Reacción de la obra el modelo de la verdad de dios.
1. Universidad de Montemorelos<br />Escuela de Ciencias de la Educación<br />Trabajo presentado en cumplimiento de la materia de <br />Fundamentos de la Educación<br />Reacción de la obra <br />“EL MODELO DE LA VERDAD DE DIOS”<br />Presentado por:<br />Nohemí Barrera García<br />Montemorelos N.L. 05 de agosto de 2010<br />Reacción de la obra<br />“El modelo de la verdad de Dios”<br />Estoy de acuerdo en que existe un gran problema de integración, tanto en la educación secular como en la cristiana. Creo que en la educación cristiana el problema como se menciona no es el descubrimiento sino la aplicación. En realidad no existe ningún problema en la verdad y la integración en forma separada, siendo que la educación cristiana en cuanto a sus principios e ideales es muy buena, pero el problema está en juntar las partes en un todo. Es decir al aplicar esos principios en cada acto de la vida, y es que se puede tener un inmenso conocimiento, incluso los más altos principios, pero si eso no se logra integrar no cumple el ideal de la educación cristiana.<br />Razón por la cual se debe trabajar mucho en cuanto a este aspecto, ya que tenemos una luz maravillosa que es la Palabra de Dios y el Espíritu de Profecía, donde encontramos como podemos aplicar la verdad en nuestra vida. Creo que todo radica en tener una relación constante con la verdad que es Cristo Jesús a través de la oración, y el escudriñamiento de las Escrituras y el Espíritu Santo es quien ayudará a integrar los principios de la verdad en la educación y en la vida diaria. <br /> Estoy completamente de acuerdo que no hay educación cristiana, si no hay docentes cristianos. Y es que el docente juega un papel importantísimo en la integración, ya que es quien está en contacto directo con el alumno, es el canal por el cual se pueden transmitir los valores, enseñanzas, y los pensamientos más ennoblecedores encontrados en la palabra de Dios, no solamente con palabras, sino con los hechos. La vivencia del docente no puede ocultarse pues es reflejada y percibida por los alumnos y por cualquier persona con quien se relaciona.<br /> Es por eso que la opinión del profesor Karl Barth me parece muy atinada al mencionar que para integrar cada materia de estudio con el cristianismo, solo se logra a través de docentes que tengan cosmovisión genuinamente cristiana, la cual debe ser sostenida y defendida con convicción. Esta cosmovisión sólo se puede obtener al escudriñar las Escrituras, en la revelación de la naturaleza en los escritos del Espíritu de Profecía, para levantar barreras al secularismo que pueda afectar sus vidas e influir negativamente en sus alumnos.<br />Además creo que es muy bueno el hecho de que no se limite la integración de la verdad en un departamento de Biblia, sino que se busquen docentes cristiano devotos que junto con sus materias incluyan las enseñanzas de la palabra de Dios, aunque no sean expertos en ello, sino de forma sencilla transmitan las verdades, por precepto y por ejemplo, buscando primero la gloria de Dios, y el servicio a los demás, y al mismo tiempo reforzado por el encargado del Departamento de Biblia que a su vez debe integrar, estimular y equipar a los docentes para cumplir esta función. <br />Solo de esta forma en la medida que los docentes de las diferentes asignaturas enseñen la Biblia como parte del programa diario, ocurrirá la integración en el currículo. Lo cual se aplica a todas la materias incluyendo las más difíciles de integrar como matemáticas que se asemejan a la forma como Dios obra. O bien en la literatura, cuando se estudia de los grandes escritores, a través de la luz de la palabra de Dios y ver que la Biblia misma es literatura, de donde se desprenden lecciones impresionantes, y así mismo de cada una del resto de las materias.<br />La educación cristiana se extiende más allá del aula con actividades extracurriculares, como son clubes, sociedades, actividades artísticas y deportivas, las cuales también son parte de la verdad de Dios, no menos importantes que las asignaturas del curso. Como podemos ver el elemento clave en la educación cristiana, es el personal de las instituciones cristianas, principalmente el docente, el cual es llamado para que manifieste amor y simpatía por la juventud como lo tuvo Cristo, ya que la educación cristiana trata con lo más importante del mundo, las almas en crecimiento.<br /> <br />