La educación religiosa tiene el objetivo de presentar a los estudiantes un Dios que les ama y quiere lo mejor para ellos. Una vez que comprenden este amor, los induce a un encuentro con Cristo mediante el descubrimiento de estas realidades y reconociéndose como protagonistas de la historia de la salvación. Cuando asumen este compromiso, son capaces de asumir su misión en el mundo actual. La educación religiosa ayuda progresivamente a los niños y jóvenes a descubrir el verdadero sentido de su vida y les ayuda a encontrar sentido