¿Qué tipo de autoridad, de gobierno, de políticos y sobre todo de sociedad son aquellos que permiten, toleran o, peor aún, fomentan el otorgamiento de concesiones mineras para la extracción de minerales a cielo abierto, la industria más agresiva y destructiva, la de mayor impacto social, cultural pero sobre todo ambiental, prácticamente que haya existido, una industria cuyo "gran rendimiento" es el de obtener el metal necesario para fabricar un anillo de oro a partir de la remoción de 18 toneladas de tierra y desechos tóxicos?
Ente de Coordinación Operativa de Servicios en la Capital
Devastación por minería a cielo abierto en México
1. Rumbo a la devastación de México (I)
Miércoles 27 de Marzo de 2013 09:27 | Escrito por El Sol de México
Betty Zanolli Fabila. Fuente OCMAL
¿Qué tipo de autoridad, de gobierno, de políticos y sobre todo
de sociedad son aquellos que permiten, toleran o, peor aún,
fomentan el otorgamiento de concesiones mineras para la extracción
de minerales a cielo abierto, la industria más agresiva y destructiva,
la de mayor impacto social, cultural pero sobre todo ambiental,
prácticamente que haya existido, una industria cuyo "gran
rendimiento" es el de obtener el metal necesario para fabricar un
anillo de oro a partir de la remoción de 18 toneladas de tierra y
desechos tóxicos?
La pregunta surge demasiado tarde, pero aún peor sería resignarse a
la atroz realidad que nuestro país enfrenta luego de que durante
las administraciones de Vicente Fox y de Felipe Calderón fue
concesionada a la industria minera -predominantemente en su
modalidad de cielo abierto- más de una cuarta parte de su territorio
nacional, casi 52 millones de hectáreas. Prueba de ello es que tan
sólo durante la administración calderonista el ritmo de crecimiento de
las concesiones mineras así otorgadas fue de 2,500 por año -6
millones de hectáreas anuales-, lo que hoy explica que existan
27,210 títulos de concesiones vigentes y que entre 2007 y 2008 el
número de empresas nacionales y de participación extranjera
inscritas en el Registro Público de Minería haya aumentado en un
48%. Obviamente nadie en su sano juicio puede oponerse a que un
país progrese a partir de modernizar y diversificar su economía y de
promover la inversión de capital, pero de la misma manera nadie
podría creer que esto pueda ser posible si su costo implica la
inminente devastación de su territorio, la desposesión agraria y la
2. desarticulación social de gran parte de su pueblo, la afectación
irreversible de su medioambiente y biodiversidad así como la severa
destrucción de su patrimonio cultural.
En Canadá, de donde procede el mayor número de empresas mineras
que han recibido tales concesiones del gobierno mexicano, se ha
prohibido la minería a cielo abierto (MCA) de la misma manera en
que 2011 fue el último año en que la Unión Europea permitió el
empleo del cianuro, letal compuesto esencial para su operación. ¿Por
qué mientras en dicho país y en Europa sí se han tomado las medidas
mínimamente necesarias para resguardar su territorio, población y
medioambiente de esta calamidad a través de una política restrictiva
en la materia en México ocurre todo lo contrario, a tal grado que
dicha industria ocupa ya el tercer lugar de nuestra economía? ¿Por
qué el 25% de nuestro suelo ha sido prácticamente regalado a
inversionistas nacionales y sobre todo extranjeros a costa del despojo
patrimonial material e inmaterial de campesinos y comunidades
indígenas pero sobre todo, y lo más grave, para ser devastado de
modo irreparable?
Mediante el empleo de un poderoso equipo de excavación, de
cargas explosivas, de cintas transportadoras y tuberías de
distribución la MCA remueve las capas superficiales de la tierra
transformando radicalmente la geomorfología del lugar en su afán por
allegarse de magras cantidades de minerales (particularmente oro)
para cuya obtención requiere de la lixiviación del terreno removido
con elementos y compuestos químicos -principalmente arsénico,
mercurio, plomo, cadmio, cobre y sobre todo cianuro- así como de
cantidades descomunales de agua. Derivado de ello, este proceso
provoca una inimaginable transformación geológica, medioambiental
y humana en toda la extensión donde opera. Enumeremos sólo
algunos de sus catastróficos efectos: la afectación morfológica del
suelo destruye la fertilidad de las áreas cultivables y altera
irremediablemente los cursos y depósitos de aguas superficiales y
subterráneas; la contaminación del aire con los polvos generados,
vapores de combustibles así como de cianuro, mercurio y azufre; el
impacto irreversible en la flora, fauna y microclima de la región; el
desperdicio y contaminación promedio de 300 mil metros cúbicos
diarios de agua por mina que nunca más serán potables; la enorme
contribución a los gases invernadero que la MCA emite
continuamente a la atmósfera, además de la drástica
y fantasmagórica modificación visual del entorno que a partir de
ahora estará caracterizado por mega cráteres estériles con una
superficie promedio de 160 hectáreas y más de medio kilómetro de
profundidad, todo lo cual provoca mayor pobreza, conflictos sociales,
destrucción del patrimonio privado, social y federal, así como
geológico, paleontológico, arqueológico, nacional y universal en
ciertos casos, sin contar el desarraigo y la severa e irreversible
3. alteración en la organización económica, social, política e ideológica
de las comunidades asentadas en la zona.
Ante semejante panorama ¿puede tener aún sustento jurídico
la concesión minera otorgada por el gobierno federal a través de
la Secretaría de Economía con fundamento en la "utilidad pública"
que caracteriza a la exploración, explotación y beneficio de los
minerales según establece el artículo 6 de la Ley Minera cuando si a
algo afectan estas actividades es a la sociedad, al interés público no
sólo del pueblo mexicano sino de toda la Nación y aún de la
humanidad?¿Por qué los legisladores continúan sin reformar la Ley
Minera? ¿Por qué el Servicio Geológico Mexicano y los respectivos
representantes ante él de las Secretarías de Hacienda y Crédito
Público, de Desarrollo Social, de Energía, y sobre todo de Medio
Ambiente y Recursos Naturales no han intervenido para impedir que
la MCA siga proliferando en nuestro país a costa de la devastación
nacional en todos los órdenes?