El tejido muscular está compuesto de células llamadas miocitos que tienen la capacidad de contraerse. Los miocitos forman haces o láminas y su capacidad contráctil depende de microfilamentos y proteínas miosina presentes en su citoesqueleto. El tejido muscular es responsable del movimiento de los órganos y organismos, y produce contracciones que generan movimiento corporal, estabilizan posiciones y generan calor.