio o fuego para no pasar la noche a la
intemperie , pero había olvidado que no tenia mi puñal por que lo
cual lo haba dejado en mi maleta .
14. Entonces vi que podría utilizar una roca como puñal para construir mi refugio,
el refugio no quedo perfecto pero no pasaría frio en la esa noche, el día
siguiente me levante y seguí caminado cuando me encontré con un rio.
El rio era demasiado profundo para cruzarlo nadando y además habían
cocodrilos y sirvientes , y yo debía cruzarlo para salir de esa selva que me
tenía atrapado, ese día decidí acampar al lado del rio y hacer una balsa para
cruzarlo y salir dela selva entonces me puse a trabajar primero en un refugio
estable para después recoger los suficientes materiales para armar mi
valsa , también pensé que podría pescar en el rio pero no tenía ni siquiera
un anzuelo, ese día descanse en mi refugio y junte madera para mi valsa.
En la mañana de ese día decidí empezar a armar mi valsa así que junte los
troncos y con unas lianas que colgaban de uno de los arboles al finalizar la
mañana ya había armado mi valsa , por lo cual ya estaba listo para cruzar ese
rio, al salir y echar mi valsa a el agua me acorde de que debía dañar mi
refugio para que los secuestradores no me siguieran rastrando.
15. Mientras dañaba mi refugio vi a dos guerrilleros que se acercaban rápidamente
asía mí ,entonces corrí asía mi valsa y me fui navegando asta cruzar el rio y
pensé que por un minuto que casi me atrapaban y no quería volver a pasar por
eso entonces después de cruzar el rio me baje de la valsa y corrí sin parar
durante unos veinte minutos cuando vi el paisaje ya no estaba en una selva
estaba en un amplia llanura y eso fue como respirar un nuevo aire, observe
más el paisaje cuando vi un árbol de naranjas, ese árbol para mí era el cielo
era como si la naturaleza o el destino quisieran que yo sobreviviera.
Comí tantas naranjas como fuera posible y guarde unas pocas para comer en
el camino y seguí caminando durante toda la tarde y cuando me quise detener
ya era demasiado tarde para hacer un regio, entonces me quede sentado en un
árbol y reuní muchas hiervas para acomodarme o recostarme.
Al despertar al día siguiente me encontré con muchas picaduras de mosquitos
y además casi no pude dormir por lo incomodo que era aquel lugar, me levante
un poco cansado, esa noche para mi fue eterna.
16. Yo seguía caminado sin rumbo pues en ese momento estaba rodeado de
árboles, con mucha hambre, y con deseos de ver a mi familia; me encontré con
una pequeña tribu indígena parecían inofensivos así que me acerque, ellos me
atacaron fue algo demasiado brutal pues yo solo venia en son de paz ellos me
tenían atados haciendo unos bailes raros alrededor de mi me sentía demasiado
raro y algo asustado así que decidí empezar a gritar ellos me estaban mirando
raro y cada vez bailaban y danzaban sin cesar a mi alrededor cuando dejaron
de danzar me soltaron así que sin pensarlo dos veces salí corriendo no me
percate de que había un precipicio y caí, por fortuna era mar y no un lugar
rocoso así que empecé a nadar agradecí a ver aprendido a nadar, nade mas o
menos alrededor de media hora, cuando pensé que mis esperanzas se
agotaban y me debilitaba cada vez mas vi una pequeña isla en este lugar se
encontraban varias pangas y pequeños barcos, cuando llegue a la isla
descanse, ice una pequeña siesta cogí varios cocos y me los comí después de
descansar le pregunte a uno de los pangueros en que lugar me encontraba y
hacía que lado iba él, el me responde te encuentras en trigana y me dirijo hacia
a capurgana, si quieres te puedo acercar sin pensarlo dos veces acepte
17. Cuando llegue a capurgana inmediatamente llame a mis padres a
contarles donde me encontraba y que si me podían hacer el favor de
mandarme plata o me podrían recoger, contesta mi madre, al hablar
con ella por teléfono la note muy angustiada y ella me cuenta que mi
padre acaba de fallecer, fue algo muy duro para mi; ella me dice que me
mandara plata por lo menos para comer y hospedarme y que al redor
de dos días iría a recogerme por un lado me puse feliz pero por el otro
estaba total mente destrozado .
Pasados los dos días mi madre me recogió, regrese nuevamente a casa
por fin esta travesía había terminado pero una tristeza enorme
recorría mi cuerpo por la muerte de mi padre.
Me hice cargo de mi madre, salíamos cada ocho días como de
costumbre si no que de ahora sin mi padre, me propuse apoyar a mi
madre estar pendiente de ella cada día.
Pasados dos años mi madre empezó a sentirse mal, la decidí llevarla al
medio le mandaban medicamentos de toda clase pero ella seguía igual,
llevarla a dónde un medico especializado
18. días después a mis manos llega una carta, es sobre mi madre, el medico dice
que a mi madre le esta empezando a dar alzhéimer eso fue muy duro para mi .
Fue una larga y dura enfermedad tanto par mi madre como para mi para ya
que tenia que dedicar mi mayor tiempo a ella, y no era nada fácil, el alzhéimer
cada día evolucionaba cada día mas y para mi eso era demasiado dura, tanto
que tuve que contratar a una chica para que me pudiese ayudar, cinco años
después mi madre muere, pase días y noches llorando .